lunes, 28 de agosto de 2017

No hay tiempos difíciles para los soñadores

Bastante conocido es esta declamación espiritual y mística de San Agustín expuesta en el libro de sus Confesiones.  El filósofo, el teólogo, el apologeta, el acérrimo defensor de la doctrina de la iglesia frente a las herejías del momento, el obispo, el doctor sagrado y todos los demás títulos con los que conocemos a este santo que siendo añejo sigue teniendo tanta vigencia y marca la pauta en la forma de concebir los diversos misterios de la divinidad; queda opacado ante  el soñador que se abre paso entre todos estos ropajes para, poder así, desnudar su alma ante el Señor y dejarnos el testamento espiritual del hombre amante, amado y amoroso que se reinventa y redescubre en la vivencia de Dios, más íntima que su misma intimidad.



La vigencia del pensamiento de San Agustín es aprovechada por los teólogos, los dogmáticos, los liturgos, los apologetas, el magisterio de la iglesia para anclar la sana doctrina del cristianismo a través del tiempo. Sin embargo, más allá del doctor de los misterios divinos, está el hombre de fe, el hombre del corazón inquieto, el ideal del cristiano, siempre en búsqueda, siempre sediento de la verdad; y para mí el arquetipo del soñador.

Hace poco leía la siguiente frase que describe la tendencia a la extinción de los soñadores sustituidos por los pragmáticos: "son tiempos difíciles para los soñadores". Decir que son tiempos difíciles para los soñadores es situar estos sueños en un momento complejo que sanciona los intentos de cumplirlos y la capacidad misma de soñar. Es decretar la inutilidad de los soñadores, que se abstraen de la realidad para perderse en un mundo de fantasías irrealizables e irreales.

Este tiempo está marcado por el “realismo” que es incapaz de ofrecerle a la humanidad un futuro y que los amarra a una objetividad que lastima la esperanza y evita la más rica de todas las virtudes humanas la de reinventarse y recrearse.

San Agustín, con el cual personalmente me identifico plenamente en humanidad y  me confronto en aspectos doctrinales, es ese soñador que seguimos necesitando ser cada uno de nosotros, para que la humanidad avance, se expanda espiritualmente, se recree, y se trascienda a sí misma. 

domingo, 27 de agosto de 2017

Libertad de Conciencia y Objetores de Conciencia

Queremos encumbrarnos tanto en las infinitas aguas de la divinidad que, a veces nos olvidamos que los cohetes que traspasan los linderos de las nubes y se elevan más allá del azul del cielo, necesitan tierra firme para emprender su viaje al infinito universo del que sólo, apreciarán una diminuta parte en su recorrido. 

Aunque muchos entienden la espiritualidad como el despojamiento de todo vinculo material y la renuncia a lo material que "apresa" al alma en la cárcel de la corporalidad.  Otros nos esforzamos por superar histórica dualidad filosófica y contemplamos al ser humano no como partes sino como un todo; recordando la propuesta de Jesús de "vivir en el mundo sin ser del mundo"

De esta consideración se puede afirmar que: “La fe -la espiritualidad- no suprime la humanidad, la asume, la necesita, la desarrolla, la proyecta, la expande y la lleva a la perfección”; o en palabras de Santo Tomas de Aquino: "La gracia no destruye sino que presupone, sana, eleva y perfecciona la naturaleza"

No podemos hablar de espiritualidad desconectados de la esencia y naturaleza humana en todas sus dimensiones. 

Al proclamar los derechos humanos, estamos asumiendo el valor de la persona ante los ojos de la humanidad, que tardó casi dos mil años en reconocer, proteger, amparar, defender y promover, como elementos inherentes a toda persona humana a la que ningún sistema, ideología o poder puede violentar sin acarrear condenas internacionales y penas jurídicas de jurisprudencia universal. 

Los Derechos Humanos pertenecen también a la Revelación de Dios expresada en el Verbo Divino que "asumió nuestra naturaleza y se hizo uno con nosotros, menos en el pecado" (Cf Hb 4,15). Y aunque en la biblia no existe la noción de "Derechos Humanos", si reconoce la Dignidad, la Importancia y el Valor de la persona. 

Libertad de Conciencia - Objetores de Conciencia. Un derecho Universalmente reconocido dentro del marco de la libertad de culto y religión. Pero va más allá y hoy día aplica para lo siguiente: “Nadie tiene el derecho, aun aparado en la ley, de obligar a otro a hacer lo que en su instruida conciencia le objeta y no le decreta”.

Ninguna persona, ninguna ideología, ningún sistema de gobierno, ninguna ley, pueden obligar a una persona a hacer algo que en conciencia contradiga sus criterios, sus principios, sus creencias, sus valores de los cuales está constituida su conciencia. Y esto vale hoy no sólo para eximir a la persona de la prestación de servicios militares obligatorios o llamados impositivos a utilizar las armas aun en la mal llamada "defensa de la paz"; sino también para situaciones que comprometen el valor y dignidad de la vida y de la persona: militarismo, aborto, eutanasia, entre otros. 

sábado, 26 de agosto de 2017

Amo porque amo, amo por amar

¡Cuán grande y maravilloso es el Amor!, que por más que se “use” no se gasta; por más que se consuma, no se agota; por más que se defina no se devela del todo. Siempre habrá algo hermoso que decir de él; siempre habrá algo maravilloso que descubrir de él; siempre se presentará como un punto de partida, un camino, un desafío una llegada y también una llamada.

¿Cuántas canciones no se han escrito del Amor? ¿Cuántos poemas  o pinturas no declaman los misterios velados y a plena vista de aquello que está más arraigado en el hombre que el hombre mismo?

El amor es una fuente de la que bebemos y no se extingue; sin embargo el hombre siempre sediento del agua de sus manantiales erra y construye pozos para nunca saciar su sed; haciendo del amor el objeto de sus instintos y no de los anhelos de su alma.

