lunes, 31 de diciembre de 2018

Cielo

Seguiré mirando al cielo;
pues este cielo 
que mis ojos hoy miran, 
no es el mismo que el de ayer 
ni será el de mañana.


Aunque hoy como ayer 
y tal vez también mañana 
se sigan nubes pintando 
de hermosas formas 
y se muestre una luz refulgente 
que calor infunda al alma; 
este lienzo de límpido celeste, 
lo seguiré mirando. 


Insistiré y perseverante lo haré: 
continuaré elevando mis ojos 
y en el firmamento buscándote estaré; 
entregado a la contemplación taciturna 
del amanecer o del ocaso en su encanto. 


Y ahí, te lo aseguro; 
siempre, y por siempre
esperándote estaré,
 -Amado-
de este corazón añorado.

Yerko  Reyes Benavides

Reflexión: Un 31 de Diciembre

"En Dios no existe el tiempo: ni ayer, ni hoy, ni mañana. 
La Eternidad es suya y esta no se marca 
por las agujas de un reloj o las hojas de un calendario. 
Dios es Alfa y también Omega
No como una linea que uno dos puntos, 
lo es a la vez"
(Yerko Reyes Benavides)

El 2018 está llegando a su fin; al menos eso es lo que se dice por todas partes.

A lo que pienso: no, no es un día diferente al resto de los días del año. No trae ni más ni menos horas; los minutos no corren más rápido, ni los segundos más lento. No hay acontecimientos cósmicos extraordinarios que no se correspondan al orden natural del universo.

Con sus 24 horas normales, siendo un día más, como otros tantos, no pasa nada si buscamos alejarnos de la algarabía de las supersticiones con las que este día se ha revestido. Escaparnos un rato de la vanidad del consumo indiscriminado; ¿consumo de qué? de lo que sea. Refugiamos dentro de nuestra intimidad y ahí respirar tranquilos un buen rato, pues sólo ahí podemos ser, sin más. 

Estando en nuestro yo y mismidad, nos da la oportunidad de agradecer lo que se nos ha dado, lo que por nuestro esfuerzo y mérito hemos alcanzado y, de paso aprovechamos para hacer consciencia de que los días por venir, dependerán de nosotros mismos y de la gracia de Dios que haya en nuestro interior; esa que hemos propiciado y que seguiremos buscando.

Lo necesitamos, ¿qué? un poco de silencio. Por tal motivo nos damos un chance, en medio del cúmulo de cosas con las que atiborramos este día, para pedirle a Dios que no nos falte su auxilio, su gracia y misericordia.

Renovados en voluntad espiritual, hacernos el propósito verdadero de ser causa y ocasión de los cambios y la transformación que este mundo necesita, claro está, empezando por propia casa.

Así pues, no te voy a decir lo que se suele decir este día: "te deseo lo mejor"; "que la suerte te acompañe en el venidero año"; "Que el próximo sea mejor que este que termina"… etc.


No, porque me siento tu amigo y tu hermano, y por eso, no voy a colaborar contigo en tus creencias mágicas, ayudándote a invocar los inexistentes dioses de la "fortuna" y "el azar".

Lo que si voy a hacer en este día es pedirte que te detengas conmigo y me acompañes un momento y juntos nos demos cuentas que la vida es perfectible, es decir que siempre se puede ser mejores, y que eso no depende de la suerte, sino de un trabajo constante; la intervención consciente en la propia existencia: la mía, la tuya; la de muchos (familia por ejemplo).

¿Quieres un año nuevo mejor?: mejora tu condición interior, la calidad de vida espiritual que llevas y, lo demás llegará a ti solo. Te lo repito nuestra humanidad está dotada de una hermosa virtud: como personas siempre podemos ser mejores y se nos da el regalo del tiempo (sólo que este pasa rápido, y la vida se nos puede ir en un suspiro; no nuestro, sino el de Dios).

La perfectibilidad está en cada uno de nosotros y el mismo Jesús la reclamó al ver que las personas en vez de surcar los cielos con sus alas desplegadas, prefería pasarse la vida picoteando las migajas del suelo.

El primer paso en el itinerario de la perfectibilidad es la introspección, es decir hacer el camino hacia nuestro propio interior; ya te lo había dicho.

Esto no lo realizamos con tanta frecuencia, ni si quiera en cuaresma, porque hacer ese recorrido es, con toda seguridad encontrarse con cosas que no nos van a gustar de nosotros mismos y que ameritarán un verdadero trabajo; algo en lo que no estamos dispuesto a invertir ni tiempo ni recursos. A la final terminamos diciéndonos, que es nuestra torpe manera de justificar nuestra decidía: “¿para qué? ¡Así estoy bien! ¡El que me quiera que me quiera como soy!.

Si de verdad quieres que el venidero año sea algo diferente, no te vista de amarillo; no saques con desafuero y desesperación unas maletas a la calle (te ves ridículo, te lo digo con cariño), ni tampoco te atragantes con uvas pidiendo un deseo para cada mes del año. Eso no funciona. Ninguna de esas cosas va a marcar ninguna diferencia. Lamento quitarte la inocencia: la “diosa fortuna” no existe.

La que si existe es tu determinada determinación de hacer la diferencia. Esa cuesta. Pero cambiando tú cambias todo lo demás. 

Entonces, en este día que lo diferente no sean los rituales que utilizas para invocar el “azar y la "fortuna”. A las doce de la noche lo único que pasará es que la tierra emprenderá una vez más como lo ha hecho desde hace millones de años un nuevo ciclo de traslación. 365 días le llevará  darle una vuelta más al sol; nada más. Los que vaya a pasar en ese período te tiempo no de penderá ni de los astros, ni del cosmos, ni de los demonios danzantes, tampoco del azar, sino sólo de ti. 

Hay en el mundo problemas reales que necesitan gente consciente, dispuesta a esforzarse para que en el tiempo que dura esa traslación haya menos gente pasando hambre, más personas con trabajos estables, que las instituciones cuya misión es servir a la comunidad, funcionen; que los políticos dejen la retórica trasnochada y que su verborrea no sea distracción para llenar sus bolsillos con el erario publico y de verdad se ocupen del bienestar de los ciudadanos. Que la educación llegue a todos, que la gente que vive situaciones de indignidad y humillación puedan ser ayudados para mejorar su calidad y condición de vida; que haya medicinas en los hospitales y comida en los anaqueles.

Cuando entiendas que el protagonista de tu existencia eres tú mismo y no la fortuna, la magia, los mitos, los ritos esotéricos que practicas entonces, sólo entonces por fin un ciclo nuevo para el universo comenzará, porque con tu “metanoia” habrá un cambio sustancial traerá un “big bang” espiritual que estremecerá el universo.

Y mi saludo del fin del ciclo de traslación de la tierra en este 2018, lo que tu llamas año, hoy será, lo que en otras ocasiones me has leído:
Piensa – Medita – Ora – Decide – Actúa. 
Con mucho respeto y consideración de mi parte para ti, que a la final te aprecio mucho, y ese cariño está presente hoy y siempre.

Yerko Reyes Benavides

domingo, 30 de diciembre de 2018

Sagrada Familia


Sagrada Familia: Jesús, María y José

"Sagrada Familia, ayúdanos a realizar 
en nuestra propia vida la vocación al Amor; 
el mismo que en ustedes había en el hogar de Nazaret" 

Señor Jesús no sólo te hiciste hombre, sino en todo semejante a nosotros.

No te privaste del gran tesoro de vivir en una familia.

Dios Eterno al mundo viniste, en silencio y calma llegaste. Vientre de madre hogar de humanización; brazos de padre para recibirte.

María y José: en ellos el Amor Divino desbordaría; madre y padre serían; sus corazones consagrados por siempre al Verbo de Dios hecho carne estarían. Familia ya por siempre serían.

Jesús, en Belén naciste en medio del regocijo de José y María. A Egipto fuiste llevado, María y José preocupados. En Nazaret creciste, mas tu hogar no estuvo en lugar alguno sino en el corazón de los que con amor te recibieron: los primeros José y María.

Familia de Nazaret ahora nuestros ojos en ti se posan. Nuestro corazón de regocijo se exalta:
¡Qué gran Misterio Divino ahí se vivía!
No, secretos no había pues entre Jesús, María y José lo que existía era el más grande, sincero e incondicional Amor, y en él familia se hacían.

Sagrada Familia, ayúdanos a realizar en nuestra propia vida la vocación al Amor; el mismo que en ustedes había en el hogar de Nazaret.

Se expanda en nosotros el corazón por el testimonio de ustedes dados y no nos falte la fuerza y la gracia para hacer de nuestro hogar un santuario donde habite Dios.
Amén

Yerko Reyes Benavides

sábado, 29 de diciembre de 2018

Altar y Sagrario

"Jesús, haz de mí como lo hiciste de María, 
altar de tu amor y sagrario de tu gracia" 

Señor Jesús querías hacerte tan pequeño y frágil, tan humilde y sencillo, tan débil y limitado, tan de nosotros necesitados, que te arriesgaste y confiaste y en las manos de María tu divinidad entregaste.

Tu deidad en la Virgen fue hecha carne, la misma que un día en alimento de salvación convertirías y, a la humanidad invitarías a llenarse de la gracia que al alma satisficiera, haciendo de ella, en cada vez, más plena. 
Dios omnipotente dependiente del amor y cuidado de María, Mujer te hiciste: locura de tu amor divino.  
Ella fue el primer Altar de tu amor.  
Ella en su cuerpo consagró tu carne con la que a tantos alimentarías.  
Ella proclamó con humildad la grandeza de la Palabra que en ella hecha carne se entregaba.  
Ella, mujer de sensible alma, sagrario de tu amor se hizo, pues en su corazón guardaba y contemplaba la bondad que por ti en ella desbordaba y con nobleza generosa tu ternura prodigaba a la humanidad de ti necesitada.
Tan grande y majestuoso Dios hecho hombre, y sin embargo de nuestra fragilidad de hiciste prisionero, para desde la cárcel de nuestra ignominia poder desatar la fuerza de la majestad que en nuestra naturaleza como perla preciosa habías escondido. 
Jesús, haz de mí como lo hiciste de María, altar de tu amor y sagrario de tu gracia.  
Que a ti te lleve como mi más preciado tesoro, prisionero liberto de mía corazón y en mis actos de cada día te haga presente, te muestre, y también te entregue y a todos, enseñe que tu amor es el único que se necesita para en este mundo vivir la alegría de ser otro Cristo.
Amén 

Yerko Reyes Benavides

viernes, 28 de diciembre de 2018

Coraje y Determinación

"Señor, dame la decidida determinación
de ser el primero en cambiar y hacer
de mi corazón puro e inocente como el tuyo"

Señor, y Padre Dios que desde el cielo velas y cuidas de cada uno de tus hijos. Para ti no son ajenos los peligros y los riegos a los que están sometidos los pequeños y sencillos, los humildes y los pobres, los niños concebidos y los ya nacidos, las mujeres y ancianos, los hombre vulnerados por la pobreza, el hambre y el abandono.  
Al ver el rostro adolorido, el cuerpo de tantos heridos, la impotencia de muchos en sus rostros marcada; la rabia acumulada que en odio y resentimiento muchas veces se convierten; el desamor de los no amados ni en cuenta tenidos; el miedo y la resignación, la desesperanza de tantos al verse solos, abatidos y desasistidos: me pregunto ¿Dónde estás tú, oh Dios?  
Tu corazón de Padre se duele de la miseria, la tragedia de aquellos que elevan su voz buscando no sólo tu consuelo sino tu divina intervención: la justicia que proviene de tu amor.  
El sufrimiento y la muerte del inocente no te complacen, Padre. Nunca lo hizo, no es tu decisión. Tú no lo provocas, ni tampoco lo quieres; mas ¿cómo intervienes en el corazón del hombre en el que tu amor no existe?  
A ti afín no eras el dolor, aunque con fuerza lo abrazaste y tuyo lo convertiste.  
Tuya no era la vergüenza más la recibiste y en amiga la hiciste.  
Tuyo no era el abandono, la soledad ni mucho menos ser herido por el desamor y la traición, mas nos los dejaste pasar y en tu corazón los acogiste.  
A ti no te pertenecía la humillación, la vejación, la marginación como si la temporalidad a ti te esperara para castigarte, pero la asumiste con valor y arrojo. 
Te hiciste el más pequeño, para que el último fuera el primero y así destronar de su orgullo y vanidad a los que del mundo se consideran sus dueños y al ser humano tratan como despojo.  
Hoy Señor, cuando contemplo con agobio y tristeza que siguen y continúa sin más la muerte tantos inocentes: dame la fuerza y el coraje, por la gracia del Verbo en mi encarnado de, llevar al corazón de los que sufren tu consuelo, palabras de aliento y esperanza.  
Dame el coraje de acompañar la palabra con acciones reales que traigan de ti la Justicia, y con ello exaltar al humilde, devolver la dignidad al humillado, y anunciar con determinación la conversión del corazón.  
Pero antes, Señor, dame la decidida determinación de ser el primero en cambiar y hacer de mi corazón puro e inocente como el tuyo y, así a ti contemplarte como tú eres, para poder llevarte siempre en mis pensamientos, palabras y acciones.
Amén
Yerko Reyes Benavides

jueves, 27 de diciembre de 2018

Fe

Señor, dame una fe que no necesite de ti prodigios, 
ni mucho menos portentos; 
una fe que no busque sino solo entrega. 

Señor, dame una fe tan fuerte que no necesite nada más para en esta vida caminar como si ya mis pies tu cielo recorrieran; el mismo que prometiste a los que hasta el final fieles fueran.  
Señor, dame una fe tan grande que aun siendo muy pequeña resista a los sinsabores y tristezas de este mundo, con la certeza que aunque en el cielo estás, conmigo vas y a mi lado caminas.  
Señor, dame una fe que aunque no mueva montañas ni árboles siembre en el mar, haga el milagro más importante: amar a todos incluso aquellos que buscan perderme y el mal hacerme.  
Señor, dame una fe que no necesite de tus prodigios, ni mucho menos de tus portentos; una fe de servicio que no busque tus milagros sino la humildad en la entrega.  
Señor, dame una fe que no necesite ver para saber que todo cuanto un día prometiste ya lo diste y tu amor me entregaste y ello basta para que mi humanidad en ti se haga nueva y renueve todas las cosas, hasta las más pequeñas: hombre de divinidad revestido en tu amor ya soy.  
Señor, dame una fe tan peculiar que me haga encontrar la gracia cotidiana para alejar de mí el mal que no es mi deseo y, la fuerza y el coraje de hacer el bien que es mi más profundo anhelo.  
Señor, dame una fe inquebrantable, una fe sólida como la roca, una fe que no se paralice ante el peligro; una fe osada para hablar del amor divino; una fe del “Si” a la Voluntad de Dios aunque la mía contravenga: la fe del granito de mostaza.  
Dame, Señor una fe vivaz, audaz, locuaz, desvergonzada, atrevida, valiente y decidida; pero sobre todo Jesús, una fe sencilla que te ame más que a nada ni a nadie, y que en el amor a ti al mundo transforme, lo cambie y lo haga siendo humano, más divino: a ti más semejante. 
Amén


Yerko Reyes Benavides

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Metanoia más que Conversión

Con bastante frecuencia estamos utilizando el término “Metanoia” para referirnos a una “actitud espiritual” que es ocasión para la persona de marcada“renovación interior”

Sin embargo, no nos hemos detenido a considerar lo que el término en toda su amplitud nos puede aportar y que justo apuntalará la actitud que consistentemente  marcará la diferencia, ocasionando este cambio íntimo y profundo. 

La Metanoia no se da por casualidad, ni tampoco por un simple propósito o una buena intención. Es la necesidad consciente que viene del mismo interior de la persona; no se equipara a uno de esos propósitos, de los muchos que se hacen, sobre todo en la vida religiosa, litúrgica y cultual, más que en otros ambientes y, que no se toman muy en serio, más allá del momento que los inspira. 

Miremos primero lo que el término etimológicamente significa.
Metanoia (del griego μετανοῖεν, metanoien, cambiar de opinión, arrepentirse, o de meta, más allá y nous, de la mente). Su significado literal del griego denota una situación en que en un trayecto ha tenido que volverse del camino en que se andaba y tomar otra dirección.
Por otra parte el vocablo significa además: 
“Transformación espiritual”

No es como diríamos coloquialmente: acomodar las cargas y seguir adelante con el burro. Se trata de abandonar definitivamente un camino y emprender otro totalmente distinto. Esto abarca no sólo una situación física sino integral, holística; es decir comprende al ser humano en su totalidad que siempre es más que lo que suman sus partes (dimensiones: moral, social, cultural, psicológica, religiosa, por mencionar sólo algunas.

En la Metanoia, hay un “cambio paradigmático” real y verdadero. Este cambio incluye no sólo una trasformación de aptitudes, sino una renovación de actitudes, con el consecuente abandono total de aquellas que dificultan el proceso de transformación. 

Por otra parte, y es de nuestro interés valorar la noción que  del término se hace desde el ámbito bíblico y teológico cristiano. 

El término Metanoia en la Biblia tiene su espacio, no tanto en el Antiguo Testamento como sí en lo tienen  en el Nuevo. 

En los escritos veterotestamentarios el vocablo se utiliza con regularidad para designar un “cambio”; en el sentido de: reconsiderar un sendero, volver atrás para tomar otra vía y también, apartarse de un camino seguido hasta el momento. Esta posición se fija tanto en lo que connota lo físico, lo psicológico y lo religiosos. 

En el Nuevo Testamento el término es tomado en su significación más radical, que no sólo implica tomar otro camino, o regresar; deshacer el camino andado; sino que abarca un giro total que va desde el condolerse -actitud de arrepentimiento- a un viraje, un cambio completo y total de criterios, de conceptos, de pensamientos y sentimientos. Es en los términos del evangelio según Juan: 
“Volver a Nacer” (Cf. Jn 3)
Así pues en el lenguaje bíblico la Metanoia dice más que el término “conversión” según su acepción moderna de paso de una convicción o de una conducta a otra, ya que en la Escritura encierra la idea de permanencia que surge de la nueva orientación existencial que provoca.

Metonia, tal como lo propusimos en el título: es más que conversión.

Yerko Reyes Benavides

Enamórame de la Vida

“Miren los lirios del campo, ni Salomón en su esplendor 
se vistió tan hermosamente como uno de ellos"

Dios y Señor en estos días todo está en calma y quietud.  
Pareciera que todo está en paz, sin embargo, es la paz que el mundo ofrece, tregua simplemente, para luego embestir con fuerza. 
En el corazón de los hombres está presente la intuición de que la vida no puede sólo ser trajín y dinero; rutina y poder; tener sin ser, solo aparentar; vanidad y comodidad: los lujos que el dinero puede comprar. 
¿Quién mira al cielo y en el despertar del alba se alegra? 
¿Quién se complace con el cantar temprano del gorrión que visita osadamente la ventana de un hogar construido en la selva de concreto? 
¿Quién mira el embellecerse mañanero de flor tímida que abre sus pétalos al resplandor del sol y del caminante espera ser mirada en su delicada belleza? 
Sólo el loco y el poeta. ¿Cuál de los dos fuiste, Señor? 
Tú dijiste: 
“Miren los lirios del campo, ni Salomón en su esplendor se vistió tan hermosamente como uno de ellos. Fíjense en los pájaros del cielo que no trabajan y no les falta el sustento”. 
Fuiste, Jesús, un poco de ambos, puesto que para amar la vida a plenitud y entregar la propia, hay que tener un poco de los dos. 
Concédeme hoy Señor enamorarme como tú de la vida; poder en todo contemplar su belleza, y así encontrar la paz que el mundo no da, pero en el mundo está porque tú ahí la dejaste.
Amén

Yerko Reyes Benavides

lunes, 24 de diciembre de 2018

Dios hecho Humano

Te hiciste humano 
y tanto fue lo que aceptaste por nosotros 
que te hiciste uno con todos 
tan cercano y a la vez tan extraño. 

Una noche llegaste y el cielo iluminaste 
porque aunque el mundo te aguardaba 
preferiste en la historia en sigilo entrar: 
cielo y nubes los testigos de tu llegada 
y en el firmamento un estrella te anunciaba. 

Dios se hizo hombre 
y de su fragilidad se revistió; 
en manos de mujer su divinidad entregó: 
la humanidad que recibía a María confió. 


¡Qué extraño!
Dios hecho humano

¿Qué pasaría en el cielo para que lo divino 
abandonara la comodidad de la eternidad, 
y de precariedad se revistiera? 

Nada dicen los ángeles, 
y lo confirman los arcángeles, 
Dios de amor se llenó y no contuvo 
el deseo de hacerse uno con lo amado: 
el ser humano. 

Uno como nosotros: 
Dios de Amor. 

Lo extraño ya no es ajeno; 
dos naturalezas incompatibles 
en tu corazón las reuniste 
al hacerte uno de nosotros. 

Aquella noche llegaste sigiloso 
y la bondad en naturaleza caída resurgió 
porque lo divino se hizo humano 
y lo humano al fin lo divino tocó 
y en lo profundo de su existir se estremeció 

Humanidad ahí quedaste 
prendada del amor excelso, 
del Dios hecho hombre 
que por ti en amor se dio 
para que la eternidad tuya fuese 
por siempre y para siempre.

Yerko Reyes Benavides

Postal de Navidad


domingo, 23 de diciembre de 2018

Si, Dichoso serás si en tu Palabra, hay...

 ¡Dichosa tú que has creído, 
porque lo que el Señor te ha dicho se cumplirá!
(Lc 1,45)
Si, en verdad, serás dichoso. Lo serás si devuelves el valor de la palabra a tu ser y a tu vida.  
Si, en verdad serás dichoso, si tu palabra tiene el valor de comprometerte en lo que dice y lo conviertes en actos contundentes.  
Si, en verdad serás dichoso, si tu palabra dada lleva consigo el esfuerzo de hacer cuanto anuncias y proclamas.  
Si, en verdad serás dichos, si tu palabra es consistente con lo que sientes y piensas.  
Si, en verdad serás dichoso, si tu palabra transmite actos de justicia, libertad y paz y, tu obrar es acorde con ella.  
Si, en verdad serás dicho si tu palabra es creíble y nadie en duda la pone porque haces lo que dices y dices lo que haces.  
Si, en verdad serás dicho, si por haber creído en la Palabra que de lo alto has recibido, la tuya es expresión profética de lo que te fue a ti confiado.  
Si, en verdad serás dichoso cuando la Palabra de Dios en tu palabra encuentre realización.  
Si, en verdad serás dichoso si tu alma, mente y corazón en tu palabra confluyen y se hacen uno.   
Si, en verdad serás dichoso por haber creído, no te hará falta nada más puesto que tendrás la certeza de que cuanto te fue dicho, ya por Dios en ti fue realizado y espera ser en ti y por ti efectuado.  
Si, en verdad serás dichoso, si tu palabra infunde confianza y alegría en el corazón de aquellos que caminan en desesperanza.  
Si, en verdad te lo digo, tu fe te hará dichoso porque Dios será la certeza que le dará seguridad a tu palabra, y cuanto por ti sea dicho, será por Dios refrendado.
Yerko Reyes Benavides 

Mis Manos

"Mis manos Señor, 
tan pequeñas, tan insignificantes, 
si son para ti de ayuda, hazlas tuyas" 

Señor Jesús, te acercas en este tiempo, revestido de majestad y también de ternura. Muchos te esperan con alegría, otros en medio de sus tristezas y tribulaciones; algunos lo hacen requiriendo tu justicia, y todos los que te aguardan queriendo “renovación y libertar” la que comienza en el interior y al mundo toca y transforma.  
Te pones Señor, al alcance de nuestras manos; manos que se levantan en dirección al cielo; buscando la fuerza de tu gracia; la acción de tu misericordia; el consuelo que por el Espíritu llega al corazón necesitado.  
Esas mismas manos, las mías, en esta oración elevo, buscando tocar el cielo de tu Corazón desbordado de amor divino; enamorado de mi humanidad pequeña y deseosa del candor de tu ternura.    
Estas manos Señor, luego de rosar el manto de tu amor, por ti quiero que les confiera la gracia de, en tu nombre, dar consuelo al que sufre; levantar al que caído desvanece por tanta humillación; conferir libertad al que a su alma ha encadenado; llevar justicia al oprimido; acariciar los rostros dolidos y curar sus corazones desgarrados por tantas heridas de hombres infringidas.  
Mis manos Señor, tan pequeñas, tan insignificantes, si son para ti de ayuda, hazlas tuyas. 
Estas manos, mis manos, las mismas que a veces me son ocasión de pecado, llénalas de tu gracia, para que se conviertan en manos que el Reino de Dios levante en el mundo.  
Mis manos Señor ahora en oración elevo, tómalas entre las tuyas, no las sueltes, y llévame al éxtasis de tu Gloria, para una vez ahí, y de vuelta a lo cotidiano sean bendición constante que, se derrame abundante en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. 
Amén

Yerko Reyes Benavides

Itinerario Espiritual de Adviento: IV Parada

Primer Tiempo 
IV Parada 

Hoy, ya poco nos separa de la celebración de la Navidad. Sin embargo, nuestro corazón todavía no puede sentirse totalmente regocijado puesto que hay que hacer una última para en nuestro Itinerario Espiritual. 

De las tres anteriores esta es la más significativa puesto botaremos la casa por la ventana; y lo haremos en pocas horas. 

Lectura Bíblica: Del Evangelio según San Lucas 1,39-45

“Vengo, Dios mío, para hace en todo tu Voluntad” 

Basta ya de dejar pasar las cosas. Basta de esperar a que sean otro los que asuman el reto y el desafío de transformar el mundo. Contigo, Señor: “Yo puedo”. 

Propósito:

Disponibilidad total al Plan de Dios 

Esto significa estar en actitud de apertura, y en tener el corazón disponible para que la Gracia de Dios actúe a través de nuestra vida.



Yerko Reyes Benavides

sábado, 22 de diciembre de 2018

Pregón

"Pregona mi corazón tu grandeza, Señor; 
la belleza que la obra de tus manos deja con gracia y sutileza"

Pregona mi corazón tu grandeza, Señor; la belleza que la obra de tus manos deja con gracia y sutileza en cada cosa que existe, y más en cada persona, don que de vida reviste  a este mundo. 
Pregona mi espíritu la delicadeza de tú bondad que se hace sentir, pues no te alejas, brisa suave eres, resplandor cálido; ahí, en lo insospechado te quedas para que todo el que te busca te siga encontrando. 
Pregonan mis labios la alegría del gozo de ver que te haces presente en la vida de la gente, sobre todo en la de los más sencillos y humildes, que saben reconocerte en las cosas pequeñas de cada día y mansos de corazón te dan a ti en gestos de piedad sin condición. 
Mis pensamientos se exaltan en la dicha del saber que todo lo haces porque en tu corazón hay indulgencia, cariño y compasión y, aunque la justicia no te es extraña, a la humanidad siempre das la oportunidad de allanar el camino de la paz y solidaridad por medio de la conversión: metanoia del corazón. 
Exaltase también mi espíritu porque no abandonas a ninguno de tus hijos, y su dolor y sufrimiento lo haces parte de ti y te sigues entregando en cada ser humano que lucha por un mundo mejor; Reino de Dios: de justicia, equidad, desarrollo, solidaridad y paz. 
Por eso y por tu Amor, Señor, mi ser todo pregona que hoy más que nunca sigues estando presente, pues en donde haya un corazón dispuesto a recibirte, ahí llegas, moras y te queda y también te das y te entregas. 
Pregono y anuncio con toda la fuerza de mi voz: “Aquí estoy. Tuya es mi alma. Tuyo también lo es mi corazón. Te entrego mis pensamientos, ofrezco mis sentimientos y consagro a ti lo que soy y lo que hago. Continúa realizando hoy también, Señor, tu Obra de Salvación.
Amén

Yerko Reyes Benavides

viernes, 21 de diciembre de 2018

Tuya, Madre es la Eternidad

"Tuya, Madre es la Eternidad, 
porque pudiste dar un Sí definitivo 
aun en la juventud de tu tierna edad" 

Virgen y Madre, hermosa y dulce Hija de Sión, en ti Dios se complació pues encontró la disposición y la apertura del corazón, para que se realizase en ti el plan de salvación. 
Por eso, María, tuya es la Eternidad, porque pudiste dar un Sí definitivo aun en la juventud de tu tierna edad. La eternidad no te arredró al consagrarte para siempre al Amor de Dios y dar tu amor al Amor de los amores: Jesús el Señor, que en ti se Encarnó. 
Bendita entre las mujeres, eres, Virgen y Madre, puesto que supiste darte a Dios por entero, cuando delante de ti se presentó aquel que en su nombre te decía que en la Eternidad ya Dios te conocía y te había consagrado, no para ser profeta, sino para ser en lo humano testigo, maestra y a la vez discípula del Verbo. 
Tu entrega a Dios ni si quiera terminó en la ascensión de Cristo al Cielo, sino que continuó, siendo; solicita compañera de los discípulos que a la espera del Santo Espíritu a la expectativa quedaban de la promesa de Cristo antes de partir. 
Tu mano y tu corazón de Madre sostuvieron cuando necesario fue, la fe de aquellos que en testigos iban a convertirse de la “Buena Noticia” que un día tú recibiste, la primera y que ahora sería para la humanidad entera. 
Enséñanos madre a amar para siempre y toda la eternidad, como tú, que sin vacilar y ni balbucear dijiste a Dios: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra”.
Amén

Yerko Reyes Benavides 
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PS. Pasa por nuestra pagina filial dedicada por completo a la Dulce Muchacha de Nazaret; la siempre bien Amada Virgen María, Madre nuestra: María de Nazaret.

Seguro encontraras material para hacer más enriquecedora tu devoción y entrega afectuosa a al Madre nuestro Señor Jesucristo.

jueves, 20 de diciembre de 2018

Tu Alegría en mí

"Grabada, mi alegría está en tu corazón, 
en un espacio dentro de ti, 
donde sólo tú y yo tenemos lugar, no cabe más"


Señor Jesús, me dices:  
“Vive cada instante en alegría; con el gozo de saberte por mí considerado, pues en ti he depositado la confianza que encontrarás en cada jornada razones para mantener la esperanza”.  
¿Alegría?
Señor, te digo. ¿Cuál alegría? Escurridiza se me hace, se ha vuelto extraña, me desvanezco entre la rutina de cada jornada. 
¿Alegría?
Alguien dijo, en una ocasión: “felicidad son momentos” y, todo el mundo le creyó.
No, Jesús eso no basta, no para mí, y sé que tampoco para ti, la alegría no son ratos, sino la vida toda. 
Estoy consciente que los días pasan, no se detienen, el tiempo es arena en el puño; en una abrir y cerrar de ojos una vida se termina y, ¿dónde queda la alegría?
“Grabada, mi alegría está en tu corazón, en un espacio dentro de ti, donde sólo tú y yo tenemos lugar, no cabe más, aunque a veces ocupado estés”.  
Insistes. 
Señor Jesús, de felicidades pasajeras no quiero vivir. ¿Por qué esperar los ratos y resignarse con tan solo gratos momentos?  
Concédeme el gozo que se adueñe del corazón. La dicha de sentirte siempre y a cada instante: dame ojos que contemplen lo agradable de tu rostro; otórgame la sensibilidad del alma para descubrirte en cada cosa por ti creada desde el amanecer hasta el ocaso. Pero sobre todo dame Señor, la inteligencia para encontrarte en todos y cada uno de los hombres y, amarte a ti en ellos. 
Sólo así Jesús, no me faltará en jornada alguna, razones para sonreír y mirar al cielo y decir: gracias, Señor, gracias por el gozo de vivir, pues tu alegría está en mí. 
Amén

Yerko Reyes Benavides

miércoles, 19 de diciembre de 2018

En todo, Tú estés presente, Señor

"Permite Señor que no pierda y, 
a ti te tenga siempre presten: 
Tú estés en todo que lo que haga y emprenda"

Llegado el tiempo que en la sabiduría de tu amor consideraste correcto, Jesucristo querido, en la historia que tuya ya era, porque la eternidad te pertenece, te hiciste presente y con nosotros compartiste el día de ser humano en cada día de tareas, labores y ajetreos. 
Rápido comprendiste que las personas en lo innecesario se pierden y se desgastan; en lo físico se quedan y de lo espiritual que es lo que importa y vale, se alejan y pierden. 
Hijo de Dios, al Padre no dejan tiempo, y aunque buscan con corazón sincero sus querencias, no lo logran encontrar, puesto que en lo material se concentran y se quedan.
Hoy Jesús, te pido que vengas, nos urge renovar el sentido y propósito de nuestro ser para que nuestro quehacer trascienda y atrapado como en trampa permanente no se extinga y como vela de corta mecha se vaya apagando. 
Demasiadas cosas nos preocupan y nos agobian, siendo una la que verdaderamente importa y esa es estar contigo. Cada día trae sus afanes, y son justo ellos los que nos hacen perder lo que vale: tu gracia, tu compasión y ternura, Señor amado. 
Hoy no es diferente, compromisos me esperan, quehacer de todo tipo, más no quiero quedarme sólo en ellos, te digo Jesús, me engaño pensando que para vivir en este mundo he de cumplir sin fin de compromisos; pero en tu gracia voy sintiendo que la vida verdadera y plena sólo en ti se encuentra. 
Permite Señor que no pierda y, a ti te tenga siempre presente: Tú estés en todo que lo que haga y emprenda; tú al principio, tú conmigo en el camino, de la mano me tomes y me lleves, al final de la jornada, con la certeza de haber hecho todo cuanto para honra y gloria de Dios Padre.
Amén

Yerko Reyes Benavides

martes, 18 de diciembre de 2018

Tu Voluntad, Padre


"Padre mío, muéstrame los secretos 
de tu corazón en el mío, 
para no errar el camino que a ti me conducen"

Padre del Cielo me pides que haga lo que tú me indias, que siga irrestrictamente los deseos de tu corazón, que sea dócil al sonido de tu voz. En el Hijo entregas tu Voluntad, Palabra de vida: es él, el Pastor que cuida mi alma y a ti me conduce, sereno.  
No siempre me ha sido sencillo seguir tus directrices; renunciar al propio deseo de querer hacer lo que, creo, me conviene. Tu Voluntad Padre amado no es fácil de hacerla presente en este mundo irreverente.  
A veces no la veo claro, Señor, me llevas por donde no quiero y me pides que piensa, diga o hago lo que no me apetece; mas así eres tú: lo que yo no comprendo y pienso me contraviene, ahí está tu don, tu gracia y virtud.  
En ocasiones, para no entrar en conflicto me aparto, digo para mis adentros: “libre me hiciste y es mi facultad decidir”. Con ello pretendo justificar mis antojos.  
Sin embargo, Padre, con paciencia de tu parte y dificultad de la mía, pues soy testarudo, me has ido enseñando que libertad no es optar en contra de tu Voluntad.  
Padre mío, muéstrame los secretos de tu corazón en el mío, para no errar el camino que a ti me conducen y poder en esta vida que me das dejar huellas como las de Cristo.  
Oír tu voz alegría de mi alma será, Padre: “Hágase en mí, según lo que tú digas”, y así en bondad y amor; reconciliación y perdón; justicia y paz, y también, libertad con compasión, en unión con todos y todo podré, vivir día a día hasta que a ti llegue en la plenitud de la eternidad. 
Amén

