Bendito seas Señor por el día que nos concedes, generoso eres al darnos ocasión de renovar por él, el deseo de serte fiel en el quehacer de cada día y poderte ofrecer la ofrenda de nuestro trabajo y esfuerzo.
Bendito seas Señor por la gracia que nos das en cada despertar, en ella renovadas nuestras fuerzas emprendemos el camino que nos lleva en cada jornada a estar más cerca de ti, por el obrar de nuestras manos.
Bendito seas Señor porque eres fiel y generoso pones de tu corazón a nuestra disposición todo cuanto necesitamos para hacer de cada día una ocasión de gracia y de bendición para nuestra vida y la de nuestros hermanos.
Bendito seas Señor porque nos das los tesoros de tu corazón; el más grande el más sublime, el más noble, el más hermoso: el amor de una Madre que intercediendo constante está por nosotros.
Bendito seas Señor por tantas gracias, muchas veces nos las vemos, no por ello quedan ausentes; te das en nuestra vida, te haces cercano, nos llevas de la mano con bondad y ternura, todo lo haces porque eres Padre de Bondad.
Bendito seas Señor, por lo que guardo en mi corazón que queda entre tú y yo, el aliento que me ofreces, la dones que me concedes; tu Palabra que me orienta; tu Espíritu que es mi guía. ¿Qué más puedo pedir? Me das cuanto necesito.
Bendito seas Señor, porque en este día te harás presente en el altar de tus amores y te darás en compasión, misericordia y amor; y aunque no los vea ni los sienta, más allá de mis limitaciones no me falten, hoy también Señor, tus bendiciones.Amén
Yerko Reyes Benavides
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