Con estas palabras pretendemos decir algo que sólo se puede conocer cuando se hace vida, cuando pasa de la noción a la vivencia. Sólo aquellos que han experimentado el Amor (divino en su vaciamiento, humano en su expresión) entenderán con el alma los intentos de los poetas, pintores, cantores y místicos por advertirnos que cuando se bebe del Amor de verdad no hay vuelta atrás; alma, vida y corazón quedan impregnados de él.

Dejemos que sea San Bernardo, Abad, quien ahora nos cuente lo del Amor y lo de Amar, como en otros momentos otrora nos lo contara Jesús.


(De los Sermones sobre el Cantar de los canteres 83,4-6)

lunes, 21 de agosto de 2017

Los Sentimientos de Jesús


Una de las primeras cosas que se les enseña a los niños en el catecismo de preparación para la Sagrada Comunión es que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios. Los catequistas hacen maromas para hacerles comprender a los niños qué significa ser imagen y semejanza de Dios y, los niños preparan su exposición, leen la lectura bíblica del Génesis y todos conformes. Crecemos sabiendo que somos “imagen y semejanza de Dios”, pero en ¿Qué? La mayoría de nosotros no sabría que responder a esta pregunta. Y los que podrían responder, lo harían repitiendo una cartilla teológica que tampoco entienden mucho:

“El hombre es creado a imagen de Dios en el sentido de que es capaz de conocer y de amar, en la libertad, al propio Creador. Es la única criatura, sobre esta tierra, que Dios ha querido por sí misma y que ha llamado a participar, por el conocimiento y el amor, de su vida divina. El, en cuanto creado a imagen de Dios, tiene la dignidad de persona: no es cualquier cosa, sino alguien, capaz de conocerse, de donarse libremente y de entrar en comunión con Dios y con las otras personas” (Compendio del Catecismo, n. 66). 

La teología mucho ha especulado al respecto de este tema, fundamental en la comprensión del ser humano, su sentido, naturaleza y esencia en relación con Dios su creador, su redentor, su salvador. Sin embargo, en el día a día de nuestra fe, poco o nada nos sirve tener una doctrina teológica o antropológica bien estructura para dar razón de esta materia. Necesitamos más que saber que somos “imagen y semejanza de Dios”, sentirlo y trasmitirlo. De tal manera que el punto de referencia más apropiado para esto es la Persona de Cristo, el Hijo de Dios, divino y humano. Y de este Jesús, a quien encontramos en la oración personal, la mejor forma de conocerlo es a través de su Palabra contenida en la Biblia.

Pero son tantas cosas las que podrían ocupar nuestra atención, puesto que la Persona de Jesús es tan conocida por nosotros y, tan desconocida a la vez. No sabríamos por dónde empezar. Para facilitar esta diatriba con la que tropezamos y no dar interminables vueltas en círculo, preguntémonos: ¿Qué es lo más humano que caracteriza a la persona? Los sentimientos (después entraremos en argumentaciones filosóficas, psicológicas, teológicas), pero lo más humano y que hace humano al ser humano, son sus sentimientos y la capacidad y condición innata de manifestarlos aun instintiva e inconscientemente.

“Fue allí donde comprendí
el sentido de la vida,
viviendo del amor y la desdicha,
sintiendo la alegría y también la tristeza,
conociendo lo breve de la vida.
Después llegó de nuevo el sentir del amor
y toda su grandeza”
Anónimo.

Explorar los sentimientos de Jesús nos llevará a navegar por aguas de profunda grandeza y superioridad, puesto que nos paseará por las más especiales emociones y los más consecuentes sentimientos que van dando identidad a la humanidad del Señor. Una identidad que se nos va a ir revelando y va a ir siendo lámpara para que permita “reconocernos a nosotros mismos” contemplando los sentimientos de Jesús. Lo humano de Dios es lo divino del hombre.

¿En qué soy imagen y semejanza de Dios? Dejemos que sea el mismo Jesús quien nos hable. Lo que les propongo hacer es que meditemos los textos del Evangelio en los cuales nos presentan explicita y sobrentendida los sentimientos de Jesús.

Vamos a usar la siguiente estrategia de meditación:
  1. La lista con los sentimientos y los textos bíblicos los habremos copiado con antelación así que en ese momento tendremos nuestra Biblia y la hojita con la información.
  2. Nos recogemos en un lugar tranquilo de nuestra casa, apagamos todos los aparatos que tengamos incluyendo el teléfono. Nos encomendamos al Señor con una breve y espontanea oración.
  3. Hacemos un ejercicio de respiración muy básico y sencillo para sacudir de nuestro organismo cualquier tensión: inhalamos (contando hasta cinco), sostenemos (contando hasta cinco) y exhalamos (contando hasta cinco) por unas 20 o 30 veces, relajándonos lo más que podamos.
  4. Para cada sentimiento utilizaremos un día como mínimo. No hay apuros, ni tampoco carnereras, no pretendemos atinar la cura contra una enfermedad mortal, lo que buscamos es descubrimos y encontrarnos a nosotros mismos en la presencia del Señor y, que él nos revele nuestra identidad.
  5. Leemos detenidamente cada cita bíblica. No pasamos a la siguiente sin sentirnos satisfechos con la anterior. Cerramos nuestros ojos por un instante y recreamos en nuestra mente la escena que nos describió la Palabra de Dios, visualizamos a las personas, el paisaje, nos fijamos en los detalles que nos ha proporcionado la lectura, el resto nos lo imaginamos. No seamos mezquinos con la imaginación, dejemos que ésta nos conduzca a través del pasaje bíblico. Hay quienes logran con esta técnica percibir los aromas del lugar y sienten en su piel la brisa del viento. Detallemos muy bien la escena hagámonos una amplia imagen de ésta. Paseémonos primero como un espectador, luego ocupemos el lugar de los distintos personajes que aparecen en el relato; percibamos su humanidad, su presencia, su realidad. Al final de este recorrido que nos puede llevar varios minutos, vayamos al lugar donde está puesto nuestro interés: Jesús. Mirémoslo, sintámoslo, indaguemos en su pensamiento y en su corazón, hagámosle las preguntas que ameritan y que seguramente tendremos para hacerle y luego, tomemos el lugar de Jesús (empatía espiritual); proponte sentir lo que siente Jesús, de poseer sus emociones y de respirar sus sentimientos. Luego que deambules por los distintos rincones de la Palabra de Dios, abre los ojos, vuelve a leer el texto, no sea que se haya pasado algo por alto.
  6. Ahora, deja a Jesús ser Jesús y proponte ser tú que está ahí y pregúntante cada vez: ¿Qué habría hecho yo? ¿Cuáles serían mis sentimientos? ¿Cómo hubiese reaccionado ante esta situación? Luego que hayas dado este paso has las necesarias conexiones entre los sentimientos de Jesús y los tuyos, saca tus conclusiones personales y hazte propósitos con lo que has experimentado en este ejercicio.
  7. Seguramente una vez que le agarres el ritmo al ejercicio no querrás terminar. Pero hazlo en forma sencilla, con una oración de acción de gracias.
Los Sentimientos de Jesús descritos en los Evangelios:
  • Compasión: Lc 7,11-17; Mt 20,29-34.
  • Fuerza interior de Jesús que se expresa en “rabia” y “tristeza”: Mc 3,1-6; Mc 10,13-16.
  • Alegría, entusiasmo, gozo: Lc 10,21-22.
  • Admiración, sorpresa, desconcierto: Mt 15,21-28
  • Tristeza, conmoción, consternación: Jn 11, 1-43
  • Emoción, ansiedad, agrado, deseo: Lc 22,14-18
  • Agonía, miedo, perturbación, desasosiego: Mc 14,32-36
  • Amor y Ternura: Jn 13,1-20; Jn 15,9-14

Pudiésemos ser más exhaustivos en la búsqueda de los sentimientos de Jesús pero con lo presentado hasta ahora tendremos para deleitarnos espiritualmente un buen rato. 

jueves, 17 de agosto de 2017

Color

Tan distraídos andamos por la vida que a veces se nos olvida que ésta está llena de colores. Se nos olvida disfrutar de las cosas más simples y más sencillas que ya de tanta verlas las damos por sobre entendidas. El sol alumbra, la lluvia moja, el viento sopla, la grama es verde; lo obvio se convirtió en rutina, y pasan los días y no logramos apreciar su impacto, su profundidad, su emoción, su encanto y su maravilla. 

También esto nos pasa con las ideas. De tanto pensarlas, las damos por sentadas, y hay ideas que las entronizamos como absolutas, inamovibles de nuestro pensamiento, porque de esa es la única manera que tienen lógica, sentido y son apropiadas, correctas, apegadas a lo conveniente. Por eso, me encanta la manera de ver el mundo que tienen los niños, pueden pintar un árbol de azul, la grama de roja, la luz de violeta, y todo eso tiene para ellos sentido y lo mejor es que lo disfrutan. Nosotros inmediatamente cuando se nos dice: pinte un árbol, ya estamos recogiendo el color verde para las hojas y café para el tronco. 

No es que esté mal que tengamos definidos ciertos aspectos de nuestra vida, que tengamos pensamientos "propios", criterios de interpretación de las cosas, gustos y preferencias; pero, sólo a veces, desconocemos que son los lentes con los cuales decidimos mirar la vida y, se nos olvida que los traemos puestos.

A continuación les presento un ejercicio –espiritual- en forma de juego -porque la vida no hay que tomársela tan en serio- decía Oscar Wilde y el comediante del otro día. La espiritualidad no es sólo para las personas serias, sino también para aquellas que sonríen todos los días y de vez en cuando se carcajean.

Esta pregunta me la estoy haciendo con varias cosas “importantes” y le tocó el turno a lo más importante que existe. Lo único que voy a pedir es que inmediatamente que la veas no racionalices la respuesta, que sea instintivo, espontaneo, después que tengas la respuesta le buscas el sentido, la racionalizas, la teologizas: 


No me arruguen la cara, ni hagan muecas raras. Si les preguntará de qué color es el cielo, seguro responderían "azul" o "celeste". Pero como esta pregunta no se la ha preguntado nadie al menos que "tenga oficio", pues la pregunto yo. 

Ahora si te pido que, por favor compartas en la sección comentarios la respuesta que diste, me va a ayudar mucho recoger los diversas contestaciones que le den a esta pregunta y seguro que a ti también te va a permitir sentir a Dios de una manera que no lo has sentido todavía. 

Palabra y palabras


Si supiéramos el poder que tienen las palabras, guardaríamos más silencio; escucharíamos con más detenimiento; pensaríamos antes de hablar y hablaríamos más desde el corazón y menos desde la razón. 

martes, 15 de agosto de 2017

A ti, María

Hace algún tiempo escribí esta oración en forma de poema. Incluso este es anterior al primero que compartí con ustedes aquí en la Revista de Espiritualidad.

Aunque no está explícitamente manifestado el nombre de María en él, este poema fue pensado y dedicado a la Santísima Virgen María. Algunos amigos me dicen que la Virgen María siente una predilección especial por mi. Todavía hoy no se si eso será verdad, lo que si se es que Ella ocupa un lugar muy especial en mi corazón. 

Las primicias de todo lo que he comenzado han sido por ella o a través de ella. María, Madre, me ha acompañado en los días de luces con su maternal silencio y en los días de tristeza con su tierna caricia. 

