jueves, 11 de octubre de 2018

Gracias, Señor


Señor Jesucristo: “Gracias” es mi primer pensamiento al despuntar el alba:
Gracias porque mis ojos contemplan un nuevo amanecer y mis oídos escuchan el trino de los pajaritos que cantan alegrías.

Gracias por el descanso de la noche y reponer mis fuerzas.

Gracias por velar mi descanso y estar al final de la noche y al comienzo del día.

Gracias por la vida que me das, no es perfecta, pero es don y regalo que proviene de tu mano y

Gracias porque tuya es mi esperanza de vivir en plenitud; pues vivir no es sólo el acto mecánico de respirar sino sobre todo el soñar.
Soñar mi Jesús amigo, es despertar el deseo de un mundo nuevo que acontece tan cerca de mí que es íntimo a mí y, yo soy su precursor, promotor y ejecutor, ya que el mundo es lo que está dentro de mí, en mi alma, pensamiento y corazón.
Gracias Señor por la convicción con la que despierto de seguir soñando, ahora despierto, un mundo nuevo, lleno de tu Reino y procurar con todas las fuerzas justicia, bondad compasión y paz.
Que no me falte tu gracia y bendición, en este día.

Amén

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