domingo, 7 de julio de 2019

No tengo Nada

No tengo nada para darte, Dios Omnipotente. 
¿Será esta vida que tú creaste? ¿Puedo, acaso, otorgarte lo que ya te pertenece desde siempre? ¿Dónde encontrar algo para darte?  
No tengo nada para darte, Señor, dueño del Universo, tuyos son el cielo y la tierra; son tuyas las riquezas; tuyo es cuanto hay y cuanto existe. ¿Qué puedo ofrecerte?  
No tengo nada para darte, Dios y Señor, miro en mis haberes, los que he ido recogiendo de camino, y aunque digo que son míos, con ellos me he quedado, no me pertenecen.  
No tengo nada para darte, Dios Todopoderoso, más que lo que tú a mí ya me has dado. Lo único que puedo reclamar como mío, es esta vida, que tú la concebiste en libertad.  
No tengo nada para darte, Padre, mas que el que me dejes volver al hogar. Criatura me concebiste, en hijo me convertiste; abandone tu regazo; quise ser libre, más mi libertad está en tu casa.  
No tengo nada para darte, Padre, sólo la contrición de haberme de ti apartado, alejado del yugo de tus bondades.  
No tengo nada para darte, Padre, sólo este deseo de volver una vez más a tu presencia: mirarte a los ojos, contemplar tu rostro, sentir que me miras, y en tu mirada descubrir que me amas.  
No tengo nada para darte, Padre, lo que te puedo entregar es este corazón roto, agostado de pasiones y sediento de amores.  
No tengo nada para darte, Padre, sólo puedo ofrendarte lo que ya es tuyo desde siempre, la libertad de este corazón mío que anhela hacerse uno con el tuyo para siempre. 
Amén

No hay comentarios.: