jueves, 14 de noviembre de 2019

Déjame

Déjame contemplarte, Señor, escondido en el Sacramento de tu Altar,
donde entregas tu divinidad en la humildad de tu bondad;
escondido no estás en el pan,
pues te das como alimento que nos salva.

Déjame acercarme, Señor, al misterio de tu Amor que a todos llama;
resguardado te quedas en sencilla forma,
que sensible a mis sentidos toca
con sutil insistencia a las puertas de mi alma.

Déjame acompañarte Señor, en esta soledad de tu reserva,
donde no hay tristeza sino Amor en espera,
que aguarda con paciencia a todo el que llega
a buscar en ti la compasión y la ternura que le falta.

Déjame acércame a ti Señor, en el don en tu Amor por mi atrapado,
todo Dios exaltado aguardando el sagrario vivo
de este corazón a ti, en humildad ofrecido.

Déjame acariciarte Señor, sentir el suave y sutil beso de tu amor,
que das en la comunión,
no hay forma que sea digno de este don
más tú me levantas, y me llevas a tu corazón.

Déjame contigo quedarme, Señor, aunque me vaya,
de ti no quiero alejarme sino llevarte contenido en mi alma;
que aunque mis ojos no puedan de momento verte,
en mi espíritu, corazón y mente
tu amor por siempre conserve.
Amén

Yerko Reyes Benavides

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