miércoles, 23 de noviembre de 2022

PAN DE VIDA: Adviento - Navidad

Estamos prontos a iniciar el Adviento. Este año tiene, a diferencia de otros, un componente distractor enorme, a parte de los ya acostumbrados; y podemos fácilmente pasar estos días, sin que el propósito de este tiempo litúrgico de la iglesia tenga ocasión para propiciar el lugar en el que el Verbo de Dios encuentre un cobijo en nuestra vida, en nuestro corazón y en nuestro quehacer de cada día.
Adviento es un tiempo precioso; una invitación al silencio, al recogimiento, a la sobriedad y a la escucha atenta. Un tiempo que está marcado por un pasar, para que pase el Señor por nosotros y halle lugar para morar y seguir habitando entre nosotros.
Nos hemos valido de la propuesta litúrgica y festiva de la iglesia, para marcar los hitos relevantes de nuestra preparación y de la vivencia de la gracia de Dios en nuestro corazón como razón de celebración y alborozo.


De esta manera, queriendo favorecer esta dinámica interior, esta moción del espíritu que clama la presencia del Señor en nuestros, hemos preparado este Libro que ahora presentamos y que ya se encuentra a la disposición de ustedes, para ser su compañero de camino en el Itinerario Espiritual que demarcan este tiempo de Adviento y Navidad.

Que este Libro que ahora les hago entrega sea un buen acompañante en su caminar de fe y favorezca su vida espiritual de entrega y amor a Cristo en este tiempo por venir.



Yerko Reyes Benavides

Presencia

Amado Jesús, amigo fiel, te haces siempre presente aunque en los vaivenes de este vivir displicente, mi corazón de tus bondades se sienta por momentos ausente.

No me abandones, aun cuando en este andar mío, mis pasos me hayan de llevar, por áridos desiertos de desesperanzas y a surcar izadas montañas de desconfianzas.

Mi Buen Dios, estás ahí, aunque mis ojos no puedan dibujar en el corazón la silueta de tu amor; sé que estás ahí, aunque mis oídos no den cuenta de tu canto animoso, que llama al alma hálito de mi humanidad, a abrazarse en ternura a tu divinidad.

Caricia es para mí este anhelo mío de quererte tan cerca de mí; deseo, y no es vanidad de mi parte, impregnarme por entero del perfume de tu eternidad, incienso que me hace sentir que ya estoy corriendo, gacela en libertad, las praderas de tu bondad.

Amado mío, ven pronto; no dilates más la compasión que llega desbordada entre tus manos, absolución y reconciliación; ventana abierta por la que mi ser escapa y abre sus alas en vuelo, para acariciar por siempre el cielo.
Amén

Yerko Reyes Benavides