miércoles, 2 de mayo de 2018

Eterno es tu Amor. Crisantemo

Con Flores a María
vamos todos a su encuentro.

El Crisantemo

El Crisantemo es una de las flores más populares después de las Rosas, los Tulipanes y las Gerberas.

El término Crisantemo viene de la antigua Grecia; su etimología tiene su origen en los vocablos: "Chrys" que significa "Oro" y,  Antemión" que, quiere decir "flor". Esta nomenclatura se remonta al griego antiguo. La traducción textual es "flor de oro".

En la actualidad existen al menos treinta especies diferentes de crisantemos y su cultivo se ha propagado por todo el mundo, convirtiendo a esta flor en la reina de las flores de otoño.

Simbolismo de la Flor

Como todas las flores, esta no escapa de significados simbólicos que se le han atribuido. Cada flor a conquistado una consideración especial a lo largo de la historia y tiene su significado. Esto es signo de un lenguaje que va más allá del lenguaje verbal o incluso el gestual, toca el simbólico y el espiritual. Forma de comunicar, sentimientos, emociones, deseos, anhelos, ideas, pensamientos, que en la flor cobran significación por si mismos.

Como en otras flores, el significado de la flor del crisantemo estará dado por el color que tenga: así, por ejemplo, el crisantemo amarillo representa la fortuna o el deseo de conceder el ser afortunado. El crisantemo blanco simboliza la sinceridad y la salud o el crisantemo naranja la fragilidad. Sin embargo, independientemente del color que esta flor tenga ella representa: Alegría y risas; también el gran aprecio y afecto hacia otro y el más hermoso, el crisantemo es la flor que representa la Eternidad. 


Leyenda

Vale la pena contada está leyenda que tiene al Crisantemo como protagonista:
“Se dice que en la Selva Negra en Alemania vivía un campesino llamado Hermann. La víspera de Navidad, cuando regresaba a su casa, encontró a un niño pequeñito tendido sobre la nieve. Lo tomó en brazos y lo condujo al modesto hogar donde le aguardaban su esposa e hijos, quienes, compadeciéndose del pobre niño, compartieron alegremente con él la humilde cena que tenían preparada para aquella festividad. 
El pequeño forastero permaneció toda la noche en la cabaña, y a la mañana siguiente, después de revelar que era el Niño Jesús, desapareció.  
Cuando volvió a pasar Hermann por el lugar donde había encontrado al Niño, vio que habían nacido entre la nieve unas flores hermosísimas.  
Cogiendo un buen puñado de ellas las llevó a su esposa, quien les dio el nombre de crisantemos, esto es, flores de Cristo, o más propiamente, “flores de oro”. Y en lo sucesivo, toda Noche Buena, en memoria del pequeño visitante. Hermann y los suyos daban a algún niño pobre parte de la cena”.   
(Leyendas de Flores, 2013).
Propósito y Compromiso

Hemos ido dándonos que en cada flor se encierra un profundo deseo de comunicar, de manifestar sentimientos, deseos, pensamientos y emociones más allá de las palabras o las acciones. A la flor le hemos atribuido un lenguaje propio que basta para decir quizá lo que en palabras nos cuesta y en obras que demasiado sobreentendido. 

El Propósito de este día es así como el crisantemo encierra el deseo de compartir y comunicar, de expresar y mostrar, pues también sea hoy nuestro compromiso. No dejar para después lo que podemos hoy compartir, expresar y decirles a las personas con las que compartimos nuestro caminar día a día. 

No se trata de una sola cosa, sino de una actitud. Abrir el corazón para que fluyan los sentimientos, sobre todo los mejores que se cobijan en nuestro corazón.

Yerko Reyes Benavides 

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