Día del Señor

Himno

Ya la noche en su recato le ha dado al día su testigo, la jornada acontece, no es de descanso, es el día del Señor que amanece, y nos lleva de la mano al Resucitado.

El día de tu triunfo en el que mi alma se enaltece, la victoria de tu amor sobre el pecado; necesaria fue la pasión, puso el don de la vida en mi corazón, que la muerte y su dominio no ha detenido.

Celebra mi espíritu con devoción el don de la resurrección, que con arrojo y convicción en promesa has dado, no es premio sino certeza, para vivir sin temor a condena, pues la muerte por ti ha sido vencida.

Vida este día infunde, luz que a mi ser inunde, mi vida de tu vida quede llena, pues vivir en amor es mi fatiga, y tu amor el descanso que me da vida en abundancia.

Día en ti, Señor Amado, día en que tu vida se hace mi destino y tu amor mi camino.

Amén

Yerko Reyes Benavides

En tu Descanso

Oración de la Noche

Mi corazón por ti suspira cada mañana, Padre bueno, y al caer la noche, Dios eterno, mi alma te aclama.

En mis labios tu nombre resuena, constante se hace de día, tú eres mi compañía; no me faltes en el ocaso, pues mi descanso se haya en tu regazo.

No es que sin ti no pueda vivir, es que no quiero ya sin ti existir, bien de día, o bien de noche, a tu lado busco estar.

Llegue a ti esta oración, es de mi alma su clamor, que suspira por ti en amor, y a ti consagra las horas de este vivir pasajero.

Concédeme, ahora Amado Señor, cerrar mis ojos y entrar en tu descanso, y en este soñar efímero, contemplar humilde tu rostro manso.

Amén

Yerko Reyes Benavides

Mi Razón

Dios eterno, Padre bueno, no permitas que la desesperanza se apodere de este corazón, que se haya dispuesto en entrega y convicción, para ser cobijo de tu amor.

Se cierne el peligro, se aposta en mi entorno, brechas en el sendero que camino, barreras en el suelo, volver no quiero al desierto del desamor.

Gélida es la bruma del destierro que en las noches golpea con ímpetu, agrieta la seguridad de estar sostenido en tu favor; renueva, Amado, la confianza de esperarlo todo de tu mano.

Amanece nuevamente en el horizonte de mi alma, que mi espíritu advierta el deslumbrar de tu ternura y caridad, acompáñame en el despertar de la ilusión, que contempla en pasión tu Corazón.

No hay lugar ya para la tristeza, en el despuntar de mi amor que anhela clarear entre tus brazos, y aunque no pueda evitar la agonía, sé Tú mi Señor, la razón de caminar en alegría.

Amén

Yerko Reyes Benavides

Invertir en Eternidad

Trazos a Mano es un espacio en nuestro Itinerario, que nos permite hacer a través de una breve propuesta, un alto. Detenernos del apuro en el que la vida y sus afanes nos llevan, y meditar, pensar y descubrir aquello que es importante, valioso e indispensable para nuestra salvación.

No estamos acá para hacer castillos en el suelo, sino para garantizar que nuestro paso por este mundo nos conduzca, por medio de nuestros quehaceres cotidianos, a la vida plena, a la vida eterna, a la vida en Dios.

Aprovechamos este trazo a mano y hoy nos preguntamos: ¿nuestro quehacer está propiciando ese lugar que Dios tiene reservado para nosotros en su Reino?

Jesús, claramente lo dejó establecido, al momento en el que su hora se acercaba, a sus amigos, a los discípulos les aseguró que su partida era necesaria pues iba a preparar un lugar en la eternidad para cada uno (Cf. Juan 14,2-5)

Lo más importante que hemos de hacer no es procurar bienes materiales, riquezas, privilegios, poder o humanos reconocimientos; sino, convertir nuestro empeño, en ocasión para la vida eterna, por la fe (oración) y en el amor (servicio y caridad) con el que vivimos todo momento.

En cada día ha de haber un verdadero acto de amor, de servicio y de entrega; una oración, un gesto de bondad o una obra de caridad que nos acerque a la vida eterna. Esto es invertir en eternidad. Lo demás está en las manos de Dios y su misericordia.

Yerko Reyes Benavides

Comunión

Jesús, Señor mío, desde el alba en su despertar me apura el deseo de encontrarme contigo en el abrigo de tu compasión.

El yermo del día a día oprime mi corazón, mas me alienta el anhelo de estar a tu lado y sea tu presencia sagrada lo que rompa el desierto de mi soledad.

Mirarte, verte y sentirte sereno, entregarme sin recelo, abandonarme por entero, al resplandor que se oculta en el pan sagrado que has exaltado, altar de tu Amor.

Mi espíritu lo espera, mi alma lo anhela, mi corazón lo desea; es la Grandeza Divina de tu humilde presencia lo que me alienta, renueva mis fuerzas, a mi vida honra y mi ser levanta.

Hazte presencia constante, no faltes, Amado, ten compasión de mi pecado, acércame a tu costado, llévame a tu lado y abrázame en el pan consagrado.

Hoy te reciba, Dios y Señor mío, en la contemplación de tu amor y en el Amor de tu comunión.

Amén

Yerko Reyes Benavides 

Cada Vez Más

La vida pasa sutil y sin algarabía, cae la noche y súbito llega el día, no hay forma de frenar, todo trajina, mas no le damos cabida en esta rutina a parar, al cielo contemplar y en él descubrir, tu mirarnos en bondad.

Fiel amigo eres, te haces presente, agotas en ternura cada instante, afrontas nuestra afrenta, nos das bienestar, en paciencia sobrellevas nuestra debilidad.

Sosiego eres para el alma, Amado; descanso espiritual, Palabra de aliento, susurro de paz; tregua a mi abatido caminar.

Aun me cuesta advertir que son estos momentos de serenidad que contigo paso, los que me brindan sustento; mis fuerzas refresco en este aliento, sea en vigilia o en el nocturno desierto.

Llámame Señor, y quédate conmigo un rato más, inspira el deseo, infunde el anhelo, y así los afanes del día y los sopores de la noche no interrumpan este querer estar a tu lado cada vez más.

Amén

Yerko Reyes Benavides

Más Allá

Tú vas más allá de mis pensamientos,
las ideas que en mi interior consiento,
los mismos que te ofrezco
cuando los entrego
y a tus manos los encomiendo.

Tú vas más allá de mis sentimientos,
por más enérgicos que sean en mi arrojo,
desperdigándose por ti copiosos,
queriendo hacerse concurrentes
en los que amas consecuente.

Tú vas más allá de mis pretensiones,
conoces mis limitaciones,
no te arredras de mis aspiraciones,
me impulsas,
me empujas,
me llevas a dar
hasta el más pequeño aliento,
no me dejas renunciar,
tú ves más allá de mi final.

Tú vas más allá de mis sueños,
por más grandes que sean mis anhelos,
vuelves tu mirada a mí con ilusión,
te hablan de lo que hay en mi corazón
y te conviertes para ellos en inspiración.

Tú vas más allá,
tanto que atrás dejas al hombre que he sido
y me acoges como al niño,
me abrazas con ternura
y una vez más me animas,
a ser el hombre que ahora soy en tu amor.

Tú vas más allá de mí,
para que yo más allá pueda ir,
de la mano contigo.

Amén

Yerko Reyes Benavides

Los Pensamientos de un Corazón Bueno

Para una Vida Espiritual con Sentido.

San Juan XXIII

En una ocasión Jesús compartiendo con sus discípulos les hacía esta observación:

“De lo hay en el corazón en abundancia, de eso habla la boca” (Mateo 12,34)

Cuando el corazón y la boca se conjugan y se articulan para el bien es un don y ha de haber sido concedido, de forma peculiar y especial, al Papa Juan XXIII pues no has dejado un legado de bondad y compasión que dice mucho de la nobleza de su vida y espiritualidad.

Sin pretender agotar, en pocas líneas, una vida dedicada al servicio de Dios, proponemos en este escrito algunos pensamientos expresados por el Papa Bueno que nos han quedado como herencia espiritual.

Con el corazón puesto en Dios:

"Dios es todo: yo soy nada. Y por hoy basta."

“Los sentimientos de mi pequeñez y mi nada me mantuvieron siempre en buena compañía.”

"Tras una falta, un acto de humildad profunda; luego volveré a empezar alegre, sonriente siempre, como si Jesús me hubiese hecho una caricia..."

La humildad como virtud espiritual:

"A propósito de humildad evitaré en cuanto sea posible el hablar de mí en primera persona"

El propósito de la espiritualidad:

"Alegría siempre, paz, serenidad, libertad de espíritu en todas las cosas."

"No busco ni quiero la gloria de este mundo; la espero muy grande, en el otro."

Con la mirada puesta en las personas:

«Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie»

“Nada de lo que ocurra a los hombres nos debe resultar ajeno.”

“Nunca vaciles en tender la mano; nunca titubees en aceptar la mano que otro te tiende.”

“Me han mirado a los ojos con mis ojos. He puesto mi corazón cerca de su corazón”.

Con la esperanza puesta en el Señor:

“No consulte a su temor, sino a sus esperanzas y sueños. No piense acerca de sus frustraciones, sino sobre su potencial”.

«Nadie conoce los caminos del futuro, pero cualquiera de ustedes que pase la noche solo y angustiado, encontrará en mi ventana una luz encendida»

«Si Dios creó sombras es para destacar mejor la luz»

Que en estos pensamientos encontremos inspiración para nuestra vida de fe y de amor en Dios.

Yerko Reyes Benavides

Petitoria

Llámame y no dejes de hacerlo, no es orgullo si no respondo, estoy en el mundo y su tumulto, mas escucharé el sonido de tu voz, si tú insistes, mi amado Señor.

No te canses de esperarme, si tardo en llegar, no hay maldad de mi parte, me distraigo en lo creado y me olvido del Creador, libérame Señor de lo que me atrapa y me contiene y pronto iré a tu encuentro.

Búscame y no te detengas en el intento, quizá si tú te pierdes entre la muchedumbre y la algarabía, terminemos coincidiendo en las esquinas de la indolencia o encontrándonos en las aceras de la indiferencia.

Pronuncia mi nombre con suavidad, hazlo una vez más, no es vanagloria ni tampoco vanidad, es el encanto que a mi corazón honra, el sonar de mi nombre acariciado por tu boca.

Di que me amas, no habrá pena ya en pecho, ni nada que detenga mi caminar decido a hacerme uno contigo, abrazado a tu Corazón en amor vertido.

Amén

Yerko Reyes Benavides

Me has Amado

Tanto me has amado, Dios compasivo y clemente, que sin mérito de mi parte me abrigas en tu amor trascendente y pones a esta humanidad mía consentida en humildad, delante de tu divinidad.

Me has amado tanto, Dios reverente, que siendo compasivo en tu proceder divino, no has tenido en cuenta mis faltas que han anclado mi espíritu a este suelo irreverente y me has conferido la Vida en plenitud concebida.

Tanto me has amado, amado Señor, que enternecido me has levantado, perdonados mis pecados con ternura mis heridas has curado, y has animado mi caminar por tu Corazón, en Amor por mi traspasado.

Me has amado tanto, oh Dios sincero, que a mi te has dado en Pan del cielo, propicio alimento que restaura y anima mi alma, y con los puros de corazón me concedes contemplar tu rostro sin temor.

Tanto me has amado, Dios adorado, que a tu amor nos has puesto fin, de la mano me has tomado y derribando todo obstáculo en bondad me has llevado, y ahora sin pena, puedo hasta ti llegar y rendir a tus pies, mi corazón de ti enamorado.

Amén

Yerko Reyes Benavides

Una Madre nos fue dada

Una Madre nos fue dada y una Mujer de celestial presencia nos acompaña en nuestro peregrinar de fe en el Amor de Dios, para que en todo y más allá de las dificultades, tristezas o tropiezos que encontremos en el camino, no nos falte un regazo cálido dónde reposar la cabeza; unos brazos firmes que nos abracen con ternura y unas manos delicadas que nos impulsen a continuar.

Una Madre nos fue dada, una protectora regia y una intercesora amorosa, y con ella a nuestro lado poder ser verdaderos Testigos del Amor de Dios en el mundo.

Eres eso y mucho más en nuestro corazón Dulce Muchacha de Nazaret, Madre de Dios y Madre nuestra.

Que en nuestro Itinerario no falte su tierna y maternal presencia. Y en el Rezo del santo Rosario inspiración, fuerza y valor.

Que la Bendición de Dios les acompañe hoy y el amor maternal de María Virgen llene sus corazón siempre.

 

Te amamos Madre con devota admiración.

Yerko Reyes Benavides

Aromas

En el vergel de tus amores
donde se cosechan exóticas flores
mi alma extasiarse anhela,
de los perfumes y los aromas
que exhalas rebosante,
a los que allegas desbordante.

Consumirme en tu regazo
abrasado en el crisol de tus brazos
se exaltan mis deseos,
aromas a oblaciones
consagrados en ardores,
suban como incienso
al altar de tus perdones.

Tómame como a una de tus flores,
siémbrame en el jardín de tus pasiones,
míos serán tu dones,
tuyas todas mis acciones.

Olor a Reino,
perfume a Majestad,
los aromas de tu divinidad
lluevan en mi caminar
hasta consumarme en el ara de tu eternidad.

Amén

Yerko Reyes Benavides

Jaculatorias al Amanecer

Aviva en el alba de mi alma,

como la alborada anima al sol,

el resplandor de tu amor,

mi buen y amado Señor.

Abrázame en tu compasión

y no sueltes mi corazón,

para que te ame con tesón

y a ti me dé sin condición.

Tuya sea mi vida hoy y cada día,

para que mía sea la eternidad por ti prometida.

Amén

Yerko Reyes Benavides

Don

Al alba de esta jornada, que en tu bondad me das como don, te busco mi Señor, contemplarte en cada acción será mi bendición, llevarte a todas partes la dicha de mi corazón.

Acompáñame y quédate conmigo, clemente y compasivo, mi buen Amigo: te haré presente en lo que digo, serás el sustento de la obra de mis manos; tu ternura en este día, será de la guía de mis pasos.

Que en mi pecho lata fuerte un corazón semejante al tuyo, mi Amado Jesús: diligente a la hora de querer, amable al tiempo de servir; totalmente disponible en la caridad, decidido y valiente para andar siempre en la Verdad.

Infunde con tu aliento, hálito suave y vivificador de tu Corazón, el don de tu Espíritu, para que esté día sea en todo, resplandor de esperanza y para todos, presencia viva de tu amor.

Amén

Yerko Reyes Benavides

Querer estar Contigo

Honro tu nombre, bendito y glorioso, Señor, mi acción de gracias elevo, pues de muchas formas manifiestas tu deferencia, nos confortas con delicadeza y tu amor nos das sin reservas.

Gracias buen Jesús, porque diligente es la acción que desborda de tu Divinidad, que nos protege de todo cuanto pueda alejarnos del amor del Padre.

Tuya, amado Señor, es la compasión que nos ofrece la salvación y tuya es también la ternura que pone a nuestro alcance, la protección y la amorosa intercesión de tu preciosa Madre.

Tuyo es el deseo de vernos al resguardo de tu Divino Corazón, mas no es tu decisión; tuya es la entrega que cada día nos presenta, las bondades de tus amores, que aguarda y espera compasivo ser correspondido.

Que no nos falte Señor la moción del Santo Espíritu, que en plena libertad nos permita decidir, el querer estar contigo y permanecer en ti en todo momento, desde este mismo instante en el que comienza un nuevo día, que nos das para la eternidad.

Amén

Yerko Reyes Benavides