Cada uno tiene una advocación con la que se identifica y a la cual recurre en la oración. La mía podría decirse que me encontró, aunque podría tener varias advocaciones: por mi origen La Virgen del Carmen; por mi adopción, la Virgen de Coromoto; por el lugar donde desempeño el ministerio la Virgen de la Paz; por la influencia de amigos y conocidos: Nuestra Señora de Lourdes, Nuestra Señora de Fátima, La Inmaculada Concepción de la Virgen... Pero la que me cautivo hace varios años: Nuestra Señora de la Dulce Espera. 

No importa el nombre que te demos Madre, todos son perlas de nuestro cariño. Recoge con estas sencillas palabras todo nuestro amor y cariño y, ya que estás en Cielo, alcánzanos la Gracia y el Amor de Dios. Así sea. 

Oración de Confianza

Señor Jesús, te agradezco eternamente por tu poderosa presencia en mi vida y hacerme sentir amado y bendecido en cada paso que doy. Creo firmemente puedes salvarme y apartarme de todos mis miedos.

Tú eres mi guardián fiel, haces que me levante en victoria y me das las fuerzas para continuar en mis momentos de angustia. Estoy seguro que puedo vencer cada uno de mis problemas con gran confianza en tu poder.

Te pido que aumentes mi fe, que la hagas brillar y mantenerse sólida en toda circunstancia de mi vida, que pueda proclamarte como María, que aceptó tu voluntad con confianza y la enalteciste por su humildad.
  
Confío en que esa fe es la mejor gracia que puedo recibir de Ti para comprender la profundidad de todos tus misterios de amor. Gracias por hacerme experimentar esa paz profunda como lo sintió María mientras meditaba en silencio tus Palabras.

Cómo María, quiero estar siempre presto para el servicio, ella, Arca de la Nueva Alianza, la portadora de Dios en Jesús, Hijo del altísimo, supo cómo recogerse y donarse a quien lo necesitaba, sin importar su condición o la distancia.

 Ella enciende esa luz en los corazones de los fieles para guiarnos a tu encuentro. Si Tú, mi Señor, eres rico en misericordia, ella es Madre de misericordia que con su "Sí" llevó a cabo tu obra salvadora en todos nosotros.

Mi corazón se siente firme ahora. No apartes tu mano victoriosa de mí. Confío en me llenarás de paciencia para no desesperarme a la hora de la prueba.

Que María me sostenga y sea mi apoyo en esta tarea de servirte con alegría y comprometido con tu Reino. 

Amén

lunes, 14 de agosto de 2017

Luz en las tinieblas



Nunca esta más oscuro que en el instante en el que ya va a amanecer. Me consta. En mis horas de insomnio, cuando la noche se hace eterna, la cama se vuelve áspera como una lija, y el pensamiento no pude absorber ni una letra más, lo único que grita el alma es que aparezca el primer rayo de luz que de por finalizada la noche.

En ese instante es donde la calma vuelve al espíritu inquieto que ha divagado por cientos de ideas, se ha imaginado montones de parajes, ha soñado despierto lo que durmiendo no puede. Con el primer rayo de sol desaparece instantáneamente el desasosiego interior: ha comenzado un nuevo día.

A sí ha sido, así es y así seguirá siendo. La oscuridad siempre le dará paso a la luz, y la luz descansará en la oscuridad hasta el alborear del amanecer. Más oscuro es cuando está a punto de amanecer, pero un secreto descubrí en mis noches de insomnio, la oscuridad aunque quisiera, no puede esconder la llegada de la luz que los pajaritos intuyen cercana y canta gozoso el despertar del nuevo día.

Aunque algunos se imaginan que estamos en tiempos de oscuridad, yo estoy escuchando ya el cantar de los pajaritos. El alma lo sabe, como lo pajaritos también. Por eso de la mano de Santa Edith, vayamos abriendo nuestro corazón para que pronto amanezca.

domingo, 13 de agosto de 2017

La oración como oxígeno para el Espíritu



La gota de espiritualidad de hoy es ampliamente concocida por nosotros, practicada incluso con esfuerzo y esmero. Conocemos la importancia que tiene la oracion en la vida del cristiano. No oramos para pedir, no oramos para reconocer a través de las palabras que compartimos con el Señor su grandeza, no oramos para alabar, no para bendecir a Dios. El no necesita de nada de lo que nosotros le podamos ofrecer en nuestra oración.

Oramos para vivir; Vivimos para Amar: Amamos para Servir y, servimos para hacer presente a Dios en un mundo falto de su misericordia, ternura y compasión. 

sábado, 12 de agosto de 2017

Dios mio y Señor mio

¡Bendito sea Dios!
¡Bendito sea su santo Nombre!
¡Bendito se Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre!


Estaba meditando sobre el misterio de Dios. Cerraba los ojos y trataba de hacerme una imagen de él. Por su puesto que lo primero que viene al pensamiento son las innumerables imágenes, estampas, retratos, pinturas que se han hecho de Jesucristo. ¡Qué difícil y arduo es el camino del que quiere desmotar los estereotipos, los aprendizajes ya instalados como verdades prácticamente absolutas. Ya ni si quiera nos preguntamos ¿Cómo es Dios? ¿A qué huele Dios? será verdad que huele a incienso; ya que la Virgen María si ha dejado rastro de su aroma en sus apariciones: a flores, a campo y pradera, a rosas. ¿A que sabe Dios? ¿Sólo a pan y vino? 

Al ir meditando todos estos aspectos por su puesto que la mente comienza a divagar y los pensamientos a perderse en un sin fin de elucubraciones, tratando de romper moldes para depurar la imagen de Dios, esa imagen se hace difusa, abstracta. Entre paréntesis, no me quejo, a mi en lo particular me encanta el arte abstracto, expande tu mente.

Es muy edificante hacer este ejercicio de desmitificación de la imagen que tenemos de Dios, te ayuda a acercarte a él como realmente es y no como te lo han presentado, te lo han enseñado durante años, ni la imagen que tu mismo te has hecho de él, bien sea esta atractiva o, por el contrario, restrictiva y arbitraria. A propósito, desmitificar significa, quitar los atributos míticos que se han establecido sobre algo o alguien, destacando las características reales que posee.

