Haz que se detenga el tiempo;
Tú, ¡Oh Dios! que eres eterno.
Que no transiten las horas ni se consuman los minutos,
que esté sea tu momento
el que perdure por siempre en el alma:
la hora de tu Gracia.
Hágase Señor tu deseo, lo que es bueno,
que se realice y siempre esté vigente
tu Voluntad en esta vida nuestra presente,
la que nos das como don de tu paternidad
la que se realiza y manifiestas en tu eternidad
Dios Inmortal, que los segundos colaboren
y los minutos no pasen
sin que marquen la huella de tu transitar por el mundo,
sean ellos los que anuncien con alborozo
que se está haciendo pronto
de tu amor su designio
en el corazón de los hombres.
Tráenos tiempo,
tú que eres finito
de Dios lo infinito:
del Padre su compasión,
del Hijo la reconciliación
y del Paráclito la santificación.
No permitas Señor eterno
que sea el tiempo un impedimento
para que se realice en el ser humano
la gracia de tu redención
el propósito perpetuo de tu corazón
lo que en la eternidad se esconde
y tu revelas generoso a los hombres.
Que nuestro tiempo se haga perfectoAmén
para conocer el designio de tu amor,
y sean las horas de esta vida
la oportunidad más preciada
para se realice tu hora,
ahora y por siempre.
Yerko Reyes Benavides
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