jueves, 22 de noviembre de 2007

La Eucaristía: Sus Nombres

1. Cena del Señor: Este nombre es el más antiguo y lo usa San Pablo en 1Cor 11,20: “no es eso comer la Cena del Señor”, para denominar la reunión de hermanos en torno al pan eucarístico. Decir Cena del Señor nos hace pensar en un sentarse con el Señor y en un comulgar con él.
2. Fracción del Pan: es el primer nombre hebreo que aparece en los Hechos de los Apóstoles para indicar la misa. En dos pasajes distintos se dice expresamente que los cristianos de la comunidad de Jerusalén “eran constantes en la fracción del pan” (2,42) y “partían el pan en las casas” (2,46). La fracción del pan era el gesto con que se iniciaba propiamente la Cena y demostraba la unidad y fraternidad de los participantes, que se alimentaban del mismo pan. Por razones prácticas hoy no se usa el pan sino las hostias, sin embargo el gesto de la fracción del pan nos remite al cuerpo de Cristo “partido por nosotros”.
3. Misa: es el nombre más común. Todos comprenden qué se entiende con esta palabra, y pocos en cambio se dan cuenta de su verdadero significado. Misa (Missa) es una palabra latina equivalente a “missio-dimissio”, que significa exactamente: despedida, despido, saludo. Así en el lenguaje litúrgico cristiano la expresión fue usada para significar el fin de la celebración eucarística. Ite, Missa est: id, es el fin, el momento de separarse y apartarse, el adiós. El anuncio del fin, pronunciado por el que presidía, era un gesto no sólo normal en la antigüedad, sino que incluía un matiz religioso e iba acompañado por un gesto de bendición. Así la palabra “missa-misa” fue usada para designar la celebración eucarística. Tal uso se encuentra desde el siglo IV y se ha convertido, con el tiempo, casi en el preferido.
4. Eucaristía: Esta palabra de origen griego es usada desde el siglo primero, en los escritos posteriores a los libros del Nuevo Testamento para indicar la Cena del Señor y se convierte en seguida en un nombre común, tanto que los latinos lo usarán sin traducirlo. Eucaristía (eucharestèsas) equivale a acción de gracias. Aunque no es un nombre propiamente bíblico, tiene un evidente fundamento en la Biblia. En todos los relatos de la última Cena se lee que Jesús tomó pan y después de haber dado gracias, lo partió, etc. El término eucaristía indica, pues, en primer lugar, la plegaria central de la misa, llamada después canon. Luego pasó a significar toda la celebración, todo el rito de la misa. Por fin fue usado para indicar las ofrendas –pan y vino- sobre las que se había de pronunciado la plegaria eucarística: los dones “eucaristízados” fueron llamados “eucaristía”. La Eucaristía es por ende, una acción de gracias. Así el cristiano que participa en la Eucaristía debe sentirse animado, desde el principio al final, por una actitud interior de gratitud hacia Dios por la salvación operada por Cristo. Participando activamente en el sacrificio eucarístico nos unimos a la oración y a la acción de gracias efectuada por Cristo y se imprime un tono de gozosa gratitud a toda nuestra existencia.
Referencia: Boletín Lazos de Fe, Año 1, Nº 1 y 2, Marzo y Abril 2003

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