viernes, 27 de abril de 2018

Oración para Detener la Violencia

¡Oh Dios de todo consuelo! Que nunca abandonas a tus hijos, especialmente en momentos de necesidad.

Hace mucho cuando tus hijos clamaron por tu ayuda en Egipto los liberaste de la esclavitud.

Cuando estaban rodeados de naciones hostiles en la Tierra Prometida nuevamente los protegiste y les diste seguridad.

Nosotros tus hijos clamamos por tu ayuda y protección e nuestros momentos de persecución y tribulación.

Estamos tristes por la violencia y el baño de sangre que se da en nuestra tierra.

Nuestras granjas, casas y medios de subsistencia están siendo destruidos.

Nuestros hijos ya no van a la escuela y los enfermos no tienen quien vele por ellos.

No tenemos a quien acudir sino a Ti.

Sé nuestro cobijo y refugio.

Danos buenos líderes.

Protege a nuestras familias, hogares, iglesias, pueblos y comunidades ante los invasores.

Danos paciencia, amor y corazones de perdón para no buscar venganza.

Restaura la seguridad y la paz en nuestros corazones, familias, diócesis, estados y país.

Para que todos tus hijos vivan en libertad, paz y felicidad.

Te pedimos esto por Cristo nuestro Señor.

Amén.

Nuestra Señora de la Paz
R/: Ruega por nosotros
(Se repite 3 veces)


Oración propuesta para ser realizada en la Diócesis de Makurdi en Nigeria, ante la ola de violencia y el asesinato de dos sacerdotes de la localidad. Esta oración hoy trasciende las fronteras y bien se adapta a toda circunstancia de Violencia, generalizada en muchas regiones del planeta.

Yerko Reyes Benavides
Editor

Por Amor a la Vida

Me peguntaron en una ocasión:
 ¿Qué es la Vida? 
Y me hice un lío tratando de responder. 

Luego me preguntaron:
¿Por qué el "Por Amor a la Vida"?
Y otro lío para poder dar con una respuesta asertiva.

Hay cosas que no tienen un Por Qué, sólo se hacen porque nacen y salen del corazón hacerlas, aunque esto implique ir a contracorriente, y, si en así, como efectivamente lo es, desafiar la cultura de la muerte imperante.

Una cultura que se aprovecha de la vida, la consume la agora y luego la desecha.

¿Qué es la vida? 

Que esta imagen te sugiera una respuesta que te convenza. A final de cuentas, nadie aprende en cabeza ajena. Necesario es el proceso de introspección, para que también existan cosas en ti, que las hagas "por que sí".


jueves, 26 de abril de 2018

Libertad Interior



“La Verdad los hará Libres”
Juan  8,31
“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”
Juan 14,6

Libres para sentir.
Libres para pensar.
Libres para intuir.
Libres para entregar.

Libres para rechazar,
también libres para aceptar.
Libres para aprender
y cuando sea necesario desaprender.

Libres para actuar,
libres para callar y guardar silencio.
Libres para proponer y luego recoger.

Libres para construir un mundo interior,
libres para escuchar utopías y
llenarse de esperanzas
guardar en el corazón los sueños
y en el espíritu las fantasías.

Libres para bailar la melodía de la creación
que resuena con fuerza en el interior,
cuando el espíritu fluye con gracia
e invade la existencia toda,
cuerpo, pensamientos y corazón.

Libres para Amar y también desamar,
libres para pedir un amor decente
que enriquece
que proyecte y haga crecer.

Libres para disfrutar del Absoluto
en los relativos que se presentan en el camino,
sin que las doctrinas golpeen el alma,
y sean causa de escrúpulos
y complejos de culpa.

Libres para descubrir la verdad,
verdad que nos hará libres.

Libre, Señor para que Tú seas en mí,
sin pretensión ni discusión,
y  yo sea libre para ser en ti,
y cuando ambos seamos uno,
ser uno con el Padre y los hermanos.


Somos esencialmente libres. La libertad es condición natural de la naturaleza humana, inherente a toda persona. No sólo es un derecho, sino también un destino, un camino, la realización de su ser y la trascendencia de su existir.

Yerko Reyes Benavides


lunes, 23 de abril de 2018

Ámame


No siempre una imagen sustituye a más de mil palabras. Una imagen puede tomar mil sentidos dependiendo de las palabras que la acompañan. Ahí radica el desafío que nos presenta la imagen que acompaña este texto, y el texto que acompaña la imagen. 

Que sea sugerente.

Por mi parte hubiese podido hacer todo un discurso. Pero no esta vez.

El discurso lo va a hacer el lector que atrapado en la imagen y luego en el mensaje, en ambos a la vez y por separado, navegará los recovecos de sus sueños, de sus deseos, de sus anhelos, y también de sus no cumplimientos e insatisfacciones para dar cuenta del Amor que dan y que reciben y el que además anhelan y esperan.

No todo lo que se dice Amor termina siéndolo.

Piensa, Medita, Ora, Decide, Actúa.

Yerko Reyes Benavides



sábado, 21 de abril de 2018

El Lenguajear del Alma

Expresión y manera incomprendida con la que el Espíritu se comunica.


A veces creemos que estamos mal, cuando el tiempo y las circunstancias no nos favorecen. Creemos que ha comenzado una tempestad y una tormenta asola nuestra vida; toca con fuerza las ventanas y puertas de nuestra existencia. Vemos tambalear las bases de todo cuanto hemos hecho, realizado, soñado, construido. Sentimos miedo que las bases de la casa de nuestra existencia que hemos levantado, la hayamos asentado sobre arena, en vez de sobre sólida roca.

Creemos tener una idea de bienestar que ha sido parte del constructo de aprendizajes adquiridos a lo largo de la vida. Jamás nos hemos cuestionado sobre la intención, finalidad, propósito y objetivos de la educación conferida.

Como inocentes e ingenuos hemos caído en la educación formal que conduce a establecer unos criterios y parámetros de juicio, que no hemos ni siquiera revisado a ver si estamos de acuerdo con ellos y se ajustan o no a nuestro intereses, sobre todo cuando a trascender e ir más allá de lo “preconcebido y preestablecido” se trata.

El alma, el espíritu del hombre  que no está sujeto a los convencionalismos de la vida contemporánea, porque su génesis no está en el aquí y en el ahora de los interés actuales, sino que se remota a la eternidad.
Este espíritu que tampoco está sujeto, aunque si momentáneamente contenido, a las limitaciones de la naturaleza, y que responde como se ha dicho a lo trascendente sacudiéndose lo inmanente, llega un punto de quiebre donde se retuerce, se quiebra y comienza a hablar.
Este hablar se da en un leguaje ininteligible, desconocido, jamás le hemos dado la oportunidad al espíritu que se manifieste abiertamente, aunque sabemos que está ahí, que lo “tenemos” que él “nos posee” o en su defecto “que lo poseemos”.

Su forma de expresarse nos resulta ajena, extraña, rara. Sacude, golpea, estremece, su primer indicio es se muestra en algo que nos resulta bastante familiar: “la insatisfacción”. Es cuando aparece está cuando nos damos cuenta por primera vez que el espíritu vive dentro de nosotros.

El dolor es lo segundo en aparecer y más que como una afección somática el dolor es espiritual, está dentro, muchas veces es inexplicable, y como no se manifiesta en parte alguna del cuerpo es desestimado, menospreciado, desatendido. Al dolor instalado, viene el sufrimiento como consecuencia permanente. 
El alma habla y no se detiene, gime, grita, necesita ser escuchada, y trastoca todo lo interior a ver si desde lo exterior encuentra atención. Mas como no se conoce su lenguaje, paliativos, van y vienen. 
Pañitos calientes, frases cliché: “todo estará bien” no faltan. Pero no están asentadas bajo una verdadera intención de acompañamiento.

Este lenguaje extraño y aparentemente incoherente del alma, nos resulta tan desconcertante que en ciertas circunstancias se vuelve desagradable; es tan chocante que se le llega a estimar como dañino; tóxico, perjudicial, contrario a todo bienestar (no hay tiempo que perder, a lo “malo” hay que corarlo de inmediato, no se confía, ni se espera, a ver que resulta, criterios escasos tenemos para ir más allá de lo inmediato).

Como algo negativo se etiqueta, y los prejuicios vuelvan sobre paradigmas ya montados sobre el entendimiento que le restan la capacidad de visión, lo acorralan y lo encierran. Este cerco que se establece al intelecto, es más dañino que el dolor mismo, porque lo que no hace doler el dolor lo hace el pensamiento; el espíritu en el dolor habla, y algo busca, que no se traduce en un bienestar inmediato, pero se abre a perspectivas amplias de mañanas mejores, con más sentido.

Este lenguaje incomprensible la razón lo rechaza. ¿No es obvio el proceder de la conciencia? Lo que desconoce lo estigmatiza, lo condena, lo persigue y lo elimina, a costa incluso de la misma esencia o mejor dicho de la vida misma.
¡Oh paradoja! Acaba con la Vida para quedarse con una vida en sobrevivencia, rasguñado, mendigando algo de bienestar. Anhelando la utopía de la felicidad.
La razón rechaza dicho lenguaje a tal punto que no lo deja fluir, no deja que el espíritu y el alma fluyan en su canto caótico, desordenado y desorientado en la razón y para el intelecto, pero ordenado y preciso en la raíz misma de la vida que aclama espacio para surgir, aflorar, abrir los pétalos de su plena existencia.

Al contradecir la razón este movimiento interior y al pretender tomar el control, lo que ocasiones es peor que el caos: una descompensación total del ser. El conflicto se agudiza y el alma entra en total incoherencia. Tan extraño nos resulta todo esto que no hay menos que esperar que el proceso de aniquilación del ser y la destrucción del espíritu aparezcan en el horizonte de la conciencia o del inconsciente si se quiere.

 El deseo de “no vida” aparece y se toma como anhelo de “suicidio” y no como el de promover la antítesis para que se fortalezca la tesis. Es decir de la “no vida” sale fortalecida la compresión real y amplia de lo que “vida si es”.

A este punto te preguntarás, haciendo uso de uno de los argumentos recurrentes, en donde se entrampa la razón, justamente el andamiaje intelectual en el que se soporta el razonamiento occidental: ¿Esto será “malo” o “bueno”? O, también suele suceder, que saltando la pregunta, evitando la molestia si quiera de pensar, se va directamente a la afirmación categórica o a la negación absoluta: “Lo que me hace sufrir, el dolor y los padecimientos, siempre serán malos” e “incluso contrarios al deseo de Dios”. Otra trampa que le ponemos al espíritu que anhela liberarse es colocarle el grillete de “la Voluntad de Dios”.

El juicio de valor, la “normatizaición” del pensamiento, los juicios, el absoluto de los paradigmas y de la estructuras de pensamiento estructuras sobre la “moralización” sólo entrampan al pensamiento, lo restringen, y como un perro que persigue su propio cola se queda dando vueltas en el círculo de sus propios argumentos preconcebidos.

Llegar a una conclusión sólo basados y sustentados en juicios de valor, sin si quiera validarlos, actualizarlos, o al menos estremecerlos un poco, a ver si al reacomodarse nos sugieren un orden distinto para encontrar conclusiones innovadoras que nos saquen de las comodidades existenciales y nos lleven a descubrir espacies nuevos en los que el alma pueda desenvolverse, es tan dañino y perjudicial que es preferible la enfermedad que el remedio.

Dependerá del grado de inteligencia, las tres que a Trinidad Santísima en el alma asemeja, para validar algunos procesos internos, lo que conlleva sobre todo a explorar los rincones oscuros del alma donde se esconden por momentos la estética, la lúdica, la bondad y la belleza. En esta búsqueda guiada o auto-orientada, se evitará el juicio (toda valoración: ni bueno ni malo, ni positivo ni negativo) para dar paso a la contemplación de los talentos latentes que, probado está en “estados depresivos” se excitan y exaltan, para sabiéndolo(s) reconocer pueda la inteligencia “trinitaria” aprovechar en ocasionar un camino de restauración desde la nada con un punto de partida.
Las inteligencias a las que se hacen mención en este artículo son: Inteligencia Intelectual (racional), Inteligencia Emocional e Inteligencia Espiritual.
El golpe fuerte del lenguajear del alma (depresión de grave a severa en algunos casos) no apabulle el estado de conciencia, necesario para atender la interacción de las inteligencias, para que de un estado “supuestamente” caótico y de “no vida” surja el brillo de la luz divina en el alma, que comunica el más grande de todos los anhelos la trascendencia.

Cuando los estados de ánimos y las emociones se descontrolan de manera inexplicable, y nos toman, a si simpre suele suceer, desprevenidos y sin recursos, no ha de espantarnos, aunque deseos de no vida generen. El miedo a no saber qué hacer, o si en algún momento esto va a pasar, consume las posibilidades de atender lo que el leguaje del alma está clamando y que no encuentra otra vía que somatizarlo.

Jesús solía decir:
“El Espíritu está pronto y dispuesto pero la carne es débil, así que velen”
 Con ello representa cómo el Espíritu interviene para hacer audible y comprensible el lenguajear del alma que requiere atención, cuidado y sobre todo un cambio de rumbo, porque de “no vida” no quiere más sobrevivir, sino que anhela la “vida en abundancia” que no necesariamente se traduce en “felicidad” sino en “tranquilidad” y en libertad de espíritu” para ser y hacer, dejando fluir a raudales: Estética, Lúdica, Bondad y Belleza.

La lógica, la razón, el sentido común quedan mudos, la moral queda trascendida, puesto que la bondad es más que las normas que la limitan y la restringen.

Recojamos ya llegados al final de este artículos dos lecciones breves:

La primera: es necesario familiarizarse con el lenguajear del alma, para que cuando aparezca con fuerza no nos lleve a una “no vida” perniciosa, sino más bien nutritiva, de la cual salga “vida en abundancia”. 
La segunda lección, es no desaprovechar el resultado del lenguajear y aprovechar el instante para que acontezca en el ser una verdadera y real metanoia. La transformación existencial verdadera y completa. Con cambio de actitudes, esto implicara dos procesos consecutivos y necesarios: “deconstrucción del yo y construcción del ser” y “desaprendizaje de absolutos para aprender nuevos paradigmas con la intención de ser revisados y actualizados constátenme.

Yerko Reyes Benavides

viernes, 20 de abril de 2018

Mis Demonios: Indecisión y Miedo



Me preguntas si el diablo existe y te digo lo que he visto,
tan presente que asusta,
no por forma  sobrehumana,
sino por lo que desata dentro del hombres
que lo consume,
lo revuelca, lo rebaja, lo destroza.

Tan fuerte es la presencia del mal
cuando encuentra cobijo en alma,
corazón y razón humana que,
toda la persona desparece,
se rinde y se abate a tan peculiar presencia,
puesto que nada hace
y al mismo tiempo todo cambia.

Nada modifica, no posee, no se apodera,
se esconde en los pliegues del alma,
lugares oscuros donde la gracia de Dios aún no ha tocado,
no ha llegado, no ha empapado.

Agazapado  en un rincón del corazón espera, aguarda,
asecha, siempre atento al momento,
su rato de tomar control, sólo por decisión,
puesto que autoridad para cambiar en el alma
cosa alguna, no tiene,
no posee.

Actúa y su aroma no es azufre,
no, no es como dicen,
no cambia de forma, ni se transforma,
no tuerce los ojos ni idioma extraño vocifera,
clarito se manifiesta, se muestra, eso si,
siempre que se le deja, de lo contario
se retuerce.

Su rabia y su enojo, su antojo, su colmo
y ahí se destroza, es que por más que lo anhele
y por grande su deseo sea,
no puede arrebatar, ocupar, poseer,
lo que a Dios pertenece.
Por tanto, en rey del engaño se convierte,
la mentira es su fuerte;
de la manipulación se hace dueño y es su quiebre.

¿¡Que si he visto el mal!?
si, si lo he visto;
¿¡Qué si creo en el mal!?
si, si creo en el mal.

Mis demonios son los que temo,
la indecisión, la debilidad de mis indiscreciones,
las mentiras disfrazadas de blancura,
mis apegos, mis temores y, sobre todo mis miedos,
son los demonios que me atormentan.
Paralizan el corazón, y por mucho anhelo que sienta de bien hacer,
el mal sale inconsecuente, de alma pura que anhela amor y
entrega desamor.

La justificación de mis inconstancias, de mis inconstancias,
es el demonio que más duele,
¡Cobarde! vete.
Vuelve, alma fuerte; de gracia llena y plena:
Ama en Libertad,
muestra el espíritu rebelde heredero del Señor
que en cruz vence a los demonios del temor, del pánico y del miedo,
que paralizan la entrega más grande, la propia vida.

Demonios que en el fuego los pintan, los retratan,
infierno no es desierto, sino indiferencia,
no es en llamas y en pucheros donde habitan;
el fuego consume, purifica, acrisola y limpia, saca la belleza, da brillo,
consumida el alma en fuego es donde aflora renovada
revestida de gloria, de la dignidad de la bondad de su creador,
imagen y semejanza suya, demonios no la alcanzan jamás.

Cuando mis demonios aparecen
y en el espejo veo su reflejo,
corro, rompo, ningún buen augurio,
rabia, dolor, resentimiento, egoísmo, desconfianza,
ira, enojo, intolerancia, indiferencia, egoísmo,
a la final desamor traen.

El peor de todos: la indecisión.
En él, el alma se retuerce, se revuelca, se distrae se dispersa,
se disipa y agoniza, a tal punto que a la muerte avista.

Líbrame, Señor de mis demonios,
que ni cola ni tridente traen
sino son mis propias cobardías, indiferencias y temores;
a misa van conmigo, de misa vuelven,
los llevo y los cargo, me sofocan y condicionan:
más en tu gracias, en tu amor, en tu sacrificio y entrega encuentro,
la fuerza para vencerlos,
dejarlos atrás,
que en mi su acción no trastoquen el obrar de tu Amor,
y el Reino de Dios se haga siempre presente acá y ahora.

Yerko Reyes Benavides

Mirar y ser mirado


Por su puesto que conoces la referencia bíblica en la que se sustenta esta afirmación. No dejamos de lado que nuestra más grande y principal inspiración, la fuente y el centro de nuestra vida espiritual es Jesucristo y el manantial de agua fresca que renueva nuestra fe, confianza y esperanza es definitivamente el Evangelio.

Aunque parecida, no es igual, no se trata de recibir, no se trata de lo que provocas en los otros, sino lo que ocasionas tú, en ti mismo. Ere tú la medida de la gracias que concibes y contemplas, o la desgracia que provocas y ocasiones para ti y los demás. 

No puedes seguir buscando fuero lo que está dentro de ti mismo. Aquí volvemos nuestros pasos por el descubrir espiritual de San Agustín que en sus Confesiones, no sólo sugiere, sino que categóricamente afirma, el error que mantuvo gran parte de su vida, motivado por las cosas de este mundo, buscando su sentido, en ellas, y no en su hacedor. Dramático se hizo la búsqueda cuando quiso entender el sentido propio de su ser y de su existir. 

Ahí se encuentra con la angustia de no poder encontrar en nada la explicación. Más su alma no estaba habida de argumentos sino de sentirse amada, reconciliada, promovida y proyectada, lanzada por la gracia al infinito a la trascendencia. 

Estamos, a veces tan "extroyectados", es decir lanzados a lo externo, que todo lo que acontece en nuestro interior lo atruibuimos a la influencia que tiene el mundo, sus prerrogativas, sus intereses, sus acciones e inculos sus reaacciones. Y cuando, no le atribuimos, la responsabilidad de lo que nos acotnece, de las cirucunstacias que pasamos, al mundo, se las atribuimos a las fuerzas del mal o de la osucridad. Decimos, y así nos justificasmo: "debiles somos y la tentación del tentador es fuerte y, sucumbimos". 

Yo no es tan valida, hoy día, aquella famosa afirmación del filosofo Ortega y Gaset en que define al ser como una consecuencuencia: "Yo soy yo y mis circunstancias". Así le da el pensador español, poder y autoridad al entorno para que intervenga en un ambietne que no le compete: "la esencia que hace ser y no ser otra cosas sino eso". El ser sólo se vera afectado en la decisión, consciente o no de dejarse o no definir por lo externo, aunque en definitiva no tenga verdadera incidencia.

¿Pero que pasa con Dios que actúa desde lo externo?

Premisa de una lógica errada. Si nos vamos a los principios regulativos de la lógica, cuando una de las premisas es falsa la conclusión será igualmetne falsa. Demos por sentado que esto es así, entnces si partimos de la premisa mensionada, llegarems a la conclusión de que Dios es ajeno al ser humano, y su distencia lo pone en otro plano. 

Necesario será que nuestra espíritu transite los caminos de la interioridad para descubrir que la Acción de Dios no se da en lo externo, sino adentro del ser humano, en lo más intimo de su intimidad. Citemos una vez más el tan ya famoso y aun no del todo aprovechado texto de San Agustín: 
¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé!
Tú estabas dentro de mí, y yo fuera, y por fuera te buscaba, y me lanzaba sobre las cosas hermosas creadas por Ti.
Tú estabas conmigo y yo no estaba contigo.

Me retenían lejos de Ti todas las cosas, aunque, si no estuviesen en Ti, nada serían.
Llamaste y clamaste, y rompiste mi sordera. Brillaste y resplandeciste y pusiste en fuga mi ceguera.
Exhalaste tu perfume y respiré y suspiro por Ti.
Gusté de Ti y siento hambre y sed.
Me tocaste y me abraso en tu paz.
Lo externo sólo afectara lo interno según el permiso que le demos a aquello que nos afecte. Ten presente que acá no estamos haciendo ninguna valoración moral, no estamos hablando de lo bueno o lo malo, de lo correcto o lo incorrecto. Las cosas afectan, según el la fuerza que le dejemos que lo hagan a final de cuentas, quien es el pensante, el que tienen el razonamiento y los juicios, los valores y los principio, los afectos y emociones, quien es el "Consciente" de cuanto acontecen, no es el ambiente sino el ser humano.

Quizá te sorprendió la conclusión de la premisa que utilizamos en la imagen; la lógica llevaba daba otra posibilidad, la más consecuente con la afirmación antecedente, y más puesto que al leerla inmediatamente tuvimos la tentación de compararla con la consabida evangélica:
"Con la vara que midas, serás medido"
Reza la afirmación bíblica. 

Sin embargo acá no se trata de juicios, valores, apreciaciones; sino de la aceptación y aprobación, de las actitudes con las que vamos y nos reaccionamos con lo externo, las decisiones que tomamos y la manera como nos "dejamos determinar por estas" entregándoles la facultad de decidir a otros, evadiendo y evitando la que nos compete: 
"ser protagonistas de nuestro propio ser, de nuestro propio vivir"
Este pequeño trozo nos ha hecho detenernos no un segundo en la contemplación de una verdad que lastima, puesto que es más fácil atribuirle las penas y sufriientos que padecemos a otros que asumir que lo que no nos hace sufrir es en definitiva lo que decidimos que afecte, impacte, golpee y destruya nuestro mundo interior. Y sin embargo ahí, sigue Dios recogiendo los pedazos.
"Con la mirada que mires, te sentirás mirado"
Si miras con "ternura", serás mirado con ternura.
Si miras con "gracia", la gracia te será devuelta.
Si miras con "alegría", sonrisas verás por todos lados, la sonrisa será tuya.
Si miras con "bondad, serás mirado con bondad.
Si miras con generosidad", generosa será la mirada con la que seas mirado.
Si miras con atención, atenciones recibirás de vuelta y, con creces.
Si miras con amor; ¡Ay si mirarás con Amor! El mundo se rendiría a tus pies.

Yerko Reyes Benavides 

jueves, 19 de abril de 2018

Vida en Plenitud


¿Cuántas horas se han dedicado a considerar si quiera lo que significa Vida? ¿Qué hacer cuando la vida no basta y conseguimos, topamos, encontramos que a Vida se le agrega plenitud? Si ya vivir es complejo y complicado en este tiempo, ¿Cuánto más los será aspiramos si quiera a la Vida en Plenitud?

Sin embargo, la promesa de Vida en Plenitud no nos viene de cualquier parte, ni tampoco de cualquier "filántropo", "filósofo", "político", ni tampoco de algún"científico" ni de hombre común.

Esta "Plenitud" no viene del mismo Hijo de Dios que se hizo hombre, no sólo para perdonar los pecados, sino para enseñarle a este desde su misma naturaleza el camino a la grandeza, es decir, la plenitud de la esencia; donde se fusiona lo humano con lo divino, la imagen se vuelve reflejo y la semejanza se equipara.

Plenitud en Jesús no será conquista, ni tampoco competencia, no vendrá de méritos, ni tampoco de obligaciones. Tampoco la plenitud dependerá de normas, ritos o incluso mandamientos. Será ante todo don, regalo, entrega y donación.

La cosa es que tampoco habrá que esperarla, porque no es algo que venga, sino que ya vino. Para encontrarse con la Plenitud no habrá que mirar al futuro, sino al pasado, para encontrar la propuesta y la entrega, porque la Plenitud ya fue dada y entregada; y fundamentalmente al presente, donde ya se está realizando, ejecutando, aun cuando no hayamos caído en cuenta.

Dejar el Miedo es en definitiva la única condición para comenzar a estar y vivir en estado de Plenitud. Y ahora, ¿cuál es tu miedo?

Piensa-Medita-Ora-Decide-Actúa.
Metanoia

Yerko Reyes Benavides


martes, 17 de abril de 2018

Por Amor a la Vida


Por amor a la vida,
ha de ser nuestro canto
que al espíritu y al corazón glorifica,
puesto que la grandeza del Señor se manifiesta
en la existencia de un ser de pequeña esencia que,
por él se engrandece en divinidad exaltada.

Amor a la vida ha de ser el canto
de quien se mira y a Dios encuentra
tanto en le espíritu como en el alma,
en los pensamientos y sentimientos que,
lo mueven a ser fuego que caliente el hielo,
y faro que ilumine las sobras de la noche
que en corazón de hombres se apodera y
lo apaga, para dominar la divinidad
en esencia escondida, en vida otorgada.

Amor a la Vida será la melodía que le dé ritmo
al paso firme, certero y seguro
que dé testimonio de encanto,
afecto del espíritu que en donaciones se convierte
para traer al mundo el don de lo alto,
presencia misericordiosa en obras
que rescatan, levantan , desatan;
que liberan la belleza del Dios eterno
contenida en frágil y humilde recipiente.

Amor a la vida para que la vida vuelva a tener encanto,
por eso nuestro canto,
que habla, exalta, resalta
que la vida en si es tesoro,
no tiene precio, no tiene costo,
más precioso que el oro,
más valioso que todo
cuanto hay, es y existe.

No hay riqueza en el mundo que se equipare
a la vida, que es la melodía que inspira este canto,
para decirle a Dios, gracias por tanto.

Valiosa vida en amor ha de ser vivida,
para que el tesoro que esconde se manifieste
se revele, se muestre, se exprese y se dé,
sin reservas, sin temores, y la vida de otros transforme,
valioso don de Dios que ha de ser querido.

Valiosa vida en amor vivida
nuevamente gusto de ser tenida
vibra constante, murmullo de Cielo,
en los corazones que te celebran,
canto de amor de Dios,
que en besos de compasión se derrama.

Don eres y el acto más digno de Dios que en ella se reparte,
regalo de bondad en ti, por ti, y para ti,
que mi canto jamás se calle y siempre proclame:
Por Amor a la Vida me entrego y,
a ella en Él me consagro.

Yerko Reyes Benavides

lunes, 16 de abril de 2018

Oración de Confianza. Alimento Espiritual.



Señor Jesucristo, Hijo de hombre e Hijo de Dios, tú que te mostraste amable y generoso con todos y comunicaste sin reservas los nobles sentimientos de tu corazón, cuando en más de una ocasión, movido por la ternura y la compasión asististe a tus semejantes nos sólo con la Palabra que es alimento del alma, sino que también saciaste las necesidades más mundanas. Tenemos necesidad que una vez más realices hoy, entre notros aquellos milagros y prodigios que realizaste en las praderas de Galilea. 
Dios misericordioso, te cansas, seguro estamos, de que constantemente, nuestro orgullo y desconfianza señales reclame de ti. No te fijes en la pequeñez de nuestra fe que, desconfía, mira bondadoso lo que hay en el fondo de nuestros corazones: miedo, abandono, dudas, incomprensiones, sinsabores, traiciones, penas, preocupaciones, dolores, frustraciones, y tantas otras cosas que, empujamos a lo más hondo de nuestro inconsciente, para que no molesten en lo cotidiano y no nos abatan tantas heridas del alma. 
Me doy cuenta, Señor de la gracia, que muchas veces sólo te busco en tribulación, preocupación y necesidad. Así soy, así somos, con el agua al cuello agotados los humanos recursos, elevamos nuestras manos, a veces en reclamo porque la vida no nos sonríe, porque suponemos y no te buscamos constantemente que Tú estás de nuestro lado. 
¿Será que algún día, como ahora, en este momento, nos preguntaremos quién está de tu lado, a tu favor, para sostenerte y atender a lo que tú de nosotros necesitas. Tú no eres un Dios abastecedor, tú eres el Dios del Amor, y en el amor también hay ausencia, silencio, demoras, no por ti, sino por nosotros que sólo verdaderamente valoramos algo cuando ya no está o lo hemos para siempre perdido. 
Que corta es nuestra inteligencia para entender que no necesitas a diario multiplicar los panes y peces para darnos día a día el pan que nos sustente; un pan que no sólo es alimento de nuestra vida, sino que es el pan de la alegría que nos invitas a compartir. Sonrisas de bondad, de solidaridad, de caridad y generosidad, con aquellos, que peor que nosotros, andan abandonados por el mundo y de todo les hace falta. 
No somos omniscientes y de ti constantemente necesitamos, no te fijes en la manera torpe de pedirte, no te canses de nuestros ruegos nacidos de la desconfianza, de los que no sienten que sólo tú bastas y todo en ti y por ti lo recibimos por añadidura si primero buscamos tu Reino y su justicia. 
Antes de volver a multiplicar en nosotros el pan que da alimento al cuerpo, multiplica constate el pan que es alimento del alma, que fortalece el alma y desde ahí fluye raudales de fe que hacen mover montañas. Porque tú no nos quieres esclavos de la dependencia divina, sino libres para amar y hacer las obras y aún mayores de las que tú hiciste. 
Este mundo nos pertenece porque tú nos lo diste, no para dominarlo, sino para hacer hogar para todos, casa de ternura donde todos tengamos lugar, seamos recibidos y bienvenidos, espacio para curar heridas, sanar de las espinas que en los desiertos de la vida recogemos, y tomarnos de la mano para salir a tu encuentro. 
Dichas estas cosas, Señor, rico en Misericordia, ya no más signos, sólo basta y sobra la seguridad que resucitado estás y nos da con ello vida en abundancia, que creamos, Señor, que en tu resurrección también esta nuestro triunfo. 
Déjanos con tu gracia, hacer la voluntad de tu Padre que tú en tantas ocasiones de palabra y propio testimonio nos has mostrado, para que no nos perdamos en especulaciones, sino que bien definido el deseo y el querer de Dios, nuestros pasos decididos caminen los senderos del amor, la bondad, la caridad y la solidaridad. 
Amén.
Yerko Reyes Benavides

viernes, 13 de abril de 2018

Pan y Banquete, Milagro Divino


Que gesto tan hermoso tuviste aquella tarde
 con esa gente tan olvidada de Israel. 
Fue la gente más sencilla, la más pobre y la más humilde 
la que se sentó no a la mesa de un banquete palaciego, 
sino en la pradera a la falda de un montaña, 
su asiento la hierba del campo, 
sus platos y cubiertos sus propias manos, 
y la necesidad de alimentarse, 
no sólo del alimento que satisface al cuerpo, 
sino de la palabra que salía de tu boca, 
que para ellos era manjar del Cielo.

Horas llevaban contigo, quizá hasta días algunos. 
El hambre de Dios es tanto que no importan los sacrificios, 
si se encuentra a alguien de corazón noble y puro que comunique con acierto, 
bondad y ternura los misterios reservado para el Cielo.

Condiciones pusiste para disfrutar de aquel manjar. 
No. 
La pura caridad.
Preguntaste a tus discípulos si pan había para compartir, 
y ellos con un muchacho llegaron: 
cinco panes y dos pescados, dijeron. 
Era el festín para cinco mil, 
sin contar a las mujeres y a los niños que eran más de lo esperado, 
como siempre pasa en las cosas y en la casa de Dios.

Los recibiste como si de un mercado se tratase, 
no te intimidaste por la humildad de aquella ofrenda. 
A final de cuentas, 
Dios es generoso, 
multiplica el 100 por uno lo que la gente de buen,
corazón le ofrece. 

Esta vez, y una vez más así fue. 
Tomaste en tus manos los panes y los peces, 
los elevaste y una oración con ellos ofreciste. 
¿De dónde, Señor, comenzaron a salir panes y pescados? 
El milagro de Elías se repetía: 
La alforja no se terminó y el cántaro no se vació.

Dios eres más que bueno con tus Hijos. 
Los alimentas espiritualmente, 
con toda palabra que sale de la Boca del hijo del Hombre y, 
aun así para ti no es suficiente, 
también el alimento del cuerpo no está ausente. 
Ya desde entonces sabías que la gracia 
en estomago vacío no llena,  no alcanza, no eleva. 
Y aunque no solo de pan no viva el hombre, 
también el pan es necesario para alcanzar la perfección en el amor. 
Porque una cosa es privarse de alimento por sacrificio personal 
y otra muy distinto es estar privado del alimento a disgusto y sin querer,
queriendo comer.

Ayúdanos Señor, 
en este día a poner en la mesa de los más pobres 
el pan de cada día.

Yerko Reyes Benavides

martes, 10 de abril de 2018

"Eterno Presente"

Algún que otro libro de auto-ayuda, muy en boga y famosos en nuestros días, habla de la valía del "tiempo presente", del ahora y del aquí, para encontrar en nuestra vida algo de armonía.

Sin embago todos asumen que el tiempo es humano y su enfoque de su uso y abuso se reduce a la discreción de la persona. 

Ahora si nos quitamos el peso de llevar sobre los hombros el tiempo y se lo entregamos a quien realmente le pertenece, que a su vez se lo ha sacado y sacudido de encima, porque en eternidad no hay tiempo, ni existe manera de medirlo: 
¿Qué nos quedaría? 
La atemporalidad de un eterno presente, un poco o algo como eso. Paz, serenidad, sosiego, no hay apuro, no vamos tarde a ningún lado, sino tempranos a nosotros mismos.



Piensa, Medita, Ora, Decide, Actúa...

Yerko Reyes Benavides




Pascua de Resurrección


Pascua. ¿Cuántas han pasado desde que tengo uso de razón?

¿Acaso las he aprovechado en manera alguna?

El Camino de la Cuaresma me llevó hasta la contemplación de un Cristo flagelado, crucificado, muerto y sepultado; ahí terminó mi recorrido. Satisfecho de mi devota presencia, cumplí con lo prescrito. 

Verdaderamente vivir la Resurrección es todo un desafío, una decisión y una determinación. 

Que el tamaño de la Pascua no te de arredre en hacerla tuya.

Piensa-Medita-Ora-Decide-Actúa...

Yerko Reyes Benavides

lunes, 9 de abril de 2018

Anunciación

"El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María" (Lc 2, 26)

¿Te lo esperabas mi Dulce Niña de Nazaret?
Apenas has dejado el cobijo del paterno hogar 
y en promesa habrías de desposar 
a un buen hombre llamado José. 

Sueños, casamentera eras, 
llenabas las noches de tu humilde lar, 
suspiros, mirabas con esperanza al cielo para en él topar 
con estrella fugaz para preguntar: 
¿Será la Voluntad de Dios que forme un hogar? 

Ajuar de bodas ya preparabas juan a tu madre Ana. 
¿Qué tantas cosas había? 
¿Qué tanto tenías para aportar? 
Tu pureza y virginal inocencia eran la dote más valiosa que dar. 

Quince a lo mucho dieciséis, ya mujer, para emprender 
propio camino lejos del terruño paterno, donde Joaquín y Ana quedaban. 
Hogar que construir, familia que constituir, 
seguir los principios y los divinos preceptos 
de aquellos años extraños. 

Desposada, más aún no casada. 
Dios tocó a la puerta de tu alma. 
¡Sorpresa! 
Esposa, sí, pero antes Madre; 
no de humano proceder.

La divinidad en ti fecundaría, 
inmediato, respuesta esperaría, 
para vientre virginal tomar, 
semilla divina depositar. 

Por ti, Dios caminará en el mundo 
con pies de hombres, 
corazón fuerte, 
en humanidad por ti concebida, 
dada y entregada. 

El Ángel del Señor, Gabriel, te visitó aquella tarde. 
Abril sería, comenzaba la primavera, 
clima de esperanza, tiempo de confianza; 
otoño no podía ser: Dios es Vida, 
y ahí en el jardín de tu cuerpo florecía, 
Flor Divina, hermoso, aunque cuerpo que ver 
todavía no poseía. 

Dulce Niña, María de Nazaret 
enséñanos el valor que hay que tener 
para a Dios decir: 
"Heme aquí". 
Un sí de valía como el tuyo: 
coraje, confianza y amor necesitan para ser dados 
a un Señor que cambia por completo la vida, 
siempre para mejor aunque por valles de dolor 
haya que en su nombre transitar, 
para al final, de una vez y por fin, 
la luz de un nuevo amanecer contemplar. 

