viernes, 26 de noviembre de 2021

Amado Mío

Amado mío,
destila como un rocío
el perfume de tu pasión,
quede de él impregnado el camino
donde grabados permanecen los pasos,
de tu venir en ternura y compasión.

Será este el bálsamo de tus bondades
y el aroma de tus verdades
lo que de aliento a mi esperanza
que por ti no duerme ni descansa
mientras vigila en tu promesa.

Apremia universo entero
el alba inmortal del Eterno,
florezca el amanecer soñado
que trae entre sus brazos
al Rey del alma adorado,
que mi ser en deseo espera traspasado.

Majadas asomen al Cordero,
nubes del cielo abran el sendero
al Dios sempiterno y verdadero,
no sea por más dilatado
el avanzar presuroso del Amado,
que mi corazón aguarda enamorado.
Amén

Yerko Reyes Benavides

lunes, 22 de noviembre de 2021

Destello

En un destello, Dios se da por entero;
tan sólo el pequeño brillo de tu candor es lo que quiero,
quedarme no deseo en el fulgurar de lo pasajero,
pues por el centelleo de tu eternidad mi vida entrego.

Cálido es el fulgor de tu majestad
por él mi existir se exalta
mi alma te alaba,
mi espíritu te aclama
y mi corazón te reclama.

Abolida en mi interior queda la oscuridad plena
derrotada de mi ser la abyecta soledad,
el resplandor de tu luz mi noche llena
y en ella llega el rutilar de tu divinidad.

Por un destello de tu amor mi vida doy,
de tu ternura heredero soy,
vuelve a mi tu mirar en devoción,
transfigurado sea en el fulgurar de tu compasión.

Amén

Yerko Reyes Benavides

A tu Corazón

Señor Jesucristo, te acercas a nuestra vida, persistes en tu venida; hacerte uno con nosotros es tu decisión, insistir es tu intención, que tu amor se haga morador tenaz de nuestro corazón.

Te ocupas, Amigo fiel, de nuestro bienestar; tu caridad se manifiesta en nuestra debilidad; olvidas para siempre cada pecado y de la ignominia nos levantas; restaurada queda en tu bondad nuestra dignidad.

Que las horas de esta vida no pasen en vano, Dios y hermano, tómanos de la mano, condúcenos por tus senderos, arráncanos del universo y sus linderos, llévanos al cielo, al lugar que despierta nuestro sueño.

Sea tu amor, Amado Señor, la certeza que nos guíe; la fuerza que nos de valor, la bondad que inspire nuestra compasión, y la convicción que nos lleve a tu Corazón.
Amén

domingo, 21 de noviembre de 2021

Llegada la Noche

Mi espíritu por ti suspira al clarear la mañana; mi corazón te busca en el devenir de cada jornada y al caer la noche, Dios bueno y clemente, mi alma por ti aclama.

Estoy de camino, Señor, sal a mi encuentro; la oscuridad a mí se aferra, inagotable se vuelve la senda; ven en mi ayuda, resguárdame en tu ternura.

Aciago es el instante que no voy de tu mano, un desierto se vuelve el paraíso cuando no estoy a tu lado; no me sueltes ni de mi te alejes, llegada la noche.

Sea tu pecho, amado Señor, mi lecho, cuando en el ocaso te busque, pues queriendo estoy entrar en tu descanso y asilado por siempre quedarme entre tus brazos.
Amén

Yerko Reyes Benavides

viernes, 12 de noviembre de 2021

Amada María

Mucho he buscado, tanto he caminado, esperando encontrar en el afán del vivir desenfrenado, esa felicidad prometida, que tanto el mundo prodiga.

Desgastados han quedado mis días de esfuerzos, remando en mares ajenos, las noches y las quimeras se han perdido, entre la bruma y el ocaso sin luna.

La desilusión mis pensamientos caló, la desesperanza sus espinas en mi espíritu clavó; sólo mi alma quedó clamando a lo alto, protegiendo entre sus brazos los sueños de mi corazón.

Aquel destierro terminó, y aunque mis pasos siguen dejando huellas en este desierto, mi ser suspira en la certeza de tu ofrenda y mi alma se inspira en las bondades de tu promesa.

Mi vida hoy se hace nueva, en los fervores que tu presencia deja, la ilusión de tus amores despierta mi espíritu y el deseo en su vuelo de tocar el cielo.

Al fin lo he encontrado, un lugar para mí, y sin haber del todo llegado a ti, lo único que importa es estar contigo a su lado.
-Amada María-
Amén

Yerko Reyes Benavides

jueves, 11 de noviembre de 2021

Presencia

Aunque no estés cada vez a mi lado, sostenido con fuerzas mis manos; aunque tu mirada no se pose sobre mí, ni tus labios susurren mi nombre, sé que estás ahí, te puedo encontrar y hasta ti llegar y en tu regazo reposar.

No necesitas quedarte por siempre, basta que me digas que por mí nunca estarás ausente, y en tu pasar armonioso, quedarán grabadas las hullas de tu caminar amoroso, por mis pensamientos de ti prendados y en mi corazón de ti enamorado.

Me basta la seguridad de tu presencia y la certeza que me das de estar, delante de mí para guiarme, detrás de mí para impulsarme, por debajo de mi para sostenerme, encima de mi para levantarme y en todo y cada lugar para amarme.

No queda en mi temor, la oscuridad ya no asusta a mi corazón, y aun cuando no esté contigo a cada instante, tu amor en mi pecho late incasable y sostiene la convicción que del peligro me defiendes, tú eres la luz que se enciende y acampa en los valles de mis soledades.

Si en algún momento en el yermo me veo sorprendido, entenderé Amado mío, que tu paso en mí ya has emprendido, los signos de tu amor han quedado en el camino, para que mi espíritu peregrino en pos de ti emprenda su destino.
Amén

Yerko Reyes Benavides