sábado, 28 de marzo de 2020

La Cruz

Testimonio de humildad eres,
Jesús amado,
cargando la cruz de los pecados;
la abrazas con fuerza,
tanta, que a tu pecho lastima,
mas no la sueltas,
pues quieres que de ella
ninguno quede fuera. 
No era tuya la pena
pero las quisiste llevar,
para que nadie más
atado a ella estuviera;
en tus labios no hubo queja,
en tu pecho el amor ardía,
por el camino fue tu sustento
más allá de la agonía,
y contigo en la cruz
mi pena y mi dolor quedó extinto. 
En tu fatigado caminar al Calvario
nos enseñas el sendero del Reino,
que no se queda absorto
en la Cruz sembrada en el suelo,
semilla de amor plantada
que en espera está por tu gracia,
dar frutos en abundancia. 
Jesús, mi Nazareno querido,
paciente, humilde y desprendido
danos la virtud y también la fortaleza
de abrazar con valor y decisión
la Cruz, que de ti, nos traerá la salvación.
Amén

Yerko Reyes Benavides

viernes, 27 de marzo de 2020

Palabra de Dios en el Hogar: V Cuaresma

Nunca imaginamos que estando tan encumbrados por nuestra inteligencia, ciencia y tecnología, algo tan minúsculo, apenas perceptible, microscópico, nos iba a cambiar tanto el quehacer de cada día.


Entre las cosas que hemos tenido que modificar, temporalmente, es nuestra vida litúrgica y sacramental. 

Esto, dicho así a secas, parece negativo, insostenible, y no ha faltado quien se ha escandalizado. Sin embargo, nos ha abierto una venta insospechada, dejando entrar a nuestro hogar, un aire fresco, ese que nos recuerda: Dios también está en mi hogar y aquí lo puedo, junto a los míos encontrar, sentir y celebrar. 

Sirva esta nota editorial, mi querido lector, para introducir, y dejar a tu disposición la tercera entrega del Dossier de Pan de Vida: Celebración de la Palabra de Dios en el Hogar. 

En esta entrega encontrarás el Guión la Celebración para este V Domingo de Cuaresma. 


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V Domingo de Cuaresma
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Hacer vivo a Dios en nuestro corazón es la mejor celebración que podemos tener. 
Así que una vez más, les animo a Celebrar la Palabra de Dios, ocasión de gracia y salvación, desde el hogar y con la familia.

Yerko Reyes Benavides
Editor 

jueves, 26 de marzo de 2020

Soñarte

Mantenme despierto, Maestro, para que pueda contigo contemplar esta Verdad que brota de tu corazón y merece ser soñada con los ojos abiertos.

Déjame entrar en contacto con los secretos que guarda tu alma, los que nos acercan a la plenitud de tu divinidad la que la velas y también revelas y compartes con nosotros en humildad.

Tómame de la mano, llévame a recorrer los recónditos parajes de tu ternura, por la que nos aceptas, recibes y renuevas sin tener en cuenta nuestra miseria.

Ayuda a mis manos a realizar lo que por ti mi corazón anhela, lo que sueño en tu presencia, cuando tu amor me inunda y me asciende más allá de esta tierra.

Mantenme despierto Señor que soñarte quiero con los ojos abiertos y el corazón dispuesto.
Amén.

Yerko Reyes Benavides

martes, 24 de marzo de 2020

Oración de Humildad

Alivio y consuelo es lo que te pedimos Señor.

Constante está en nuestros labios tu nombre, y más en los momentos de dudas y dolor.

Eres tú, Jesús, quien nos sostiene cuando nos abandonan las fuerzas de las que nos fiamos y nos sentimos vulnerables y desolados.

Acrecienta nuestra fe, por la que esperamos todo de ti; aviva nuestra confianza, la que nos hace ir al encuentro de tu compasión, por el que recibimos incluso aquello que está más allá de nuestra condición.

En tu Corazón nuestra alma encontrará descanso y nuestro espíritu exultará de alegría, y tu amor lo será todo.

Permítenos abandonarnos por entero en tu bondad y no depender más de nuestro orgullo y vanidad.
Amén

Yerko Reyes Benavides

sábado, 21 de marzo de 2020

Palabra de Dios en el Hogar: IV Cuaresma

Con esta pequeña nota editorial, dejo a la disposición de ustedes esta segunda entrega de nuestro Dossier Pan de Vida: Celebración de la Palabra de Dios en el Hogar.


Esta es un propuesta sencilla y simple, de mantener encendida la llama de la Fe a través del alimento espiritual que recibimos por medio la Palabra de Dios.

Como ya se explicó en anterior ocasión la Celebración tiene un carácter de encuentro festivo más que de rito o liturgia. Sin embargo no por ello deja de tener una estructura y dinámica que, hemos y con toda razón, denominados: Momentos.

Les animo a Celebrar la Palabra de Dios, ocasión de gracia y salvación para nosotros.


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IV Domingo de Cuaresma

Yerko Reyes Benavides
Editor

jueves, 19 de marzo de 2020

Dios sigue Aquí

Dios continua amando hasta el extremo

Dios sigue aquí.

Dios sigue presente, en nada se ha hecho ausente.

Dios sigue estando donde siempre ha estado.

Dios no se ha ocultado, ni se ha vuelto lejano.

Dios no se ha mudado, ni ha dejado su lugar.

Dios sigue a nuestro lado aunque no lo veamos.

Dios no ha cambiado, ni su corazón ha endurecido al punto del castigo.

Dios sigue hablando al entendimiento en los signos de los tiempos.

Dios sigue convocando aunque no sea en el mismo lugar.

Dios sigue llamando.

Dios sigue anunciando.

Dios sigue perdonando más allá de los formulismos.

Dios sigue observando y su mirada sigue estando llena de ternura y compasión.

Dios sigue amando hasta el extremo.

Dios sigue haciéndose alimento aunque la forma en la que nos da el mana no sea igual.

Dios sigue esperando al que se ha marchado, y bendiciendo al que de él se ha aparatado.

Dios continua creyendo en esta humanidad nuestra, en ella ha puesto toda su confianza.

Dios sigue aquí, donde siempre ha estado, íntimo y cercano, más Padre y también Hermano, infundiendo su Don y su virtud, para que saquemos fuerzas de la debilidad y nos pongamos de pie y proclamemos que vive y vivirá en nosotros, y nosotros en él, ahora y por toda la eternidad.
Amén

Yerko Reyes Benavides

miércoles, 18 de marzo de 2020

Celebración de la Palabra en el Hogar

Aspectos Prácticos 

En la mayoría de nuestras casas existe una repisa, un esquinero, o mesita en la que están reunidas la mayoría de nuestras imágenes, estampitas y objetos de devoción: es nuestro altar doméstico.

Para la Celebración de la Palabra en el Hogar, no se necesita más que eso: un lugar sencillo y digno en el cual colocar una velita encendida, la Biblia en el centro de la mesa y un crucifijo acompañándola.


Dispuesto este pequeño altar doméstico, se reúnen los miembros del hogar para la Celebración de la Palabra. Uno de los participantes hará las veces de Director (D/) de la ceremonia quien dirigirá la celebración en sus diferentes momentos, sin embargo, todos tendrán participación activa en ella, pues se necesitara el concurso de todos en su desarrollo (lecturas, peticiones, cantos).

Teniendo listo en nuestra casa este rinconcito de fe celebrativo, y con el material a la mano (Guión de la Celebración) procedemos con dignidad y respeto que merece a realizar esta acción festiva entorno a la Palabra de Dios en nuestro Hogar.
Abro un paréntesis acá, para puntualizar que el uso que le estamos dando al término “Celebración” está más cercano a la acción de festejar que al sentido ritual con el que muchas veces entendemos el término.
La Celebración consta de Cuatro Momento: Momento de Inicio, Momento de la Palabra, Momento de la Comunión Espiritual y Momento de la Bendición. Estos cuatro momentos será la estructura para cada Celebración de la Palabra en el Hogar.

