El Jazmín:
El Jazmín es un arbusto de la
familia de las “Oleáceas, y entre su cualidad y característica fundamental es
que es una planta trepadora; por tanto, al ser de hoja perenne son ideales para
cubrir troncos de árboles o pérgolas no muy altas
.
El nombre de Jazmín, proviene
de la palabra persa “Yasmin” que significa: “Flor Perfumada. De ahí que el
origen de este arbusto sea discutible. Para uno esta planta es originaria de
Persia, mientras tanto otros la ubican en la zona del Himalaya. Lugar desde e
cual emigro para ser plantada en China, Medio Oriente, la India y de allí al mundo
entero.
Son una de las flores más
elegantes del jardín. Además de su fácil cultivo, desprenden un aroma que no podrás dejar de sentir. Es increíble
lo que nos puede llegar a atraer una simple flor de seis pétalos.
El color característico de su
flor es el blanco, pero el Jazmín no destaca por los 5 pétalos de su flor, sino
por el aroma: perfume de los dioses.
Significado:
El jazmín se asocia a la pureza, dada por su bello
y limpio olor. Se ha dicho también, que esta palabra está relacionada con
ascender.
Con el Jazmín trasmitimos
afecto y sincero cariño. También es la representación de la humildad, la
sencillez, la amabilidad, la sensualidad y de la sociabilidad.
Tomemos como ejemplo la India,
donde el Jazmín representa la “espiritualidad” y la “esperanza”. En el caso particular
del Jazmín amarillo este simboliza la gracia y la elegancia.
Otras interpretaciones simbólicas
del Jazmín nos ponen de cara a la amistad, la alegría, el intelecto y el
cariño, todo ello representado en tan pequeña flor.
Oración:
De encanto están hechos los más hermosos sueños, Madre. Y uno de los más grandes es el tuyo, en el corazón anhelante de tus hijos.
Hija de Dios eres, pero en tu presencia ni el suave y delicado perfume de los jazmines se compara con la delicada estela de tu amor queda, cuando pasas por el alma, la vida y el corazón de los que confiesan el amor que siente por tu maternal encanto.
No dejas quieta el alma que busca a Dios, a él la orientas, a veces por caminos que no se están listo para andar, más tu empuja, motivas, llamas, mueves, para que el miedo no paralice el deseo de llegar al Amado, al Hijo de Dios y el fruto de tus entrañas.
Tú eres la más interesada que todos, sin excepción y ninguno quede sin a Dios llegar. Alcanzado el perdón, la reconciliación y la gracia, en bondad y en amor se convierten, para en el mundo hacer sentir, que Dios está vivo y vive en el corazón de los discípulos que Madre tienen y María su nombre es.
Aroma a flores, Jazmines, claveles, rosas, nenúfares, impregnan la habitación del alma que a Dios cobija y que tú preparas, Madre, de Ternura y de Amor. En aromas a delicias de campas por Dios creados aseguras tu paso, presencia y más que otra cosa tu permanencia, puesto que no abandonas en instante alguno a ninguno de tus hijos.
Permítenos ser fragancia agradable a Dios, que por donde andemos o pasemos, dejemos el aroma por el cual al Señor se añora y se despierta el deseo de salir en su busca, puesto que ni el intelecto, ni los sentidos, pueden un día más estar lejos de su altar.
Amen.
Yerko Reye Benavides
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