Hace algunos días
atrás una persona me hacia una sugerencia que todavía no he podido cumplir.
Hemos estado adentrándonos en el tema de la Espiritualidad, y no hemos llegado aún
a ponernos de acuerdo en que significa, cómo se entiende y qué es la
Espiritualidad. La propuesta que me hacían era que abordara en un escrito este
tema, dándole prioridad a la exposición de una definición que nos aclare a
todos lo que estamos haciendo e incluso lo que estamos buscando entre estas
líneas y en esta página que se define a sí misma como “Revista digital de Espiritualidad”.
Por acercamiento
en los distintos temas presentados consecutivamente en esta etapa de la
Revista, hemos podido ir esclareciendo el tema de la Espiritualidad y su
definición. Es decir estamos abordando las partes de la Espiritualidad para
llegar a su todo. Pero en este caso, las partes son más ricas que su todo, y el
todo –que en este caso sería una definición, un concepto una teorización, no es
más rica que sus la vivencia de sus partes.
¿Qué hemos dicho
sobre la Espiritualidad”
- La Espiritualidad es la dinámica del alma que busca adentrarse en las profundas aguas del amor de Dios.
- La Espiritualidad es un movimiento que está inspirado por la presencia activa y actuante del Espíritu Santo en nuestro corazón.
- La Espiritualidad es una de las dimensiones que identifican la humanidad de la persona, así como lo son la dimensión biológica, psicológica, social, política, cultural, ecológica.
- Sin embargo, no es una dimensión más del ser humano, sino es la dimensión que articula, le da movimiento, integridad, unicidad a todas las demás para la integración del ser humano como una realidad única, sin divisiones ni dualidades.
- La Espiritualidad es un camino, una peregrinación un itinerario de la persona que se hace cada persona en su intimidad, por tanto, necesita de la soledad más el itinerario se hace en compañía de otros, en comunión, en armonía y en solidaridad.
- La Espiritualidad por ser un itinerario necesita de instrumentos, estrategias, métodos, herramientas, que faciliten su desarrollo, ya que dicho itinerario implica un aprendizaje y conlleva un cambio de comportamiento (metanoia-conversión).
Todos estos
elementos nos han hablado de lo que implica la Espiritualidad, sin embargo no
nos la definen. Y todavía no la vamos a definir, por una sencilla razón,
estamos utilizando el método de introyección. Es decir, vamos haciendo el
camino estratégico espiritual de ir de afuera hacia adentro.
Los temas que
hemos abordado, las estrategias que ya van siendo parte de nuestra
cotidianidad, van preparando el terreno interior para poder navegar más
profundo. Como decíamos en algún momento: conocer se conoce conociendo, vivir
se vive viviendo, amar se ama amando; por tanto la Espiritualidad no es una
definición sino una vivencia. Por eso se habla de “Vida Espiritual”.
Hablando de este
ejercicio de “desaprendizaje” necesario para aprender la novedad de la vida en
el espíritu, es necesario que seamos conscientes que necesitamos renunciar a
nuestro ego, a nuestro orgullo, a la identidad que hemos construido hasta ahora
y que seguramente, en algún punto nos daremos cuenta que ha sido una máscara
con la cual hemos escondido nuestro propio ser en su esencia y naturalidad.
Los niños son para
nosotros en este aspecto nuestros maestros. Puesto que ellos no necesitan ser
otra cosa de lo que son, ni necesitan aparentar lo que no tienen. La libertad
de los niños de ser auténticos es lo que les permite sonreír franca y espontáneamente.
Sonrisa que seguramente podremos reencontrar en este crecimiento interior.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario