- Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.
- Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto: cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie, sino a mi mismo.
- Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino en este también.
- Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que las circunstancias se adapten todas a mis deseos.
- Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura; recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria para la vida del alma.
- Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie.
- Sólo por hoy haré por lo menos una cosa que no deseo hacer; y si me sintiera ofendido en mis sentimientos procuraré que nadie se entere.
- Sólo por hoy me haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré cabalmente, pero lo redactaré. Y me guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión.
- Sólo por hoy creeré firmemente aunque las circunstancias demuestren lo contrario- que la buena providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie existiera en el mundo.
- Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y de creer en la bondad.
martes, 14 de julio de 2009
Decálogo de la Serenidad
lunes, 8 de junio de 2009
SENTIDO MORAL
¿Qué es el sentido moral? Es la coherencia de convertir en realidad lo que tu corazón con toda su fuerza te impulsa a buscar, la plenitud de tu ser.
TODO DISCIPULO ES UN CREYENTE, PERO NO TODO CREYENTE ES UN DISCIPULO
El creyente gusta del halago. El discípulo del sacrificio vivo.
El creyente entrega parte de sus ganancias. El discípulo entrega parte de su vida.
El creyente puede caer en la rutina. El discípulo es innovador.
El creyente busca que lo animen. El discípulo procura animar.
El creyente espera que le asignen tarea. El discípulo es solicito en asumir responsabilidades.
El creyente suele ser condicionado por las circunstancias. El discípulo aprovecha las circunstancias para ejercer su fe.
El creyente reclama que lo visiten. El discípulo visita.
El creyente busca en la Palabra promesas para su vida. El discípulo busca vida para hacer presente las promesas de la Palabra.
El creyente es "yo". El discípulo es "nosotros".
El creyente pertenece a una institución, grupo o cofradía. El discípulo es una institución él mismo.
En el creyente la unión del Espíritu Santo es confirmación y meta. En el discípulo es medio para lograr la meta de ser testigo eficaz a toda criatura.
El creyente vale para sumar. El discípulo para multiplicar.
Los creyentes aumentan la comunidad. Los discípulos aumentan las comunidades.
Los discípulos de la Iglesia primitiva trastornaron el mundo. Los creyentes del siglo XXI están trastornados por el mundo.
Los creyentes esperan milagros. Los discípulos obran milagros.
Los creyentes destacan llenando el templo. Los discípulos se hacen para conquistar el mundo.
El creyente hace hábito. El discípulo rompe los moldes.
El creyente necesita de campañas para animarse. El discípulo vive en campaña porque esta animado.
El creyente espera un avivamiento. El discípulo es motor de él.
El creyente se congrega para encontrar al Señor. El discípulo trae la presencia del Espíritu Santo.
El creyente sigue intentando limpiarse para ser digno de Dios. El discípulo no se mira más y obra en la fe de que Cristo le ha amado.
El creyente espera que le interpreten las escrituras. El discípulo conoce a Jesús y habla de Él.
¿Eres creyente o eres Discípulo de Cristo?
martes, 3 de marzo de 2009
MIS DERECHOS HUMANOS. Tengo derecho a la libertad
Artículo 9
"Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso o desterrado"
(Declaración Universal de Derechos Humanos)
María Magdalena, "La Incondicional"
Vasija vieja, vasija nueva
Bajé pues donde el alfarero que estaba haciendo un cántaro, pero este le salió mal, así que lo volvió a empezar, transformándolo en otro cántaro a su gusto.
Así te habla Dios: "Yo puedo hacer lo mismo contigo, pueblo de Israel, como el barro en manos del alfarero, así eres tú en mis manos" (Jer. 18 1-4)
Un hombre tenía dos grandes vasijas que colgaba a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros.
Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie desde el arroyo, hasta la casa de su patrón, pero cuando llegaba, la vasija rota solo tenia la mitad del agua.
Durante dos años completos esto fue así diariamente, desde luego, la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabia perfecta para los fines para los que fue creada.
Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque solo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su deber.
Después de dos años, la tinaja quebrada le hablo al aguador diciéndole así: Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas solo puedes entregar la mitad de mi carga y solo obtienes la mitad del valor que deberías recibir.
El aguador, le dijo compasivamente: Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino.
Así lo hizo la tinaja. Y en efecto vio muchísimas flores hermosas a lo largo, pero de todos modos se sentía apenada porque al final, solo quedaba dentro de si la mitad del agua que debía llevar.
El aguador le dijo entonces: ¿Te diste cuenta de que las flores solo crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas y todos los días las has regado; y por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar mi hogar. Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza.
Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas agrietadas, pero debemos saber que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener mejores resultados, entonces no nos detengamos a quejarnos por nuestros defectos, sigamos adelante y busquemos la mejor cara de todos ellos. Hoy es tu oportunidad para dejarte modelar de nuevo.
Tú puedes ser una vasija nueva.
Dame, Dios mio, lo que te queda
Dame lo que no te piden nunca.
No te pido descanso,
ni tranquilidad de alma o cuerpo.
No te pido riquezas,
ni éxitos, ni siquiera salud.
Todo esto, Señor, te lo piden tanto
que ya no debe quedarte nada.
Dame, Dios mío, lo que te queda.
Dame lo que no te aceptan,
inseguridad, inquietud,obstáculos, tormentas.
Y dámelo, Señor, definitivamente,
para siempre,
porque luego ya no tendré humor
para pedírtelo.
Dame, Dios mío, lo que te queda.
Dame lo que otros no quieren.
Pero dame también el valor,la fuerza y la fe.
martes, 24 de febrero de 2009
LA ESENCIA DEL SER
Sabrás de la soledad de la noche y de la longitud de los días.
Sabrás de la espera sin paz y de aguardar con miedo.
Sabrás de la soberbia de aquellos que detentan el poder y someten sin compasión
Sabrás de la deserción de los tuyos y da la impotencia del adiós.
Sabrás que ya es tarde y casi siempre imposible.
Sabrás que eres tú el que siempre da y sientes que pocas veces te toca recibir.
Sabrás que a menudo piensas distinto y tal vez no te entiendan.
Pero sabrás también:
Que la soledad cura.
Que el perdón fortalece
Que la fe agranda
Que la esperanza sostiene
Que el recuerdo acompaña
Que la humildad ennoblece
Que la razón guía
Que la perseverancia templa
Que el olvido mitiga
Que el amor dignifica.
“Porque lo único que verdaderamente vale, está dentro de ti, y por encima de todo está Dios… sólo tienes que descubrirlo… y así hallaras la verdadera paz”
lunes, 23 de febrero de 2009
DEVOCIONES MARIANAS. Nuestra Señora de los Dolores
Precisamente es en el acontecimiento de la crucifixión donde encontramos el significado primero y último de la Dolorosa: “Estaban en pie junto a la cruz de Jesús su madre, María de Cleofás, hermana de su madre, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo que él amaba, dijo a su madre: Mujer, he ahí a tu hijo. Luego dijo al discípulo: He ahí a tu madre” (Jn. 19. 25-27a). Y una vez más la devoción de los fieles quiso prolongar la participación amorosa de la madre en la muerte redentora del Hijo recordando, como en un díptico, la acogida en el regazo de María de Jesús bajado de la cruz (Mc 15, 42), acontecimiento objeto de atención particular por parte de pintores y escultores, y la entrega al sepulcro del cuerpo exánime de su Hijo (Jn 19, 40-42a).
Durante este tiempo de cuaresma la mirada devota de los fieles se encuentra con el rostro sufriente y el corazón desgarrado de la Madre del Señor. Ella se convierte en manantial de consuelo para quienes sufres, pues Ella comprende el dolor humano; Ella es lugar de fortaleza para quienes se sienten agotados por el peso de sus tribulaciones; Ella es refugio de esperanza, pues en su intercesión, los cristianos caminamos confiados a la gloria de la pascua.