martes, 31 de agosto de 2021

Amado

Estás en mi mente,
siempre presente
de mi alma residente,
un deseo persistente,
de este empeño insistente
de ser tu amor permanente.

Eres mi pensar consecuente
jamás de mi corazón ausente;
presente en mis labios constantemente,
tu nombre declamo dulcemente.

De este valle de lágrimas soy sobreviviente
la promesa de tu amor me sostiene vivamente
aviva en mí el querer quererte completamente
y que el tiempo se detenga para ser tuyo para siempre.

No me alcanzará la vida para amarte totalmente,
ni los días para esperarte pacientemente:
apura este tránsito y hazlo ávidamente
para abrazarte, Amado, intensamente
y hacer de este anhelo recurrente
un beso que dure eternamente.
Amén

Yerko Reyes Benavides

domingo, 29 de agosto de 2021

Revelación

¿Quién dices que soy?

Mi amigo,
no más un desconocido,
ni un siervo en el camino;
de entre muchos,
mi elegido
al que he llamado
a estar conmigo.

¿Quién dices que soy, Señor?

Tú eres mi amado,
al que a mi pecho he acercado,
de ti he hecho heraldo de mi costado
y con amor te he exaltado.

Tú eres mi hermano,
al que al Padre he entregado;
mi corazón te he dado
para hacer de ti al igual que yo,
hijo predilecto de Dios.

Tú eres mi enviado,
al que en misión he encomendado
hacer de los hombres de mi Amor enamorados,
y de mi Espíritu por siempre bienaventurados.


¡Quién dices que soy yo!
¿quién para decirte que no?
Digno me has hecho de tu ternura y compasión
y aunque cada día necesite de tu perdón,
que en mi alma y en mi manos
ni por un instante falte tu amor.
Amén

Yerko Reyes Benavides


martes, 24 de agosto de 2021

Tuyo

Para ti, Divino Señor, son mis días
con sus penas y alegrías,
cada uno de mis esfuerzos
y lo que sueño con mis ojos abiertos
mirando cautivo al cielo
lugar de mi más grande anhelo.

Para ti, mi Buen Dios, es mi alma,
en tu regazo encuentra calma,
Tú eres la paz que la alienta:
vibra en mi ser contenta,
sostiene en mi la espera
de recibir de ti la vida eterna.

Para ti, Dios y Señor, es mi corazón
de su latir, tu voz, es su razón
y aunque palpitar, dejar, no puede
el aroma de tu gloria lo detiene
desbordando el querer que contiene:
ser uno en ti para siempre.

Para ti, Amado Señor, es mi vida toda
lo que fui, lo que seré, lo que soy ahora,
tuyo es mi amor y todo mi sentir
tuyo por entero lo es mi vivir;
nada hay en mí que para ti no sea
nada queda en mí que tuyo ya no sea.
Amén

Yerko Reyes Benavides

miércoles, 18 de agosto de 2021

Vida en Pausa

¿Sabes cuál es el error?...
...Y bastante, me ha costado entender, he tenido que parar, y de ello no me arrepiento, fue necesario en su momento, pero la vida no se quiso detener conmigo, y no ha querido por más que he insistido esperar a que todo termine; ahí está el error, pretender poner la vida en pausa.
Hemos quedado suspendidos en el tiempo, como si nuestra vida por la circunstancia temporal que atravesamos (esta, aquella, la otra... tú ponle nombre, a la final no importa la circunstancia) se detuvo y nosotros con él.

La vida no espera, y hay que seguir el curso de su influjo y devenir: ¿qué hemos dejado en espera aguardando a que todo termine?

Acaso, ¿ser mejores personas?...

¿Ser más conscientes del impacto que tienen en los demás lo que hacemos o incluso lo que no y ser, por ende,  más responsable de las consecuencias que conllevan las palabras y las acciones?

¿Ser más comprensivos y solidarios, más dispuestos al compromiso?

¿Corregir los errores personales, abandonar los vicios, procurar mayores y mejores virtudes?

O, tal vez, nada; tan sólo la necesidad de continuar sin detenerse a pensar en el significado de la vida,  que ahora -por esta circunstancia- resulta desconocida y ajena y de ahí, surge sin más el ansia y la angustia de estar obligado a convivir con un extraño.
Vivir no puede detenerse, se pierde vida cuando intentamos ponerla en pausa. No se apaga la fuerza de un corazón que necesita estar activo para sostener la vida que él procura.

¿Qué sigo esperando: mejores tiempos? ¿Acaso los ha habido así sin más?, cada día se nos presenta como un desafío y con él llega un propio afán (Cf Mt 6,25-34).

Y puse mi vida en pausa…
esperando...
confiando…
creyendo...
soñando
procurando un tiempo nuevo
que por haberme detenido
se me ha hecho lejano…
eterno…
ajeno.


Sin que lo que me contuvo
haya cambiado,
la vida que no se detuvo
me toca poner en marcha:
la vida que estaba pausando
y no quiso seguir esperando.

Yerko Reyes Benavides

lunes, 16 de agosto de 2021

Tu Amor mi Vida

Es tu amor el que me da vida,
y aunque vivo pueda estar sin ti,
sólo por ti, vida hay en mí,
pues Tú eres el amor que sostienen la vida en mi
que no quiere estar ya sin ti.

Tu amor, Señor, me envuelve, me vence y renueva,
me atrapa, me aprieta y me aquieta;
me somete y también me libera.

Tu Amor, Señor, me alienta y mantiene
y al tiempo de la prueba me sostiene.

Tu amor, Señor, me fortalece,
me transforma, me anima y me aviva,
de mi alma es la alegría
que la abrasa cada día.

Es tu Amor promesa cumplida
y la esperanza que alienta mi vida,
de no quedar por siempre sin vida
pues tu amor es la Vida,
más allá de esta vida.
Amén

Yerko Reyes Benavides

sábado, 14 de agosto de 2021

Acto de Fe

Un tiempo nuevo es por lo que he suspirado,
en lo pasado con lo que he soñado,
en el día presente me mantiene luchando
y sigo sin desfallecer buscando.

Mi convicción y libertad he depositado
en Jesús, el Mesías deseado;
él ha sido anunciado
y su Evangelio proclamado,
muerto y resucitado
hoy sigue siendo esperado.

Él es el Señor de mi esperanza
por quien mi alma canta,
en él está puesta toda mi confianza,
y por quien mi caminar no descansa.

En ti confió mi Dios y Señor
mi fe es tuya y también mi amor,
tú eres mi amparo y fiel consuelo
mi pensar y mi sentir te lo entrego
eres mi ilusión y más grande anhelo.
Amén

Yerko Reyes Benavides

miércoles, 4 de agosto de 2021

¿Ir a Misa?

Un día me hicieron una pregunta que despache con la convencional respuesta:

¿Por qué ir a misa?
  • La Misa es un sacramento que nos proporciona la gracia santificante necesaria para el alma que espera la salvación.
  • Es la entrega incruenta del Verbo Divino que se da en remisión de nuestros pecados.
  • Es deber y es precepto…
Todo lo antes expresado, aunque correcto, dejó una inquietud que por mucho tiempo estuvo rondado en las meditaciones que hacía sobre el tema, hasta que encontró una manera de presentarse que no pude eludir de forma tan desentendida.

Un giro muy pequeño en la pregunta lo cambió todo:

¿Por qué voy yo a misa?
 

Después de tanto buscar, investigar, pensar, meditar, reflexionar y orar, llegué a la respuesta de tan sólo una razón:

- Para recordar.

- ¿Para recordar?

- Si, para recordar.

No es la respuesta que esperaba. Tantos siglos de dogmas, doctrina y teología… esperaba de ti algo más elevado –algo como lo anteriormente dicho- a la altura del misterio que contiene; una apología que promueva su existencia, que la defienda de los continuos ataques y que ponga una coraza protectora ante los que la pretender cambiar, incluso razones por las cuales no hay que faltar a ella y menos si es domingo.

Esos serían los argumentos de la Iglesia y sus razones, no la mía.

¿Entonces? Para recordar qué, si se puede saber:

Para recordar cuánto me ha amado Dios.

Para recordar que Dios no ha dejado de amarme.

Para recordar cuánto me sigue amando Dios Padre, en su Hijo, por la acción del Espíritu Santo...

… Y para recibir ese día, el detalle de su Eterno Amor, que ha dispuesto para mí en el altar de su ternura, misericordia y compasión; un beso sutil, una caricia intensa y a la vez gentil de su corazón en el mío.

Me introduce en el cielo sin darme cuenta; en un instante me viste de fiesta y me sienta a la mesa de su Reino, en el que él mismo dispone la mesa y se hace alimento no sólo de mi alma sino también de mi corazón y de todo mi ser.

Al terminar tan magnifico banquete me despide con su bendición y el deseo de su paz y, aunque la mayoría de las veces no me fijo, deja la puerta sin cerrar para que pueda volver a este lugar las veces que quiera, mientras busco, lo que él ya por mí ha realizado, no levantarme más del lugar que ha dispuesto para mí a su lado por toda la eternidad.

Voy a Misa para recordar.

Yerko Reyes Benavides

domingo, 1 de agosto de 2021

Santuario de Amor

Aquí estoy,
delante de este sagrario,
que vela el recuerdo
que ha dejado el paso viajero,
de tu mirar pasajero,
por este corazón
que sólo desea ser sostenido
en tu amor peregrino.

Aquí estoy,
con la mirada fijada en lugar que custodia,
por tu designio tu gloria,
esta especia del pan que sin voluntad,
contiene la grandeza de tu majestad
y muestra sin vergüenza de su humildad,
toda tu divinidad.

Aquí estoy,
dejándome atrapar,
convenciéndome a mí mismo
que soy digno
de tu total entrega y donación;
no doy crédito que mi Dios y Señor,
se abaje de su trono
y de mi ser se haga solícito
y saciar su sed desee
en la fuente
de mi exigua devoción.

Aquí estoy,
cayendo de rodillas,
escondiendo la mirada apenada entre las manos
que tus manos quieren sostener;
me estremezco,
es un suspiro,
aliento de tu bondad
que refresca mi alma,
la liberas,
digno de ti me haces,
más que al pan que te contiene y retiene.

Aquí estoy,
movido por la fe,
trapazado por tu perdón,
haciendo de mí mismo una oblación,
que me haga merecedor
de este don del que me haces acreedor:
ser santuario de tu amor.
Amén

Yerko Reyes Benavides