En las primeras horas de un día que comienza nuestro pensamiento busca ordenar y dar prioridad a las cosas que durante el día se van a realizar. El trabajo ocupa el primer lugar, es lo fundamental, buscar el pan para poner en la mesa del hogar; en eso se van la mayor parte de las horas de cada jornada.
Gracias, Señor por el trabajo, con él traemos a casa el sustento.
Gracias Señor, porque nos das la fortaleza para responder a las responsabilidades de nuestra vida y con ello atender a las personas que amamos.
Gracias Señor, por todo lo que nos concedes y no lo notamos, porque no nos abandonas y siempre nos muestra lo bueno que eres con nosotros.
Gracias Señor, por el regalo de tu amistad, la que nos ofreces en este peregrinar, porque en ella abundas en gracia y te desbardas en atenciones y perdones.
Señor, que no nos sea prioridad el cumplimiento irrestricto de las obligaciones, sino en todo servir, ser agradecidos y acudir a ti que eres el verdadero sustento de nuestra vida y lo demás llegará por añadidura.Amén
Yerko Reyes Benavides
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