"En un abrir y cerrar de tus ojos,
Dulce Madre, tu amor se derrame abundante"
En un abrir y cerrar de tus ojos, Madre, presurosa acudes a la cita. Al encuentro sales de aquellos que sabes te buscan en sus necesidades y en ti ven, a la que de Dios recibió el poder de la intercesión y mediación.
En un abrir y cerrar de tus ojos, Dulce Muchacha, al servicio de la humanidad te pones, nos tomas de la mano y al Señor Dios nos conduces; con cariño nos animas para que nunca nos apartemos de tu Hijo.
En un abrir y cerrar de tus ojos, Virgen querida, te das una vez más como ofrenda de bondad, para que a tus hijos, de Dios no les falte misericordia y gracia.
En un abrir y cerrar de tus ojos, María, tus manos extiendes, tus brazos se abren para recibir, solicita, las plegarias que a ti son entregadas con la plena confianza que serán escuchadas.
En un abrir y cerrar de tus ojos, Dulce Madre, tu amor se derrame abundante.
Dame de tu amor, de tu Amor de Madre, María, en este abrir y cerrar de mis ojos, que ahora contemplan tu rostro hermoso. Este corazón late lleno de emoción al saberse en ti cobijado, pues en ti fuerzas renueva para hacer la Voluntad del Amado.
No falte en mi vida, Virgen María, tu maternal intercesión, y aunque a ratos de lado te deje, ocupado en los afanes de este mundo, se tú, mi Dulce Muchacha, quien de mí no pase, y vela por siempre mi caminar para que allá donde tú estás también algún día yo llegue, junto a ti en el Reino celestial.
En un abrir y cerrar de estos ojos, me consagro por entero a ti y mi vida pongo en tus manos. Ayúdame siempre a servir con bondad y, a dejar rosas de amor y ternura, como tú Madre de Guadalupe, en el corazón de cada hombre, mujer, joven, niño y anciano.Amén
Yerko Reyes Benavides
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