Yerko Reyes Benavides

lunes, 17 de diciembre de 2018

Silencio

"En este día Señor, 
quiero escuchar lo que tú me quieres decir. 
Salir de la comodidad espiritual"

Jesús querido en estos momentos en los que busco estar en tu presencia y por la oración compartir contigo, me doy cuenta que soy yo el que se desboca en palabras y más palabras; suelto, sin más lo que dentro llevo. 
A veces, me alegro y agradezco sin más lo que reconozco me das; en muchas otras ocasiones lo que hago es pedir, me siento en necesidad y sólo en ti en encuentro descanso para tanto que siento echo en menos. 
Y no faltan, amigo mío, los ratos de rabias, de cansancios, de agobios y abatimientos donde también te reprocho.  
Algo me falta, no lo puedo pasar por alto aunque poco lo hago, también lo necesito: tu misericordia, Cristo mi redentor, pues el perdón de tu corazón requiero en tantas veces que me equivoco y tu amor desprecio con mis pecados.  
Hoy mi Señor, lo vuelto a hacer, te lleno de palabras, necesito soltarlas, decírtelo que voy descubriendo y son importante; un de ellas, lo siento ahora, se ha vuelto fundamental: dame la gracia y concédeme el don del Silencio. 
Silencio, si, silencio Señor. Hay mucho ruido y no sólo aquel que proviene de los barullos que hay a mí alrededor, sino el que hay en mi interior; me impide y, no es excusa, escuchar tu voz: la voz que resuena de ti en mi alma y corazón. 
En este día Señor, quiero escuchar lo que tú me quieres decir. Hablo y rezo y tiempo no te dejo de decirme lo que necesito que quizá, es mi temor no es lo que yo de ti quisiera escuchar: salir de la comodidad espiritual, dejar de hacerme la víctima y con determinación y decisión asumir con responsabilidad mi vida espiritual.  
Dame tu gracia y bendición y dame, también la oportunidad de aprovechar este silencio en el que ahora quedo para que al corazón me hables, Señor. 
Amén

Yerko Reyes Benavides

domingo, 16 de diciembre de 2018

Itinerario Espiritual de Adviento: III Parada

PRIMER TIEMPO
III Parada

Llegamos a la tercera semana de este tiempo especial de preparación a la Venida del Señor y, como ya hemos hecho en las anteriores semanas hacemos nuestra Tercera Para de este Primer Tiempo en nuestro Itinerario Espiritual.

Establecemos el Propósito que ocupara nuestra atención espiritual en la próxima semana, no sin antes hacer nuestra lectura de la Palabra de Dios para darle contenido a nuestra oración y dirección a nuestros pasos a través de la Gracia de Dios que se nos da en abundancia.
Lectura Bíblica: Del Evangelio según San Lucas 3,10-18
"Estén siempre alegres:
se los repito estén siempre alegres en el Señor"
Trata de hacer la lectura en actitud de Meditación, buscando lo que el Señor quiere decirte a ti, en particular. 

Deja a un lado las especulaciones y también, si tienes nociones bíblicas los argumentos doctrinales. 

Que sea el Señor el que hable a tu Corazón y luego, no olvides la oración para darle fuerza espiritual a tu propósito de vida.

Propósito
Mantenerse en Actitud de Alegría, 
aun en medio de las Adversidades.

Yerko Reyes Benavides

Bendíceme


"Bendíceme Señor con tu Amor, 
es lo que te pido de día y de noche. 
Tu amor es lo que a mi alma le da descanso"

Bendíceme Señor, que tu boca me anuncie las Buena Nueva de Vida y de ella mi alma quede llena. Sea tu Palabra Jesús mi alegría cada día, pues en la voz de tu corazón que se entrega, mi ser encuentra razón para seguir buscando justicia, libertad y paz.

Bendíceme Señor con tu Bondad, pues día a día me enfrento a la dificultad de un mudo que no tiene piedad; la compasión ha perdido, se ha echado al olvido que lo que verdaderamente importa es la persona y su bienestar y no las cosas que con el dinero se compran.

Bendíceme Señor con tu Misericordia, ella es para mí aliento de vida que me inspira y me mueve; me levanta, me anima y confianza infunde a mi alma que busca en una oportunidad siempre nueva de vivir en ti reconciliado.

Bendíceme Señor, susúrrame al oído que en tu Corazón estoy; que mi nombre está en tus labios y lo pronuncias con Ternura y Compasión. Sea tu bendición mi alegría que llene cada día, y con la certeza de tu compañía camine seguro y confiado por este mundo hasta llegar a tu lado.

Bendíceme Señor con tu Amor, es lo que te pido de día y de noche. Tu amor es lo que a mi alma le da descanso, a mi espíritu fortaleza, a mis pensamientos proporción y a mi corazón dirección. En tu Amor, amado, mi vida toda es una bendición, nada me falta, todo lo tengo, pues a ti poseo y eso me basta.

Bendíceme Padre; bendíceme Hijo y bendíceme Espíritu Santo
Amén

Yerko Reyes Benavides

sábado, 15 de diciembre de 2018

En tu Presencia cada día

"En tu presencia cada día mi alma se realizará, 
pues, siendo eterna camina ya, 
Jesús por ti, decidida a su plenitud" 

Señor, en tu presencia me encuentro; mis primeros pensamientos te pertenecen y te entrego el amanecer, el despertar de mi alma a tu amor.  
Con el correr del tiempo una lección me has ido enseñando, una que bastante me ha costado: sin ti, Señor, mis días son como una embarcación que ha perdido el timón.  
Por muchos años, más de los que quisiera reconocer pues pena me da haber vivido tanto de esta manera, estuve diciendo a todos, incluso mí que persona de fe era; un creyente, de la religión perteneciente. 
Me equivocaba y aunque manifestaba mis creencias, vivía como sin tú en realidad no importaras y como muchos a ti te buscaba cuando sólo te necesitaba y luego te olvidaba.  
Te confieso Jesús querido, no me iba mal. Muchas cosas alcance, más hoy te agradezco que sin los dones de tu amor nada de eso hubiese hecho; de ellos me valí y los aproveche; ahora sé que no era yo –solo- sino tú en mí, porque siempre has querido estar conmigo, aunque yo ausente de ti estaba.  
Miro mis días pasados y reconozco que mi alma siempre estuvo inquieta, y aunque de colinas conquistadas la llenaba, vacía de lo que valía estaba y, gemía. No sabía reconocer lo que me decía, y con más cosas buscaba silenciar el retumbar de sus vacíos.  
Así que ahora, aquí estoy Señor, buscándote en mis amaneceres, ya mis días sin ti no son días. Gracias por la paciencia que has tenido conmigo. Respira profundo que todavía me falta: aprender y crecer.  
En tu presencia cada día mi alma se realizará pues, siendo eterna camina ya, Jesús por ti, decidida a su plenitud. Acompáñame Señor y de tu mano tómame que ya de ella no me solaré jamás. 
Amén

Yerko Reyes Benavides

jueves, 13 de diciembre de 2018

Retiro Espiritual de Adviento 2018


En estos días es ampliamente recomendable, darse la oportunidad para realizar un Retiro Espiritual.

En lo personal he valorado los tantos Advientos que he vivido, tiempo litúrgico que invita a estar en vigilia, despierto y preparado para la venida del Señor. Sin embargo, me ha inquietado un pregunta que me he hecho:
¿Si el Señor viene encontrará en mí, un lugar para quedarse?
La respuesta a esta pregunta es una invitación a hacerle lugar a Jesús que viene, y está viniendo, que no falte la certeza que está aconteciendo.

Hago la invitación a que hagamos este Retiro Espiritual:
“Un Sí: Un Camino: Cuatro Regalos”.  
Esta será una actividad que la realizaremos presencialmente el 15 de Diciembre, sin embargo, estoy preparando el material para que lo puedas realizar en donde quiera que te encuentres.

El Retiro comienza en el momento en el que te decidas a dar: "Un Sí".


Yerko Reyes Benavides

El Sonar de tu Alma

"Cristo amado, en ti todo está,
hoy ayúdame a encontrar
la melodía de tu alma,
canto espiritual"

Señor Jesús, ecos y ruidos abundan por todas partes en este mundo.  
No son melodías armónicas que al corazón traigan serenidad y paz. Abruman al alma, distraen al pensamiento, desorientan la consciencia, y en medio de esta turbulencia, tu voz: sonido celestial y susurro espiritual se opaca, se esconde, pero jamás se extingue.  
Maestro, no quiero los retumbos ni los ruidos de este mundo, aunque intenten ser melodías, mi espíritu quiere entrar en sintonía con tu alma; extasiarse mi corazón con el cantar de tu voz: Harmonía de Amor, el sonar de tu alma.  
Muchos son lo que en disonancias hablan de aprecios y cariños: amores que se quedan pequeños y que no llenan a corazones inquietos, como el mío, que no se resigna a las pequeñeces de afectos al azar adquiridos.  
Busco más, Señor. El sonido afinado del latir de tu corazón lleno del amor divino. Ese amor que exalta, que eleva y a la plenitud lleva.  
De la melodía de ese amor esta mí alma sedienta, y por eso día a día te busca, atiza el oído para encontrar en medio del ruido la voz de tu espíritu que me cante de tus amores, Señor.  
Cristo amado, en ti todo está, hoy ayúdame a encontrar la melodía de tu alma, canto espiritual que, hoy también, sigue tañendo alegres ritmos de amores amados.  
Esta sinfonía, sin formar parte de estas disonancias que entretienen y distraen al alma, aunque difícil de encontrar, cuando se haya tu voz clara, anima mi corazón y le da dirección a mis pasos pues mi espíritu presuroso está de llegar ti lugar de realización y plenitud. 
Amén

Yerko Reyes Benavides

miércoles, 12 de diciembre de 2018

En un Abrir y Cerrar de tus Ojos

"En un abrir y cerrar de tus ojos, 
Dulce Madre, tu amor se derrame abundante"

En un abrir y cerrar de tus ojos, Madre, presurosa acudes a la cita. Al encuentro sales de aquellos que sabes te buscan en sus necesidades y en ti ven, a la que de Dios recibió el poder de la intercesión y mediación. 
En un abrir y cerrar de tus ojos, Dulce Muchacha, al servicio de la humanidad te pones, nos tomas de la mano y al Señor Dios nos conduces; con cariño nos animas para que nunca nos apartemos de tu Hijo.  
En un abrir y cerrar de tus ojos, Virgen querida, te das una vez más como ofrenda de bondad, para que a tus hijos, de Dios no les falte misericordia y gracia. 
En un abrir y cerrar de tus ojos, María, tus manos extiendes, tus brazos se abren para recibir, solicita, las plegarias que a ti son entregadas con la plena confianza que serán escuchadas.  
En un abrir y cerrar de tus ojos, Dulce Madre, tu amor se derrame abundante.  
Dame de tu amor, de tu Amor de Madre, María, en este abrir y cerrar de mis ojos, que ahora contemplan tu rostro hermoso. Este corazón late lleno de emoción al saberse en ti cobijado, pues en ti fuerzas renueva para hacer la Voluntad del Amado.  
No falte en mi vida, Virgen María, tu maternal intercesión, y aunque a ratos de lado te deje, ocupado en los afanes de este mundo, se tú, mi Dulce Muchacha, quien de mí no pase, y vela por siempre mi caminar para que allá donde tú estás también algún día yo llegue, junto a ti en el Reino celestial. 
En un abrir y cerrar de estos ojos, me consagro por entero a ti y mi vida pongo en tus manos. Ayúdame siempre a servir con bondad y, a dejar rosas de amor y ternura, como tú Madre de Guadalupe, en el corazón de cada hombre, mujer, joven, niño y anciano. 
Amén

Yerko Reyes Benavides