viernes, 25 de octubre de 2019

En la Adeversidad

Comienzo el día, mi Jesús, acudo a ti en la oración, a tu protección me acojo, lejos de tu mano no me dejes, eres Tú quien me sostiene. 
Mi plegaria es sencilla, no vivo ajeno a las dificultades que trae cada día, y más en estos tiempos de contrariedad, controversia y desengaños.

Hoy no es fácil discernir el camino del bien, la virtud y la bondad; la verdad se esconde e impera la falsedad y el engaño.
Enséñame Jesús a no desesperar en los momentos de adversidad. 
Enséñame a confiar en tu bondad, que a pesar que la vida no vaya a gusto, al final de cada esfuerzo será tu amor la recompensa. 
Enséñame a no desanimarme cuando las cosas no salgan bien; cuando haya que dar el resto aunque nadie ya lo quiera hacer. 
Enséñame a ser fiel, a hacer valer el bien que hay en mi interior, que aunque muchos estén en el error, no caiga yo en la tentación de renunciar al valor de mi conciencia. 
Enséñame a no perder la esperanza cuando el tiempo no sea bueno y las circunstancias se conviertan en una cruz difícil de llevar.
Enséñame a descansar en tu misericordia y esperar en tu justicia.
Que no me faltes, Señor en el corazón, y sea tu gracia lo que me mueva; si tú vas conmigo puedo insistir y persistir, y mi alma a la tristeza resistir.

Que no caiga en la desesperanza, pues hijo en ti del Padre soy, y aunque esta vida esté llena de penas, contigo en mí, camino seguro a la gloria que me espera.
Amén

Yerko Reyes Benavides

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