jueves, 10 de agosto de 2017

El Maestro de los maestros

Que el Maestro de los maestros, te enseñe que en las fallas y lágrimas se esculpe la sabiduría.

Que el Maestro de la Sensibilidad, te enseñe las cosas simples y a navegar en las aguas de la emoción.

Que el Maestro de la Vida, te enseñe a no tener miedo de vivir y a superar los momentos más difíciles de tu historia.

Que el Maestro del Amor, te enseñe que la vida es el mayor espectáculo en el teatro de la existencia.

Que el Maestro Infalible, te enseñe que los débiles juzgan y desisten, mientras que los fuertes comprenden y tienen esperanzas.

No somos perfectos. Decepciones, frustraciones y pérdidas siempre ocurren, pero Dios es el artesano del espíritu y del alma humana.¡ No tengas Miedo!

Después de la noche más larga, surgirá el amanecer. Espéralo.

Todos pasamos por ciertas angustias y ansiedades, pues algunos de los males de la vida son imprevisibles e inevitables. En la escuela de la existencia se aprende que se adquiere experiencia, no sólo con los aciertos y las conquistas, sino también con las derrotas, las pérdidas y hasta con el caos emocional y social.


Fue en esa escuela sinuosa que Jesús se transformó en el Maestro de los maestros.

1 comentario:

P. Yerko Reyes Benavides dijo...

No quise utilizar el post para explicar un poco a qué se debe esta reflexión inspirada en los textos del psicólogo brasileño Augusto Cury. Este autor converso al cristianismo por la impactante personalidad de Jesucristo, nos enseña a mirar a nuestro Señor desde varias perspectivas, desde otras dimensiones, con otros ojos; de tal manera, que nuestra observación de Jesús sea mas rica para nuestra vida espiritual.

Nos acostumbramos a ver las cosas desde una sola forma, y casi nunca nos tomamos la molestia de cambiar la perspectiva. En el camino espiritual no podemos amarrarnos a mirar la vida, el amor, el camino, el discipulado con un corazón cerrado.

Apertura es lo que necesitamos. Y este escrito que parece una especie de bendición nos ayuda a entender que podemos mirar a Jesús desde donde nuestro corazón nos inspire.