miércoles, 3 de octubre de 2018

Oración en la Adversidad


Hay una expresión bastante conocida mi Jesús, tú la has de conocer, a la final eres omnisciente, todo el conocimiento te pertenece: “Hay días de días” y hoy Señor, fue uno de esos en los que con todas las fuerzas se desea apurar el caminar de las manecillas del reloj.

No mi amigo y hermano, no pasó nada malo, tan sólo que lo que en la mañana se proyectó nada de eso aconteció y por más empeño que se hizo lo que no quiso salir no se dio.

Seguramente Maestro entrañable, una lección esperas que antes del descanso de la noche saque: “También de adversidades está hecho el Reino de Dios, los contratiempos no le son ajenos” y Tú, nos das el mayor ejemplo de ello.
Enséñame Jesús a no desesperar en los momentos de contrariedad.
Enséñame a confiar que a pesar que las cosas no vayan a gusto, al final del esfuerzo habrá la recompensa.
Enséñame a no desanimarme cuando las cosas vayan mal y nada salga como se quieren y se desean, por más bien que en ellas se busque.
Enséñame a no perder la esperanza cuando el tiempo no sea bueno y las circunstancias se conviertan en una cruz difícil de cargar.
Enséñame a descansar en tu misericordia y esperar en tu bondad.
Que no falte, Señor la serenidad del corazón para ir a contracorriente e insistir, resistir y persistir más allá incluso de lo humano, pues tu Espíritu mora en mí y soy aprendiz de que en Dios lo imposible no existe, pues Tú todo lo haces posible.

No me hagas sucumbir a la desesperanza que acaba por asesinar el alma y hace que el hombre deambule por el mundo sin vida en su corazón. 

Contigo todo lo puedo, y lo que hoy no resultó, por ti y contigo se alcanzará en el nuevo amanecer para gloria del Padre.

Amén
Yerko Reyes Benavides

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