“Ven conmigo y haremos diferencia”
Meditando en tus promesas
recordé la invitación que un día nos hiciste
“convertirse no sólo arrepentirse”, dijiste:
sino “hacer la diferencia”.
Ayúdame Señor a hacer la diferencia que quiste
a entregarme con decisión de una vez y para siempre.
Tú, Maestro, no llamas a la grandeza en los halagos
y de los hombres sus aplausos.
La grandeza que tus buscas
no está en conquistar montañas
sino en hacer lo más pequeño
lo que muchas veces a la vista queda lejos.
Ayúdame Señor a hacer presente tu voluntad
a hacer de lo cotidiano lo extraordinario,
a tomar pequeñas decisiones
y a ser constante en mis buenas intenciones.
Dame, Jesús Amigo, la grandeza de la humildad.
Ayúdame Señor a responder con decisión
a la invitación que un día me hiciste:
“Ven conmigo y haremos diferencia”.
Jamás imaginé que lo que tu querías
era que al fin me comprometiera
a hacer de las pequeñas decisiones de cada día
la gran diferencia de mi vida.
Ayúdame Señor a no desistir;
dame la sabiduría de tu corazón
para discernir qué decisiones he de ir tomando
y, en ellas insistir para así
seguir haciendo diferencia,
en los pequeños cambios
que a veces con impaciencia espero.
Ayúdame Señor, tu que ya hiciste camino,Amén
haz que persevere y no deje de insistir
puesto que mi alma está bien dispuesta
pero muchas veces me abandonan las fuerzas.
Ayúdame Señor, a no desfallecer
en la determinación de hacer
de este mundo un lugar verdaderamente humano;
y no olvidar jamás que los grandes cambios
se gestan en las pequeñas decisiones
las que son tomadas con valor y determinación
cada día y todos los días.
Ayúdame Señor, y dame el valor
para hoy también contigo, hacer la diferencia.
Yerko Reyes Benavides
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