sábado, 6 de octubre de 2018

Lo que necesito ya lo tengo: Tú Señor



Amanecer es sin lugar a dudas el acontecimiento maravilloso más desapercibido por casi todos. La rutina distrae la mirada y no permite ver el milagro que hay en la aparición del alba. 

Si, pensamos, creemos nos conformamos y decimos: 
“las horas pasan, el día se convierte en noche y la noche nuevamente en día; todo es igual: nada nuevo bajo el sol”. 
Comenzar todo de nuevo, claro Señor que cansa. No fuimos hechos para lo que la vida de hoy nos exige, entregar lo mejor de nuestra vida para adquirir los bienes que este mundo produce y comercializa: se nos venden como necesidades sin las cuales no hay “felicidad” y ante la ausencia de los bienes materiales vacíos nos sentimos, huecos creemos tener en alma y entonces sufrimos sin comedimiento. 

Nada de eso es verdad, sino sólo vanidad y orgullo. No necesito nada, mientras más cosas poseo, lo más importante pierdo: libertad. 

Mi Jesús en este día te pido conciencia, inteligencia y sabiduría para saber discernir que no necito nada de lo material para disfrutar la vida y sentir el gozo del existir; sonreír sin más puesto que tu rostro grabado está en mi mirada que trasciende. 

Concédeme Jesús no distraerme ante lo que está de paso, lo que no permanece, ni tampoco me ayuda a crecer: ir más allá, ni al cielo me lleva, ni tampoco me eleva. 

Señor que pueda al despertar agradecerte el nuevo día y transitarlo alegre puesto que lo único que necesito para vivir la vida a plenitud ya lo poseo, y eres tú mi amado Señor. 

Amén


Yerko Reyes Benavides

No hay comentarios.: