Madre de la Contemplación

Nuestra Señora de la Contemplación

Patrona nuestra.

A tu altar dejamos la flor de la fresía como ofrenda de nuestro amor por ti, ya que a la contemplación evoca y ti te representa y su aroma inspira la confianza que ponemos a tu mística intercesión. 

Cuídanos Madre del Amor Hermosos, Dulce Muchacha de Nazaret, tú que a Dios Padre te consagraste y tu vida pusiste en sus manos, ayúdanos también a realizar la misión de bondad, compasión y misericordia que Dios nos ha asignado como hijos suyos; Tú la “hija predilecta” del amor de Dios.

Que, como tú en la meditación y la oración encontremos la voz de Dios que revele el camino de nuestro caminar en el mundo, palabra que es luz para nuestros pasos.

Tuyos somos, a ti nos consagramos y como tú, los misterios de Dios contemplamos en silencio y, guardados en nuestro corazón van siendo fuerza y gracia que nos llevan en certeros pasos ante la amorosa presencia de Dios.

Amén

Yerko Reyes Benavides