"Jesús amigo.
Déjate encontrar, en los signos que nos dejas,
aunque tengamos que esperar"
Ante tu presencia Jesús yo quiero permanecer; ni horas, ni minutos, ni días, sino la vida entera. Estar contigo será mi deleite, mi anhelo contemplarte sin el velo de las cosas que en este mundo te muestran y a la vez te esconden.
No quiero, Jesús amigo, seguir viéndote sin mirarte; oírte sin escucharte, sólo imaginando cómo será el sonido de tu voz.
No quiero sentirte sin tocarte, soñando la suave caricia de tu mano que conforta mi frente, calma mis pensamientos y da alivio a mis sentimientos.
Sé, Jesús Maestro, que dejaste la huella de tu paso, en lugares especiales que nos cuentan tus acciones y nos acercan a tus perdones.
Rincones de gracia son, Oasis de sosiego en medio de este mundo que no da tregua; que aprisa nos hace caminar sin tener claro a dónde nos quiere llevar.
El mundo sin ti, definitivamente no ofrece propósito; en sí mismo no es fin. Vivir sin existir no tiene sentido. Dura se hace la consciencia que no estamos sólo de paso por el mundo; aunque transitorio sea nuestro pasar por la vida, darle propósito y sentido a este existir será nuestro vivir, el que en definitiva Vida con confiera.
Si, Jesús, ya tú lo sabes, tú mismo lo experimentaste, vivir de por si no es fácil, más si el Padre se ausenta. Por eso, no quiero imaginar lo que sería si tú a nuestra suerte nos dejaras y definitivamente de nosotros te alejaras.
Quédate, no te apartes ni te escondas; muéstrate presente, Jesús amigo. Déjate encontrar, en los signos que nos dejas, aunque tengamos que esperar la plenitud que con esta vida comienza, más Tú nos pides trascenderla, para sentirte y al fin contemplarte por completo en el Cielo excelso.
Ayúdanos Señor a no perder el rumbo de este caminar por el mundo. Sigue constante dejando las señales de tu paso, para que podamos encontrar el sendero que nos lleve a tus brazos, no por ratos, ni minutos, ni por horas, sino por toda la eternidad.Amén
Yerko Reyes Benavides
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