Amor puro de su corazón, 
bondad y comprensión; 
esencia de su ser ya en concepción entregado, 
después de un Fiat, que por ti hoy también doy 
para que Dios en corazón encarne como en vientre lo hizo en la historia, 
amándote a ti hermosa Niña de Nazaret, 
vuelva hoy por mí a nacer. 

Yerko Reyes Benavides

domingo, 8 de abril de 2018

Divina Mesericorida

Feliz día de la Divina Misericordia.

Este día de bendición no puede viviese en sólo "un acto masivo", ni tampoco en " un manifestación popular devota ", sino con un profundo sentido espiritual.

Es una ocasión de encuentro íntimo y personal con Dios que se derrama en los corazones en Bondad y en Amor, para que los hijos renacidos por la Resurrección liberadora de Cristo sean sus vivos testigos y den verdadero ejemplo de la construcción eficaz y verdadera de la paz y la justicia duraderas.

Transformación que lleve esperanza a la vida de niños, jóvenes, hombres, mujeres, adultos, emigrantes... 

Sobre todo de aquellos que están en situación social, política, económica y hasta religiosa de vulnerabilidad.

JESÚS EN TI CONFÍO



viernes, 6 de abril de 2018

Día de Resurrección

Es el día de la resurrección,
Jesús, ya no necesita descanso,
su cuerpo humano ha dejado,
se ha revestido de gloria, divinidad y encanto. 
Por eso, con premura, al rayar el alba
deja el sepulcro y camina
por las praderas de la vida plena.
Con los vivos  y entre los vivos,
más vivo que antes,
pues ahora su vida
por siempre eterna será. 
Está en el sepulcro sin esperar a nadie
y aguardando a todos,
ya el tiempo no lo detiene ni tampoco
le impide estar ahí al alba y de
camino a Emaús al claudicar la jornada. 
De inmediato conversa con María Magdalena,
seca sus lágrimas, anima su corazón,
la reviste de alegría y esplendor que da
la contemplación del amado su gloria. 
Sale presurosa, camina; no, más bien corre.
A los discípulos llega con la noticia,
más los discípulos habían visto al Mesías,
que con sus manos traspasadas
huecos en sus palmas por clavos ya ausentes,
brincan, saltan de gozo y se felicitan:
El Maestro está con nosotros,
no se ha ido,
así como nos fue prometido,
lo ha cumplido. 
Día de Resurrección, agitado
necesario es dar señales de presencia
ya no en humana forma,
sino definitivamente transfigurada.
Reminiscencia de aquella ocasión
que los discípulos tuvieron el don
de mirar el Rostro de Dios,
en la humana faz del Nazareno.
Cerca del Calvario donde quedaron tus restos,
tumba ahora vacía, sin señas de muerte,
sólo mortaja y sudario puestos en esquina
con cuidado, testigos del momento de vida
que en madrugada del día tercero vio el alba
el despertar del Hijo de Dios, que también
es el hijo del Hombre. 
Día de Resurrección,
a todos llegaste,
a cada uno tocaste,
y las lágrimas de tristeza desterraste,
la confianza volvió a renacer
la sonrisa volvió a aparecer. 
No más desesperanza, no más ansiedad
Cristo victorioso ha vuelto,
y de la mano nos toma
para que hagamos con gozo la parte que nos toca:
el recorrido del amor, su camino
al Reino eterno de Dios: su corazón.

Yerko Reyes Benavides

miércoles, 4 de abril de 2018

Resta qui con Noi

Saliéndonos un poco de lo que acostumbramos a publicar en este espacio de Espiritualidad. Me refiero a reflexiones, meditacione muy sesudas cada una de ellas, no carentes del sentido de lo afectivo expresado también en poemas y oraciones.

Hoy en plena Octava Litúrgica de Resurrección que Iglesia vive como un sólo día en ocho de calendario, quiero compartir este canto. Está en italiano, pero se entiende fácil, puesto que la música y el cantar no se escuchan con los oídos ni con el intelecto, sino con el alma y el corazón

Resta Qui con Noi. "Quédate aquí con nosotros":



Que este canto, tan espléndidamente interpretado, sea inspiración de Resurrección en el Señor de nuestro pensamiento, alma y corazón.

Yerko Reyes Benavides

domingo, 1 de abril de 2018

Mirar Recrea...


Tantas veces lo hemos, unas veces sutilmente sugerido; otras un poco más directamente y sin tantos floripondios:
La Palabra crea Realidad.
Ahora, damos un paso más:
La mirada la Recrea. 
Es decir, no son los ojos lo que ven la realidad sino la mirada con que vemos la realidad lo que la vuelve amiga o adversa.

Cuida lo que dices y limpia de vez en cuando y de tanto en tanto tus ojos, para que puedas descubrir la claridad que en todo Dios dispuso para que a cada uno llegue y toque un signo de su amor divino.

Metanoia:
Piensa-Medita-Ora-Decide-Actúa
Yerko Reyes Benavides

Secuencia de Resurrección




Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.

Cordero sin pecado
que a las ovejas salva
a Dios  y a los culpables
unió con nueva alianza.

Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y muerto el que es la Vida
triunfante se levanta.

¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?
“A mi Señor glorioso
la tumba abandonada.

Los ángeles testigos,
sudarios y mortajas.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!

Vengan a Galilea
allá el Señor aguarda,
allá verán los suyos
la gloria de la Pascua

Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda

Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y a da a los fieles parte
en tu victoria santa.