miércoles, 9 de octubre de 2019

Primeramente

Primeramente Dios, en mis pensamientos.
Primeramente Dios, en mis emociones y sentimientos.
Primeramente Dios en mis ideas, sueños y anhelos.
Primeramente Dios, en mi proceder y en mi vivir.
Primeramente Dios, en mi ser y en mi existir.
Primeramente Dios, en lo que tengo y en lo que espero.
Primeramente Dios, en todo cuento quiero.
Primeramente Dios en mi alma y en mi corazón.
Primeramente Dios, en las obras de mis manos.
Primeramente Dios, incluso en mis labios.
Primeramente Dios, también en mi oración.


No soy digno Señor de pronunciar con mis labios tu Palabra.

No soy digno que mi voz se apodere de tu Verbo, y sin embargo, de la manera más sencilla, de la forma más humilde me invitas a orar con tus palabras.

Mi corazón no puede más que exaltarse de la emoción, ante este gesto de tu amor hacia mí.

Gracias, Señor, gracias.
Amén

Yerko Reyes Benavides

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