"¿Qué te pido y qué te digo,
en estos ratos míos contigo, que no me conviene?"
Jesús, Maestro, en tu Palabra que es santa nos dices:
“No saben pedir los que les conviene”
Esa Palabra tuya quedó guardada en lo más íntimo de mi alma, y ha estado resonando desde mi interior, haciendo eco en cada oración que te elevo.
Hago el intento de decirte lo que hay dentro de mi corazón, mas mis pensamientos se pierden y la duda permanece:
¿Qué te pido y qué te digo, en estos ratos míos contigo, que no me conviene?
Reviso mis deseos, en ellos no hay nada ajeno a aquello que pueda ser pedido.
Miro mis intenciones, ahí encuentro una conciencia recta, que anhela recibir de ti sólo la gracia para hacer lo correcto.
En mi corazón, Señor, no hay mala intención; de ti busco, justicia, paz y compasión. La expresión de tu Misericordia que se haga sentir en lo que a diario me toca vivir.
Te pido, Jesús amigo, cada vez que tengo la oportunidad, me concedas la seguridad de contar con tu presencia; me acompañes en las difíciles realidades de esta vida que trae tantas dificultades, algunas de ellas sobrepasan mis capacidades.
¿Qué te pido, mi Señor, que no está acorde a tu corazón y por ello me adviertes: “no te conviene”?
En esta oración mía, Señor, trato de abrirte mi corazón, sin reservas, sin temor, sin esconderme en las justificaciones de haber dejado de lado aquello que te es de tu agrado.
En nada quiero delante de ti aparentar lo que no tengo y lo que no doy; tampoco ser lo que no soy.
Ante ti me presento tal cual. Tú me conoces, sabes de mi mejor que yo; pues eres más íntimo en mí a mi misma mismidad.
En esta mi oración Jesús Mesías, te pido sólo una cosa, y sólo eso deseo: me enseñes a pedir lo que más me conviene.Amén
Yerko Reyes Benavides
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