Llegado a este punto, recuerdo lo que decía un autor, que no siendo católico, lo tiene bien claro: "La imagen que sea que tengas de Dios, es Dios, pero a la vez es mucho más". Hay quienes inevitablemente se presentan a los demás como dueños de la imagen de Dios, es decir, dueños de la verdad, y no permiten el descubrimiento de Dios libre y espontáneamente. Yo los llamo los castradores del espíritu. Y si algo tiene el espíritu humano, porque lo recibe del Espíritu Santo es la libertad. A este no lo enjaula nadie. 

El ejercicio que te invito a hacer hoy es que te inicies en el camino del "desaprendizaje" y "reaprendizaje" tan necesario para el desarrollo de la vida espiritual, a través de la desmitificación de lo que tú entiendes desde la perspectiva de la fe y la religión sobre el Amor. De esto se trata la gota de espiritualidad del día de hoy.

viernes, 11 de agosto de 2017

La Santidad en la Pureza del Corazón

Hoy en realidad no pensaba escribir nada. Quería dejar descansar a los lectores de esta Revista de Espiritualidad, de una intensa campaña, promoviendo las gotas de sana espiritualidad todos los días, de tal manera, de no bajar la guardia, y quienes en serio se han propuesto la tarea de fortalecer su vida espiritual, este ejercicio cotidiano les favorezca en su empeño y en su esfuerzo. 

La vida Espiritual no tiene vacaciones, lamentablemente. Recuerdo que a la gente de la parroquia iniciando el mes de agosto, les decía: ustedes aprovechan estos días de vacaciones para descansar, pasear, ir a la playa o la montaña, para encontrarse en familia, lo único que no olviden es que Dios nos sale de vacaciones ni la fe tampoco, así que a donde quiera que vayan acérquense a la Santa Misa al menos y no dejen de hacer su oración.

Aunque tengamos la tentación de dejar un día de lado nuestro trabajo espiritual, no renunciemos a todo y al menos quedémosnos con una pequeña parte. Ahí días en que amanecemos con desgano y flojera, pero si le damos gusto a la pereza, ella se instala, pero si no le damos gusto a cansancio que acumulamos por el gran esfuerzo que hacemos entonces también perderemos el entusiasmo y la alegría de hacer aquello que es para nuestro bien, pero que lo convertimos en un peso. 

Otra cualidad que tiene el ejercicio espiritual es que no hay apuro, nadie nos está exigiendo como un entrenador en un gimnasio hacer 200 abdominales, vamos al ritmo que demarca el Espíritu Santo. Saber leer eso ayuda a que perseveramos. Tenemos el tiempo que demarque la vida eterna.

La razón por la que escribo hoy estas lineas es para no dejar pasar a una Santa muy hermosa, muy dulce y tierna, pero también con un temple y una determinación inimaginables. Santa Clara de Asís. Contemporánea con Francisco de Asís, un poco más joven, pero que entre ellos dos armaron un despelote en su época cuando ambos siendo de familias adineradas renunciaron a todos los bienes terrenales, riquezas, títulos e incluso palacios, para vivir en la más abyecta y rigurosa de las pobrezas por amor a Jesucristo, el pobre de Nazaret.

Como gotas de espiritualidad les ofrezco estas tres que aparecen en la imagen y la ñapa que se las dejo al final de este escrito. A Santa Clara la veo como la representación de la inocencia y de la ternura, y también la del amor fraternal que pueden cosechar dos personas cuyos corazones laten al unisono por un amor más grande. Una de mis santas queridas. En la que se destaca su amor por la Eucaristía, por eso es representada con una custodia en sus manos. Por último, Clara significa: "vida trasparente"; ella es digna representante de la Bienaventuranza del Señor: "Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios" (Mt 5,8)

La ñapa: "Desde que me dediqué a pensar y meditar en la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, ya los dolores y sufrimientos no me desaniman sino que me consuelan". 

Esta ñapa tiene una doble intensión. El que tenga ojos que vea. 

jueves, 10 de agosto de 2017

El Maestro de los maestros

Que el Maestro de los maestros, te enseñe que en las fallas y lágrimas se esculpe la sabiduría.

Que el Maestro de la Sensibilidad, te enseñe las cosas simples y a navegar en las aguas de la emoción.

Que el Maestro de la Vida, te enseñe a no tener miedo de vivir y a superar los momentos más difíciles de tu historia.

Que el Maestro del Amor, te enseñe que la vida es el mayor espectáculo en el teatro de la existencia.

Que el Maestro Infalible, te enseñe que los débiles juzgan y desisten, mientras que los fuertes comprenden y tienen esperanzas.

No somos perfectos. Decepciones, frustraciones y pérdidas siempre ocurren, pero Dios es el artesano del espíritu y del alma humana.¡ No tengas Miedo!

Después de la noche más larga, surgirá el amanecer. Espéralo.

Todos pasamos por ciertas angustias y ansiedades, pues algunos de los males de la vida son imprevisibles e inevitables. En la escuela de la existencia se aprende que se adquiere experiencia, no sólo con los aciertos y las conquistas, sino también con las derrotas, las pérdidas y hasta con el caos emocional y social.


Fue en esa escuela sinuosa que Jesús se transformó en el Maestro de los maestros.

miércoles, 9 de agosto de 2017

Contra toda Esperanza


Reflexionando sobre el Evangelio, no en un pasaje en particular, sino más bien en su conjunto, concentrando la atención en la persona de Jesús, su manera de pensar, su forma de sentir, su lucha, su convicción, su entrega, su rebeldía, no sólo en su dimensión divina, sino en su condición enteramente humana, es sorprendente. 

