jueves, 19 de enero de 2023

Contigo

Lucero del alba que Dios ofrece en la mañana,
inspiras la razón que me guía y acompaña:
aviva la ilusión que despiertas con el nuevo amanecer,
atesora las espinas que me hieren, en el anochecer.

En tu mirar sereno mi alma encuentra confianza,
en tu regazo mi empeño descansa,
tu mano en mi frente conforta mi desilusión,
el arrullo de tu voz conquista mi desolación.

María, de Nazaret la dulce Niña,
del Señor su lagar y su viña,
la uva suave y fresca en ti floreció,
el vino nuevo de pasión y encanto por ti fermentó,
y a la copa de mi fe y de mi entrega
en abundancia se sirvió
y en tu ternura desbordó.

Envuelve mi alma en el aroma de tu fervor,
palpite mi corazón al compás de tu ardor,
todo mi ser se vuelva ofrenda de amor,
contigo, Madre buena, siervo del Señor.
Amén

Yerko Reyes Benavides 

jueves, 12 de enero de 2023

Espíritu

Los días van pasando y mi espíritu sigue anhelando,
no se conforma, no se resigna, sigue soñando;
las migajas que esta vida allega a su pecho
no lo arrullan ni aletargan en su lecho.

No, este espíritu que se mueve y se estremece
que tiembla , vibra y se remece
reclama su lugar en el firmamento
desplegar sus alas sin ningún lamento.

Espíritu que rejuvenece en mí y me da identidad
y en mi interior gime y clama libertad;
espíritu que me levanta del suelo
y me hace vencer el miedo
de conquistar mi lugar en el cielo.

No detengas el batir de tus alas, espíritu viajero,
que no me disipe más en lo somero;
sacude y abrasa con el ardor de tu fuego
toda duda, temor y apego.

Apúrame con el canto de tus divinidades
Espíritu de dones y bondades,
sigue palpitando con fuerza en mi interior
el tiempo es ligero y su encanto pasajero
y mi Amado me espera en su vuelo.
Amén

Yerko Reyes Benavides

miércoles, 11 de enero de 2023

Desierto

Mi Dios noble y sereno,
Jesús Nazareno,
tus pisadas ya conocen el destierro,
el palpitar de tu pecho del Padre su anhelo,
mas tu caminar no es incierto,
con deseo contemplas el desierto.

Mis ojos en tus huellas están puestos,
mi espíritu y alma dispuestos,
súbito se retuerce mi ser en duda,
el temor me golpea e inunda,
me sitia el miedo
no lo niego:
tiende a mi tu mano,
sólo contigo a mi lado
el tentador será derrotado.

Vaciado quedará mi ser en la arena de la desolación
y en este suelo abrasador acrisolada será mi intención,
harta de desesperanza, en este desierto de incitación,
mi alma saciará su sed en el oasis de tu consolación.

Apuremos el paso,
Amado Señor,
el desierto nos espera,
el aguijón y también la prueba;
austeridad, silencio y oración,
libraremos la tentación:
en flor quedarán mente y corazón
listos a la hora de la oblación.
Amén

Yerko Reyes Benavides