Aprovecho la Solemnidad de San José, esposo de la Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios y nuestra, para entregarles un Guión completo, simple y sencillo para puedan realizar en sus Hogares la Celebración de la Palabra de Dios.

En este Guión está el esqueleto básico de pasos y la secuencia sobre el cual se estructura la Celebración de la Palabra en el Hogar. 

¿Qué permanece constante? 
La estructura, el orden y secuencia. 

¿Qué cambia en cada Celebración de la Palabra? 
Las oraciones, las lecturas de la Palabra de Dios, las peticiones.


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Yerko Reyes Benavides

Celebrar la Palabra en el Hogar

Por el Bautismo hemos recibido la gracia de ser hijos de Dios. Esta filiación se manifiesta a través de una tripe exaltación de nuestra humana naturaleza, que conlleva a su vez una triple misión. Con la unción del Crisma hemos sido constituidos: Sacerdotes, Profetas y Reyes. 

Nuestra naturaleza caída ha sido levantada por la misericordia de Dios. Y lo que el pecado menoscabó en nuestra existencia, el amor de Dios lo restituyó. Por tanto, somos sacerdotes con la tarea de la santificación propia y de la de los que comparten con nosotros nuestro peregrinar en el mundo. Somos profetas, con la sublime misión de anunciar la palabra de Dios y denunciar las injusticias y el pecado. Y hemos sido consagrados reyes, no con la misión de regir o gobernar la creación, sino de protegerla, custodiarla y cuidarla. 

En virtud al Sacramento del Bautismo, todos somos “legítimos ministros” de la Palabra, por la cual nos santificamos, santificamos, comunicamos y compartimos el designio de Dios; por medio de ella hacemos lectura de los signos de los tiempos que nos revela la Voluntad del Padre y, procuramos el bien común a través de la construcción del Reino de Dios. 


Celebrar la Palabra, es pues, una acción que nos corresponde por derecho bautismal, que nos faculta para ser “ministros” es decir, servidores, del don de Dios que se comparte en esta acción ministerial. 

En el orden de lo práctico, y no queriendo hacer de este escrito un compendio doctrinal y apologético, la Palabra de Dios, dicho en forma sencilla, está al alcance de nuestra mano, sin el concurso de intermediarios. He “escrito mi ley en tu corazón” (Cf Jr 31,33), nos dice el Señor, y su ley no son un conjunto de normas, sino su Palabra que resuena viva y amorosa en el interior de nuestro ser. 

Estos tiempos, y estas circunstancias específicas, se nos presentan como una ocasión para encontrar nuevos espacios, y lugares para Celebrar la Palabra, no como una simple acción ritual, sino como un convite de alegría y regocijo que exulta nuestra alma que vibra en la y por la Palabra de Dios.
“La hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adorarán ustedes al Padre” (Jn 4,21) 
Y efectivamente ha llegado este tiempo anunciado por el Señor. Será pasajero y circunstancial en algunos aspectos de nuestra práctica devocional, sin embargo, dejará encendida la llama de renuevo (paradigmático) si sabemos hacer lectura de fe del designio de Diosm a través de los signos de los tiempos presente: 
“Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad” (Jn 4,23; Cf Lc 12,54-59). 
Este texto del Evangelio -citado-, Palabra de Dios, nos da la oportunidad para reflexionar sobre el lugar propio de la Palabra y las diversidad de formas para Celebrarla, siempre y en todo momento, como una acción real que propicia un encuentro vivo con el Señor. 

No existe el “Sacramento de la Palabra”. Los siete Sacramentos de la Iglesia contienen en su estructura (rito-rúbricas) la proclamación de la Palabra de Dios que se integra al don de la gracia que procura en su conjunto, al ser administrado. 

Quizá para nosotros el Sacramento que más propicia un encuentro significativo con la Palabra es la Eucaristía, mas ella es parte de su todo; sólo que ocupa  un lugar propio en la dinámica sacramental, el cual concomemos como Liturgia de la Palabra y no Sacramento de la Palabra

Pensar que podemos Celebrar la Palabra en el Hogar fuera del contexto de los sacramentos no ha de resultarnos extraño, ni ajeno, ni mucho menos una ofensa a Dios. 

