miércoles, 6 de marzo de 2019

Silencio y Calma

"Silencio y calma para escucharte, mi Jesús. 
Serenidad y paz para corresponderte..."

Silencio, calma y quietud. 
A la paz del corazón me llamas Señor; no puedes hacerte presente en esta intimidad de mi alma, mientras comparta el lugar de tu morada con los ritmos disonantes que distraen mi atención de escuchar el sonido de tu voz. 
Necesito y a ti te lo pido, Jesús, porque tú lo puedes, calmar las ansias de este espíritu inquieto y rebelde que con facilidad se distrae y a veces se pierde. 
Desde que me levanto mi mente no para, se adelanta y se apura, apenas si agradezco, ruidos y bullas sin sentidos la llenan. 
Desasosegado vivo Señor todo el tiempo, entre trabajos y quehacer, el tiempo camina en mi contra. Oficios, tareas y responsabilidades: el pan en la mesa mi obligación. 
Dame de tu paz Señor Jesús, la paz que diste a tus discípulos; la que les dejaste y como un don les otorgaste aquel día en Galilea, cuando sus corazones estaban rotos y se preguntaban: “¿Y ahora qué será de nosotros?” 
Dame de tu Paz Señor, serena mi alma, calma mi espíritu, sosiega mi mente, tranquiliza mis emociones; que pueda escuchar el sonido de tu voz, melodía celeste que resuena en todo mí ser. 
Llega amado del Padre Dios, a lo más íntimo de mí existir; tómame de la mano, llévame a mí mismo, al lugar donde tú estás. 
No dejes de hablar, Jesús, no me es extraño el sonido de tu voz, aunque no entienda siempre lo que me dices. 
Sigue hablándome de tus amores Jesús, en ellos te reconozco y en ti me conozco, no más ruidos que distraigan mi atención de lo importante: el sonido de tu voz, la Palabra que conmigo compartes. 
Silencio y calma; paz y descanso, sólo lo hay en ti amado Señor. 
En este sosiego que me das abrásame en el fuego de la eternidad que hay en tu Palabra y cobíjame en tu regazo, para que nunca más me distraigan del Amor los ruidos disonantes que a mí alrededor proliferan y lastiman mi corazón, el que te consagro. 
Silencio y calma para escucharte, mi Jesús. Serenidad y paz para corresponderte, Señor. Sosiego para amarte, amado, hoy, ahora y para siempre.
Amén

Yerko Reyes Benavides
@bereyerko         

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