Despierto y me levanto, no soy el primero en dejar el lecho del descanso y entregarme por un instante a la oración, con la intención de hacerte presente.
Ya el sol hace rato despuntó el cielo, pero el día no comienza en mi sin que tu luz despierte mi alma y sentir en ella que en mi jornada Tú serás mi compañero de brega.
Día de gracia, bendición eres Tú y por eso te consagro mi jornada antes que lo cotidiano me absorba y la atención me robe y distraído ande de tu cuidado.
Sólo en este breve instante de oración matinal, mi alma encuentra el ánimo para emprender la actividad diaria y en ella no se pierda la confianza de tenerte en cada instante; ya que aunque buscándote siempre esté, el mundo y su pretensión atrapan en ocasiones mi atención.
Cúbreme con tu bondad y que en este día lo más importante sea en todo agradarte puesto que en tu amor me quiero mover, estar y ser.Amén
Yerko Reyes Benavides
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