miércoles, 16 de octubre de 2019

Tú estás aquí

Tú estás aquí,
Tú estás en mí;
tardé en descubrir
que no hay otro lugar
donde prefieras estar,
que en este vivir
tan necesitado de tu existir.

No hay tiempo,
tampoco espacio,
ni cielo,
ni abismo,
ni infierno;
ni mucho menos distancia
que de la gracia
de tu corazón en amor traspasado,
pueda a mi espíritu dejar apartado.

No fui yo quien así lo decidió,
fue tuya la elección,
de hacerte prisionero;
reo de Amor Divino,
del alma que en la eternidad
por ti fue forjada,
que tu ser desbordado
vida concedió.

Tú estás aquí,
y aunque el universo entero te pertenezca,
Tú sigues estando aquí;
amparado de mi corazón te quedas,
no porque lo necesitas
sino porque paciente esperaras,
que al fin entienda
que lo que a mí a ti me lleva,
es lo que de ti en mi queda;
y lo resguardas
más que el cielo y la tierra.

Tú estás aquí
y estando tan íntimo,
-más que yo mismo en mí-
haz al fin que llegue a ti;
mi alma de ti enamora
y ya sin más demora,
sea yo de ti cautivo
y mi corazón sacro protector
del amor que en mi tú entregas.
Amén


Yerko Reyes Benavides

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