viernes, 15 de febrero de 2019

Effetá

"Effetá, es la Palabra que tus labios pronuncian: 
la señal que deja a la vista lo que guardas en tu pecho"

Effetá, dices con ímpetu, Señor, y mis oídos distraídos buscan alejar los ruidos que le impiden seguir el sonido de tu voz, que resuena con fuerza en mi interior. 
Effetá, repites Jesús y mis ojos abiertos quedan, anhelantes de poder contemplar aquellas verdades que van más allá de las terrenas; las que Tú revelas y muestras con determinación al proclamar que el Reino de Dios ya está en nosotros.  
Effetá, vuelves a insistir Maestro, romper buscas la roca dura de mis ideas, abrir mi mente, expandir mis pensamientos y así comprender el designio de Dios que sigue haciéndose sentir en los acontecimientos de la vida; se ocultan a la vista, Tú los llamas: "Signos de los tiempos”.  
Effetá, es la Palabra que tus labios pronuncian: la señal que deja a la vista lo que guardas en tu pecho; expuesto queda tu corazón, del que mana como torrente la salvación que es más que expiación: metanoia del corazón.  
Effetá de mi amado, es su voz la que resuena y por la que mi alma suspirando se expande, aprisa quiere llevarme a los cielos de la trascendencia, donde la vida al fin es plena, pues en amor abunda.  
Effetá, mi corazón late aprisa, sabe que se acerca el esperado, se abre paso entre los parajes tupidos de la existencia que se pierde sin la gracia que proviene de lo alto.  
Effetá, susurras a mi oído y si alguna resistencia quedara, desaparece. Las puertas de la vida, por tu palabra, se abren de par en par.  
Effetá: mi espíritu en libertad queda, mi corazón se entrega, tu amor llega y llena, todo en mi interior lo trastoca, en ti se trasforma, tu amor lo abarca todo, nada queda sin por ti ser abrazado: tuyo soy, Señor. 
Amén

Yerko Reyes Benavides

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