Más ofensa, pudiera resultar tener una Biblia en el hogar como objeto de decoración, y no como medio de gracia que nos acerca a Dios a través de su Palabra en ella contenida. 

Más allá de las circunstancias que atravesamos en estos momento, pero sabiendo hacer lectura de los signos de los tiempos que presenta, llenos de fe y con la esperanza puesta en la Misericordia del Señor, que es como la brisa suave que sopla, e inspira: Celebremos la Palabra de Dios en nuestros Hogares.

Esta solicitud no es una sugerencia, petición u orden; es más bien, una invitación y un llamado a darle el lugar que merece la Palabra de Dios en propia casa. 

"Dios 
no se ha ido 
ni apartado de nuestro lado, 
ahora es tiempo que lo sintamos: 
tan cercano,
tan nuestro, 
tan íntimo ,
como siempre ha estado, 
en nuestro hogar". 

 Yerko Reyes Benavides

lunes, 16 de marzo de 2020

Oración de Humildad

Alivio y consuelo es lo que te pedimos Señor. 
Constante está en nuestros labios tu nombre, y más en los momentos de incertidumbre y dolor.  
Eres tú, Jesús, quien nos sostiene cuando nos abandonan las fuerzas de las que nos fiamos y nos sentimos vulnerables y desolados. 
Acrecienta nuestra fe, por la que esperamos todo de ti; aviva nuestra confianza, la que nos hace ir al encuentro de tu amor, por el que recibimos incluso aquello que está más allá de nuestra condición y posibilidad. 
En tu Corazón nuestra alma encontrará descanso y nuestro espíritu exultará de alegría.  
Permítenos confiar por entero en tu bondad y no depender más de nuestro orgullo y vanidad. 
Hazte sentir, Señor en ternura, compasión y misericordia, ahora y siempre. 
Amén

Yerko Reyes Benavides

domingo, 15 de marzo de 2020

Vencer el Miedo

El miedo nos invade, toca a las puertas de nuestra vida,
llega de manera violenta, se manifiesta de formas diversas,
a veces es tristeza, otras preocupación, también es enfermedad,
peligro y la soledad,
pero la más grave de todas,
pues se apodera del corazón e invade el alma,
es la que viene en forma de desconfianza pues se roba la esperanza
la certeza de que Tú estás más allá de todo mal
y jamás nos abandonará tu misericordia y tu bondad.

En estas horas de desasosiego, llénanos de tu fortaleza Señor,
infunde en nuestro corazón tu valor y también la seguridad
que aun en medio de la dificultad,
todo será para bien aun cuando tengamos que transitar los “valles de lágrimas”.

Abunde en nosotros tu gracia, la que nos hace ser fuertes en tu amor,
para que podamos dar aliento de vida
y ser luz en medio de la tiniebla del llanto y del dolor.

De tu Corazón somos heraldos, que en nuestra fe y caridad vaya tu palabra,
la que aviva la esperanza, de esperar todo de ti,
pues tu Sabiduría es más grande que nuestra ciencia.

Ayúdanos a vencer el miedo y acompáñanos ahora y siempre,
y por los siglos de los siglos.
Amén

Yerko Reyes Benavides

miércoles, 11 de marzo de 2020

No me Falte

Señor Jesús me pueden faltar las palabras para decirte lo que siento en mi interior, pero no me falte el amor desbordado de tu corazón

Señor Jesús me pueden faltar la fe para confiar en tus designios y entregarme a ellos por entero, pero no me falte tu amor que pone en mi tu confianza.

