¿Quién dijo que en el alma del niños todo era ir "en góndola"?
En el corazón de los niños también se suscitan diferencias, conflictos, problemas, confrontaciones, pleitos, molestias, rabias, explosiones emocionales intensas.
¡Ah! Pero hay una gran diferencia.
Los niños no saben guardar rencor, no tachan a nadie de sus existencias, ni apuntan en listas negaras a los que les hacen daño.
Yerko Reyes Benavides
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