martes, 8 de octubre de 2019

Aviva


Me demoro un poco en tomar consciencia de la necesidad que tengo de tu presencia, Señor.

Me toma tiempo, Señor, llegar a ti, no porque exista un abismo que nos separe, sino porque en mi orgullo me entrego a buscar por propia cuenta lo que creo me alimenta, y el hambre no se va, no encuentro saciedad.

Me tardo en darme cuenta que lo que me hace falta es tu gracia, la que me hace acertar en lo que vale la pena para vivir la vida y no ir perdiéndola de a poco.

Me falta Señor sabiduría para ver más allá de lo que salta a mis ojos; inteligencia para no quedarme con lo que a mi intelecto resultar evidente; entendimiento para trascender y poder a través de lo que has creado abrazarte a ti su Creador.

Me cuesta entender que no teniéndote a ti aunque tenga el mundo entero, nada tengo.

Me voy perdiendo de a poco, y tú de a poco me vas alcanzando; salí a buscarme y sin darme cuenta contigo me topé; no fue casualidad ni un acto fortuito, pues tu a mí me andabas encontrando.

Aviva, Señor, en mí la fuerza de lo alto que late en mi pecho constante; la gracia del Espíritu Santo y sus dones, para que aunque me cueste un poco y me tarde un tanto, a ti mi Amado te alcance y mi vida en ti se realice.
Amén

Yerko Reyes Benavides

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