Señor Jesús me puede faltar el valor para emprender aquellos caminos que tu Reino me pide que transite pero no falte la fuerza de tu Espíritu que me lleve a recorrerlos por entero. 
Señor Jesús me puede faltar el ánimo y en ocasiones el deseo, más no me falte el anhelo de siempre querer estar en tu presencia, y que tú en mi te hagas presente. 
Señor Jesús, me puede faltar este corazón de carne que late en mi pecho, pero no me falte tu corazón que late en amor, en amor por mi traspasado.
Amén

Yerko Reyes Benavides

martes, 10 de marzo de 2020

Sálvame

Sálvame Señor de todo aquello que quiera impedir mi encuentro contigo.  
Sálvame Señor de los que pretenden alejarme de tu verdad y entorpecen en mí la justicia de tu corazón, la que me ha de llevar por las sendas de tu paz.  
Sálvame Señor de la gente que se harta de piedad y se vacía de bondad, caridad y solidaridad.  
Sálvame Señor de aquellos que apelan a la religión para ganar fama y prestigio, buscan el reconocimiento de los hombres y se alejan de tu corazón. 
Sálvame Señor de aquellos que tienen y no les basta y ambicionan tener más, incluso lo que no se puede; ponen precio a todo mas olvidan el valor que hay en todos.  
Sálvame Señor de convertirme en lo que reprocho, protégeme y cuídame y a mi corazón  hazlo humilde, manso y dócil como el tuyo. 
Amén

Yerko Reyes Benavides

lunes, 9 de marzo de 2020

Enséñame

Pensarte Señor no es suficiente, a ratos contemplarte no alcanza.  
Enséñame a estar siempre contigo, a no dejarte, a llevarte conmigo y a irme contigo. 
Enséñame Señor con ternura que el existir de mis días han de ser para ti.  
Enséñame que la vida en ti vivida toda no sólo ha de ser espejo de tu divinidad, sino expresión de las alegrías celeste que ya dejaste contendida en Reino que te pertenece y en nuestras manos dejaste.  
Enséñame, ahora Señor, que lo más divino que hay en mí, es amar como tú.  
Enséñame Señor Jesús que no hay ningún amanecer más luminoso, refulgente y cálido que el despertar en el cielo índigo de tu corazón.  
Enseñan, Señor, y has que así lo viva cada día que el sol radiante de tu Amor, ese amor con que Amas , el Amor con el que a mi amas, y así, Jesús amado, amar con tu amor; amar como tu amas; amar lo que tu amas, y amar a quien tu amas. 

Amén

Yerko Reyes Benavides

domingo, 8 de marzo de 2020

A ti, Mujer



A ti Mujer...

Estás llena de prodigios y virtudes,
Mujer… Bendecida por Dios
porque puedes dar vida.

Hoy quiero entregarte mi gratitud
porque sabes sanar las heridas del alma;
también calmar esa tempestad del corazón
y de los impetuosos pensamientos.

Mujer,
tú muchas veces no duermes
por ser guardiana y custodia
de los sueños de los que amas.

Dios te bendiga, mujer bendita,
y colme tu corazón con los nobles
sentimientos que tu ser comparte
y trasmite a través de delicadas
manos y suaves miradas.

Eres sol de amanecer
en la vida de los que contigo
caminan en este mundo
falto de lo que tú entregas:
Corazón, Amor, Vida Sentimiento y Ternura.

Anónimo

jueves, 5 de marzo de 2020

Pan Eucarístico

Un poema hecho Oración.
Una oración hecha Poema. 


El alma lo sabe
y el corazón lo siente,
el espíritu se hace consciente:
no hay amor más grande
contenido tan humilde,
como el que ha de encontrase
sencillamente al acercarse,
a este pan partido en pedazos;
donde quedas cautivo,
de amor fugitivo.

Pan eucarístico
que en tu interior escondes a mi Señor amado,
no me quede en tus migas
pensando en que son de mi alma amigas,
tú escondes y a la vez revelas,
deja que mi cuerpo siga en ayunas
mas nutre mi corazón
para que pueda corresponder en amor
al que se ha hecho prisionero
de tu fugaz alimento.

Hogaza de trigo y agua
banquete que no sacia,
no importa que de tu esencia
no quede satisfecho,
cumple eso si tu misión,
lléname de su amor:
el amor del Amado
a quien sujetas,
y mi alma quedará plena
de la gracia que por su bondad
en ti él me entrega.
Amén

Yerko Reyes Benavides