La fuerza, la entereza, la convicción y la fuerza interior que lo movían y que lo impulsaban a actuar en conformidad a su misma naturaleza y esencia. Jesús era capaz de ir en contra toda esperanza. Esa visualización de Jesús a cautivado el corazón de muchos a lo largo de la historia pasada y reciente y, seguirá cautivando a otros a lo largo del tiempo. 

En esa mirada, a partir de este encuentro con Jesús podemos nosotros también renovar día a día y pesa a toda contravención, la desesperanza no se va a instalar en el corazón de aquellos que se alimentan de la gracia de Cristo el Señor por más adverso que sea el camino que hay que transitar. Y para ello hay que ser coherente con nosotros mismos. De ahí viene la gota espiritual de hoy, que le pertenece a Martín Descalzo, que comparto totalmente puesto que una de las peores cosas que le puede pasar a un ser humano es "resignare" y a "dejarse arrastrar" por las circunstancias.

En un corazón renovado por la fuerza y la gracia del don de Dios no cabe, puesto que no entra, la desesperanza. Eso significa "creer contra toda esperanza" (Cf. Rm 4,18)

martes, 8 de agosto de 2017

Amor y Verdad


¿Cuál ha sido para nosotros la escuela en donde hemos aprendido a amar? Algo tan fundamental y determinante para la existencia humana, y se ha dejado al azar. Viviremos el amor bonito si tuvimos la suerte de encontrarnos con una buena escuela, la primera y la que marcará nuestra existencia: la familia. 

Cuando escucho hablar del amor, inmediatamente me pregunto con cierta suspicacia: ¿Cuál amor? el bonito, el verdadero, el edificante, el que respeta, aquel que en definitiva se acerca al de Dios en la Persoan de Cristo, el meramente humano que no tiene ni idea de lo que es el Amor. 

De algo estoy convencido, la experiencia por la que hemos pasados donde hasta la hartera se ha proclamado el amor como el motivador del comportamiento ideológico que nos impera, es que ya no creemos. Así no me ames. 

En la proxima declaración de los derechos humanos, tendremos que perdir que incluyan el derecho a amar, a ser amados y a decir no quiero que me ames así. 

lunes, 7 de agosto de 2017

No tengan miedo

Sin lugar a dudas las cosas que vivimos van marcando nuestra manera de ver la vida y de hacer las cosas. Antes estaba 100 % seguro de que Ortega y Gasset tenía razón cuando se auto-definía diciendo: "Yo soy yo y mis circunstancias". Hoy día no le doy tanto crédito a esta concepción puesto que destinaríamos al ser humano a ser victima de su entorno, de lo que acontece que no depende de él pero le termina afectando. Hasta ahí vamos bien. Pero cuando pensamos un poquito mejor, Ortega y Gasset lo que proponía era que las circunstancias terminaban afectando directamente la esencia del ser humano y cambiándola a discreción del momento y de la circunstancia.

Teniendo en mente esto, buscaba como abordarlo de una manera nueva. Yo soy yo, si, de acuerdo, las circunstancias forman parte de mi fluir, de mi pasar, de mi transitar cada etapa de la vida, pero no me definen, no se adhieren a mi esencia a tal punto que afecten lo que soy siendo y lo que seré. En ese ser siendo, está la presencia de Dios, que me dio la humanidad que comparto y la individualidad que me distingue. Lo que soy, lo voy descubriendo, y las circunstancias ayudan a descubrirlo si las sabemos aprovechar o dificultan y entorpecen ese descubrimiento. En todo caso, las circunstancias sirven para ayudar a comprender lo que estoy viviendo y las decisiones que estoy tomando, los rumbos que voy emprendiendo. De alguna manera las circunstancias me hacen justicia

La gotita de espiritualidad de hoy, la tomo de la determinación determinada de Santa Juana de Arco. Una joven que contravino muchas cosas, rompió muchos esquemas y paradigmas, se enfrente a muchas contradicciones, juicios, señalamientos, sin embargo, cuando descubrió su misión no hubo quien la detuviera. 

Así nos debería pasar a nosotros también. Pidámoselo a Dios.


domingo, 6 de agosto de 2017

Evolución, Perfección, Trascendencia

En esté día en el que hemos contemplado a Cristo Transfigurado, la "Gota de Espiritualidad" abre nuestro corazón a a una Esperanza que trasciende las circunstancias, siempre transitorias y pasajeras, pero sin las cuales no se abre un mañana resplandeciente que comienza con la determinación de salir a su encuentro hoy mismo. Ese resplandor que contemplamos en Jesús es el resplandor que como humanidad alcanzaremos al configurarnos plenamente en su amor. 

Tengo la esperanza que la humanidad encontrará el camino de la evolución no en el orden de lo meramente bio-psico-social, sino el paso evolutivo más grande que nos espera al voltear la esquina es el espiritual.

sábado, 5 de agosto de 2017

Crece nuestra Revista de Espiritualidad

Hoy me siento particularmente muy contento porque desde hace tiempo he querido compartir con ustedes una gran cantidad de información que, con el paso del tiempo he ido recogiendo y, de la cual me he valido para mi propio crecimiento espiritual. Textos, libros, enseñanzas que marcan particularmente el camino de fe de cada persona, pero así como en lo personal me han ayudado, también creo que pueden servir a muchos en su propia experiencia de vida cristiana, en su entrega personal a Dios, en su oración.

La tecnología es un instrumento maravilloso, no sólo porque nos permite estar más comunicados, sino porque nos sirve de herramienta para hacer muchas cosas buenas que no hace mucho eran difíciles de incluso imaginarlas. 


Nuestra Revista de Espiritualidad Lazos de Fe, hoy inaugura un nuevo espacio. En la barra lateral izquierda de sus pantallas hay un nuevo elemento que se ha añadido al formato de nuestra Revista Digital que se ha denominado: Lectura Espiritual. Este renglón de la Revista tendrá la finalidad de, periódicamente estar haciendo accesibles Libros, textos, documentos que enriquezcan nuestra vida espiritual. Al revisar este espacio nos daremos cuenta que aparece la portada del libro que se propone como Lectura Espiritual, éste podrá abrirse para hacer una lectura en linea del documento o si lo preferimos para descargarlo en nuestra computadora o teléfono. 

Aprovechemos este nuevo espacio de crecimiento espiritual que nos ofrece nuestra Revista Lazos de Fe. Compartamos la página con nuestros amigos y conocidos. Hagámosle propaganda. ¡Cosa buena esta!

El primer Documento que estrena la nueva Sección de la Revista pertenece al Beato Cardenal Francisco Xavier Ngyen van Thuan, titulado Cinco Panes y Dos peces. Texto enteramente escrito desde una cárcel vietnamita a la cual el mismo la denominaba su "Residencia obligatoria" Cáy Vóng (Nhatrang, Vietnam Central).

Esta lectura nos abrirá la puerta a un hombre profundamente espiritual que vivió 13 años de prisión por ser Obispo, por ser Cristiano y por no renunciar a sus convicciones de fe y a su conciencia.

viernes, 4 de agosto de 2017

Oración para la Sagrada Comunión


En la publicación anterior abordamos el tema de la Comunión Espiritual como un ejercicio espiritual altamente beneficioso para el alma que busca unirse más plenamente con el amor de Dios y hacer presente su gracia en nuestra vida. 

La oración que hoy comparto con ustedes la realiza en silencio el sacerdote antes de recibir él la comunión sacramental en la Santa Misa. Sin embargo, al comienzo de mi ministerio sacerdotal en vez de hacerla en silencio, espontáneamente y sin proponérmelo comencé a realizara primero en voz alta, para que me escucharan los que estaban en la celebración, y después, empece a involucrar a los participantes para que todos la hiciéramos juntos. 

Ahora esta misma oración que en tantas eucaristías celebradas la hemos hecho juntos, y en las cuales nunca hemos hecho una salvedad o excepción sino que se ha compartido por todos y por igual, la presento como la oración que nos permitirá hacer nuestra Comunión Espiritual en el momento en el que nuestra alma necesite encontrarse en el amor y la gracia de Dios.

La oración es sencilla y seguramente muy pronto la aprenderemos de memoria.

jueves, 3 de agosto de 2017

Comunión Espiritual

Una de las preguntas que más frecuentemente me hacen es ¿cuántas veces se puede recibir la comunión en un día? Casi nunca sé en verdad qué responder. 

Conozco perfectamente la doctrina sobre la comunión que está contenida en el Código de Derecho Canónico (recordemos que este código es el conjunto de normas jurídicas que regulan la organización de la Iglesia católica de rito latino), y el CIC (Catecismo de la Iglesia Católica). Sin embargo, cuando veo a los ojos de quien me pregunta, cuando siento su profundo respeto y su real devoción al Sacramento del Altar, esa parte rígida de las normas estrictas, pues despiertan el espíritu rebelde que siempre está por ahí, metiéndome a veces en alguno que otro problema. 

La respuesta que me gustaría dar es "todas las veces que quieras", "todas las veces que lo necesites", porque veo tu profundo amor y celo por la Eucaristía. Pero, esa no es la respuesta que "oficialmente" "debo" dar. Y por su puesto no fue nunca la respuesta que dí; al menos no directamente, abiertamente y de frente. 

Hoy siento una alegría inmesa, al compartir esta breve meditación. Buscando por ahí y por allá, pidiendole a Dios un poquito de inspiración, y lo digo con convicción, siempre me sorprende, o porque encuentro o porque me encuentran aquellas cosas que me dan paz interior y alegría espiritual. Decía, hoy siento esa alegría, porque ya no tendré la necesidad de entrar en ese conflicto interior entre el "deber ser" y la compasión, la ternura, el sentirme desarmado ante la necesidad que percibo en las personas que se me hacercan con esta y otras inquietudes. 

A los divorciados vueltos a casar, también les puedo darles la misma respuesta a la pregunta con la que comencé esta publicación: ¿Cuántas veces puedo comulgar en un día? ¿Puedo comulgar?: SI. Todas las veces que quieras. Esa es la respuesta que siempre quise dar, más allá de las justificaciones doctrinales y teológicas. Ahora, no sólo puedo decir eso, sino puedo agregar: en cualquier momento que lo necesites, donde quiera que te encuentres. 

No ha cambiado nada en cuanto a la regulación canónica, ni tampoco ha habido un giro teológico que cambie la doctrina manifestada en el catecismo de la iglesia. Sin embargo, si entendemos comunión como "encuentro de gracia con la persona de Cristo", en su presencia real como alimento espiritual para mi corazón y mi alma, entonces puedo comulgar cuantas veces quiera, pueda y necesite. Entendemos por su puesto que estamos hablando de Comunión Espiritual

Creo necesario resaltar que hemos menospreciado el efecto gratificante que tiene en nuestra alma la Comunión Espiritual. En varias ocasiones he recomendado el acto espiritual de la comunión; sin embargo noto el desasosiego de las personas que me quedan mirando con la expresión grabada en sus rostros de "no es lo mismo". 

No, no es lo mismo. Sólo es distinta. Sin embargo, en el casete mental que nos han repetido hasta el cansancio, no concebimos que Cristo se pueda hacer presente en presencia real en una Comunión Espiritual. A propósito, si entendiste qué es un casete, eres de una época distinta, y aunque nos cueste hemos de actualizarnos, para que los jóvenes de hoy puedan crecer espiritualmente de otra manera. Para que ambas cosas se puedan realizar, necesitamos sacarnos de la cabeza el bendito "criterio moralizante", el otro casete que tenemos instalado, pasar todo por el tamiz de lo moral: esto es bueno, aquello es malo; esto es mejor, aquello es peor; esto es lo ideal, lo otro es una resignación. 

