Con
Flores a María,
vayamos todos a su encuentro
Flor de Loto
Además de tener una belleza sin igual, un
perfume exquisito y crecer en un lugar diferente a cualquier otra flor; la flor
de loto está rodeada de un místico significado que irá tomando matices
diferentes según el color que representa.
La Flor de Loto es una flor acuática de origen
Asiático, que crece en pantanos, estanques, lagunas; en definitiva en cualquier
lugar que tenga agua sin grandes corrientes, por no decir, que éstas sean
inexistentes.
Esta Flor también es conocida con otros nombres:
“Loto Sagrado”, “Loto Indio” y también “Rosa del Nilo”.
Una “Nelumbo Nucifera” florece durante la noche, y al despuntar el
alba está completamente abierta; una noción que se relaciona con la creación
del Universo.
Leyenda Hindú
Simbólicamente se asocia con la figura de Buda y con sus enseñanzas y, por eso, son flores sagradas para los pueblos de Oriente.
Cuenta la leyenda que cuando el niño Buda dio los primeros pasos, en todos los lugares que pisó, florecieron flores de loto.No sólo en el Asía o la India, también toca a Grecia. La Flor del Loto en la Mitología:
En la mitología griega, los lotófagos eran un pueblo que vivía en una isla cercana a África del Norte y como su nombre indica, comían plantas y flores de loto. Estas plantas tienen el efecto de un narcótico, causa un sueño pacífico y también amnesia a los que las ingieren
.En la Odisea de Homero, hay un episodio en el que tres hombres son enviados a la isla con el fin de investigar. Sin embargo, por el consumo de las flores de loto, como los demás habitantes, se olvidan que tienen que volver al barco. Más tarde, Ulises logra rescatar a los hombres, e incluso tuvo que atarlos al barco para que no volviesen a la isla.
A través de esta historia, Homero demuestra toda su creatividad y su conocimiento del ser humano, porque la amnesia causada por la flor de loto es algo que mucha gente desea: la posibilidad de empezar de nuevo, volver a nacer y borrar el pasado.
Al igual que sucede con el nombre, el
significado varía según el lugar y la creencia, además claro está del color
como en muchas otras flores. A pesar de esta diversidad de significaciones y
simbolismos, se puede recoger en un primer acercamiento a lo que el loto
representa, comúnmente aceptado por las culturas asiáticas: Belleza,
Perfección, Elegancia, Pureza y Gracia.
Para los budistas el loto representará “la
pureza del cuerpo y del alma” y “la elevación espiritual”. Cómo los pétalos que
se estiran hacia el cielo buscando el sol dejando el lodo atrás.
Es significado que le dan en la cultura China al
loto denominado Lian Hua es el de
armonía, paz, pureza y salud. Y en cuanto al amor, el loto representa la
Inmortalidad del sentimiento, de la entrega.
En lo que se refiriere al simbolismo que el loto
adopta según su colore podemos recoger sucintamente lo siguiente:
El Loto Azul significa: conocimiento, sabiduría. Representa
el triunfo del espíritu y el alma sobre la tentación de los sentidos y lo
terrenal.
El Loto Blanco significa: bendición y lo inmaculado. Representa
así la pureza mental y la perfección del espíritu.
El Loto Rojo significa: amor, pasión, seducción y
compasión. Representa la naturaleza e inocencia del corazón, cuyos sentimientos
siempre se imponen a los de la razón.
El Loto Rosa significa: pureza del alma. De todos
los colores, el rosa es el principal y más importante de todos. Es la flor que
se ofrece a Dios.
Propósito y Compromiso
No es nuevo decir que estamos en la época en la que se exalta la belleza, sólo que muchos se concentran en lo externo. A la apariencia se le ha dado una importancia casi obsesiva y proliferan los sistemas que ofrecen un mejoramiento notable de todo lo concerniente a ella.
Sin embargo, hemos de decir que también está la contrapartida a esta tendencia, la de valorar lo intangible como lo fundamental del que nos hemos de ocupar con diligente cuidado.
El asunto está en si nosotros, los ciudadanos de a pie que no nos mortifica un figura esbelta y tampoco una aureola en la cabeza estamos conscientes de la relevancia que tiene cuidar de nuestra vida en todos los órdenes en la que se desvuelve nuestra existencia: tanto el físico o biológico, como el psíquico y el espiritual.
Atender a lo espiritual no es renunciar al cuidado de lo corporal, ambos van de la mano en cuanto al “amor a sí mismo” implica.
Amarnos a nosotros mismo es disfrutar de una “buena mesa” la que nutre tanto el cuerpo como el espíritu.
Propósito: cultivar el cuidado personal, haciendo énfasis en el área en la que mayormente está descuidad, desatendida.
Compromiso: Hacer ejercicio; leer un buen libro; hacer oración, expresarle tus sentimientos con palabras o detalles a las personas con las que compartes tu día a día; meditar un buen rato; pintar, cantar…
Yerko Reyes Benavides
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