En Dios no hay tiempo, no existe el presente o el pasado ni mucho menos el futuro.
En el cielo no hay un aquí y una ahora.
Sólo un existir, un ser y un amar. A temporal, sin nexos ni conexiones, sin pasado, ni futuro, sin presentes ni destinos, sin condiciones, ni restricciones. No hay expectativas que cubrir ni decepciones que sufrir. Sólo se es y nada más, se es y se ama y a si sucede todo lo que ha de suceder.
En el cielo no hay un aquí y una ahora.
Sólo un existir, un ser y un amar. A temporal, sin nexos ni conexiones, sin pasado, ni futuro, sin presentes ni destinos, sin condiciones, ni restricciones. No hay expectativas que cubrir ni decepciones que sufrir. Sólo se es y nada más, se es y se ama y a si sucede todo lo que ha de suceder.
¿Se tratará entonces de un eterno presente?
Tampoco.
Ser y existir, vivir y amar es más que la suma de los minutos acumulados, transitados o por venir.
Cuando dejamos de pensar en el tiempo y sus clasificaciones agobiantes y agotadoras podemos rasguñar por un instante la Eternidad.
Vive y sueña que no hay ni ayer, ni mañana ni hoy, sólo, si así lo decides, Amor.
Cuando dejamos de pensar en el tiempo y sus clasificaciones agobiantes y agotadoras podemos rasguñar por un instante la Eternidad.
Vive y sueña que no hay ni ayer, ni mañana ni hoy, sólo, si así lo decides, Amor.
"Sólo ama como si no hubiera mañana.
Sólo ama como si no hubo ayer
Sólo se Ama y Amando sé y existe".
Maestro del amor sin tiempo son los niños.
Volver a ser niños.
Espiritualidad de la Ternura
Yerko Reyes Benavides
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