La Comunión Espiritual no es ni mejor ni peor, no es más efectiva o menos efectiva que la otra, no pasa por el colador de lo bueno y lo malo: la Comunión Espiritual es distinta. Tan distinta que no sólo se reduce al ambiente externo de una iglesia y de un templo, tampoco se reduce al momento de la realización de un sacramento. Y antes de que te rasgues las vestiduras por lo que estoy escribiendo y me tildes de hereje, te recuerdo, que te dije que la Comunión Espiritual es distinta. 

  • "Una Comunión espiritual actúa en el alma como un soplo de viento en una brasa que está a punto de extinguirse. Cada vez que sientas que tu amor por Dios se está enfriando, rápidamente haz una Comunión Espiritual". San Juan María Vianney
  • "Si practicas el ejercicio de la Comunión Espiritual varias veces al día, en un mes verás tu corazón completamente cambiado". Santa Faustina Kowalska.
  • "La Comunión Espiritual puede traer las mismas gracias que la sacramental". San Maximiliano Kolbe.

miércoles, 2 de agosto de 2017

Crecimiento Espiritual

Poco a poco vamos descartando lo que es Espiritualidad, de lo que no es. Hemos ido ubicándola dentro de un contexto específico: el seguimiento de Cristo, el discipulado y hemos descubierto que la fuente de ésta es la presencia del Espíritu Santo que nos convierte en Templos vivos del amor de Dios.

Que la gota de espiritualidad de hoy nos permita comprender cuál es el propósito de llevar una vida espiritual, ella no es el fin sino el instrumento para que Dios actúe a través de nuestra vida, para santificar santificándonos. 


martes, 1 de agosto de 2017

No te Rindas

En esas idas y venidas que se dan entre lecturas y libros se encuentran textos hermosísimos que no necesariamente provienen del ámbito de lo religioso o de lo espiritual. Pero es inevitable contemplar la belleza que comunican sus líneas. 

La poesía tiene esa gracia que a través de la palabra toca la fibra más sensible del corazón y te eleva, te lleva a trascender el momento, el instante, lo que está aconteciendo mientras lees. Te trasporta a donde sueñas estar,  allí te sumerges y en un suspiro olvidas todo, desaparece todo y tocas lo que es bello.

La poesía que comparto ahora la dejo delante de tus ojos y que ella sea la que mueva las emociones que dominan tu corazón y tus pensamientos y te lleven a ese lugar especial.


Hablando de Espiritualidad

Hace algunos días atrás una persona me hacia una sugerencia que todavía no he podido cumplir. Hemos estado adentrándonos en el tema de la Espiritualidad, y no hemos llegado aún a ponernos de acuerdo en que significa, cómo se entiende y qué es la Espiritualidad. La propuesta que me hacían era que abordara en un escrito este tema, dándole prioridad a la exposición de una definición que nos aclare a todos lo que estamos haciendo e incluso lo que estamos buscando entre estas líneas y en esta página que se define a sí misma como “Revista digital de Espiritualidad”.

Por acercamiento en los distintos temas presentados consecutivamente en esta etapa de la Revista, hemos podido ir esclareciendo el tema de la Espiritualidad y su definición. Es decir estamos abordando las partes de la Espiritualidad para llegar a su todo. Pero en este caso, las partes son más ricas que su todo, y el todo –que en este caso sería una definición, un concepto una teorización, no es más rica que sus la vivencia de sus partes.
¿Qué hemos dicho sobre la Espiritualidad”
  • La Espiritualidad es la dinámica del alma que busca adentrarse en las profundas aguas del amor de Dios.
  • La Espiritualidad es un movimiento que está inspirado por la presencia activa y actuante del Espíritu Santo en nuestro corazón.
  •  La Espiritualidad es una de las dimensiones que identifican la humanidad de la persona, así como lo son la dimensión biológica, psicológica, social, política, cultural, ecológica.
  • Sin embargo, no es una dimensión más del ser humano, sino es la dimensión que articula, le da movimiento, integridad, unicidad a todas las demás para la integración del ser humano como una realidad única, sin divisiones ni dualidades.
  • La Espiritualidad es un camino, una peregrinación un itinerario de la persona que se hace cada persona en su intimidad, por tanto, necesita de la soledad más el itinerario se hace en compañía de otros, en comunión, en armonía y en solidaridad.
  •  La Espiritualidad por ser un itinerario necesita de instrumentos, estrategias, métodos, herramientas, que faciliten su desarrollo, ya que dicho itinerario implica un aprendizaje y conlleva un cambio de comportamiento (metanoia-conversión).

Todos estos elementos nos han hablado de lo que implica la Espiritualidad, sin embargo no nos la definen. Y todavía no la vamos a definir, por una sencilla razón, estamos utilizando el método de introyección. Es decir, vamos haciendo el camino estratégico espiritual de ir de afuera hacia adentro.

Los temas que hemos abordado, las estrategias que ya van siendo parte de nuestra cotidianidad, van preparando el terreno interior para poder navegar más profundo. Como decíamos en algún momento: conocer se conoce conociendo, vivir se vive viviendo, amar se ama amando; por tanto la Espiritualidad no es una definición sino una vivencia. Por eso se habla de “Vida Espiritual”.

Hablando de este ejercicio de “desaprendizaje” necesario para aprender la novedad de la vida en el espíritu, es necesario que seamos conscientes que necesitamos renunciar a nuestro ego, a nuestro orgullo, a la identidad que hemos construido hasta ahora y que seguramente, en algún punto nos daremos cuenta que ha sido una máscara con la cual hemos escondido nuestro propio ser en su esencia y naturalidad.

Los niños son para nosotros en este aspecto nuestros maestros. Puesto que ellos no necesitan ser otra cosa de lo que son, ni necesitan aparentar lo que no tienen. La libertad de los niños de ser auténticos es lo que les permite sonreír franca y espontáneamente. Sonrisa que seguramente podremos reencontrar en este crecimiento interior.