lunes, 17 de diciembre de 2018

Silencio

"En este día Señor, 
quiero escuchar lo que tú me quieres decir. 
Salir de la comodidad espiritual"

Jesús querido en estos momentos en los que busco estar en tu presencia y por la oración compartir contigo, me doy cuenta que soy yo el que se desboca en palabras y más palabras; suelto, sin más lo que dentro llevo. 
A veces, me alegro y agradezco sin más lo que reconozco me das; en muchas otras ocasiones lo que hago es pedir, me siento en necesidad y sólo en ti en encuentro descanso para tanto que siento echo en menos. 
Y no faltan, amigo mío, los ratos de rabias, de cansancios, de agobios y abatimientos donde también te reprocho.  
Algo me falta, no lo puedo pasar por alto aunque poco lo hago, también lo necesito: tu misericordia, Cristo mi redentor, pues el perdón de tu corazón requiero en tantas veces que me equivoco y tu amor desprecio con mis pecados.  
Hoy mi Señor, lo vuelto a hacer, te lleno de palabras, necesito soltarlas, decírtelo que voy descubriendo y son importante; un de ellas, lo siento ahora, se ha vuelto fundamental: dame la gracia y concédeme el don del Silencio. 
Silencio, si, silencio Señor. Hay mucho ruido y no sólo aquel que proviene de los barullos que hay a mí alrededor, sino el que hay en mi interior; me impide y, no es excusa, escuchar tu voz: la voz que resuena de ti en mi alma y corazón. 
En este día Señor, quiero escuchar lo que tú me quieres decir. Hablo y rezo y tiempo no te dejo de decirme lo que necesito que quizá, es mi temor no es lo que yo de ti quisiera escuchar: salir de la comodidad espiritual, dejar de hacerme la víctima y con determinación y decisión asumir con responsabilidad mi vida espiritual.  
Dame tu gracia y bendición y dame, también la oportunidad de aprovechar este silencio en el que ahora quedo para que al corazón me hables, Señor. 
Amén

Yerko Reyes Benavides

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