martes, 20 de noviembre de 2018

Te Llevo Conmigo

"Te llevo conmigo, Señor. 
En mí y por mi haz nuevamente en el mundo 
tu obra de restauración". 


Te llevo conmigo, Señor, tus palabras mi pecho inflaman, arden en mis manos como un propósito  tus deseos, la intención que despiertas en mí, de querer y procurar en todo un mundo nuevo, más pleno, más perfecto, divino pero sobre todo más humano. 

En el mundo estoy, pero mi corazón no le pertenece, y por eso en sus propuestas no se satisface y anhela más, lo que el mundo no puede dar: paz y libertad. 

En este mundo te buscaba, Señor y el mundo no te daba, puesto que no te puede poseer: “nadie da lo que no tiene, ni le pertenece” y por eso para poder tener vida en esta vida, al mundo y sus intereses he de renunciar, para a ti en él encontrar. 

Jesús, Tú que tu vida entregaste para rescatar a la humanidad de su vanidad, ayúdame en este día a ser punto de quiebre, y con mis actos, aun los más pequeños y sencillos, atraiga de ti, para todos incluso para mí, tu liberación. 

Conviérteme Señor, en instrumento de bondad y misericordia. Concédeme la gracia de ser oportuno en la atención de mis hermanos, que con mis gestos y acciones entregue tu consuelo, y que tenga siempre palabras de esperanza para curar los corazones desgarrados por las tristezas que este mundo infunde en el alma de los pequeños. 

Dame, Jesús, las virtudes y los dones para encontrar caminos de paz y libertad, senderos que al hombre lleven a restituir su dignidad, y propicien un ambiente de entendimiento, armonía y convivencia verdaderamente humana. 

Te llevo conmigo, Señor. En mí y por mi haz nuevamente en el mundo tu obra de restauración, levanta la condición humana y llévala tan alto que con lo divino se confunda.

Amén

Yerko Reyes Benavides

No hay comentarios.: