lunes, 22 de julio de 2019

¡"Mujer!"

Santa María Magdalena


Con Jesús no sólo iban los discípulos sino también algunas mujeres, nos informan los textos del Evangelio (Cf. Lucas 8, 1-3 ). 

La presencia femenina no era fortuita, ni de azar, sino contundente y preponderante. Y aunque los escritores sagrados solo cuentan en “hombres”, las mujeres y los niños les superaban en cantidad. 

Miremos lo que no nos dice San Mateo en la multiplicación de los panes: 
Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. 
(14,21)
Si la proporción de participación en los actos religiosos y cultuales fue en el tiempo de Jesús como lo es ahora, y siendo conservador de 10 a 1, entonces el número de personas que se alimentaron aquella tarde de los panes bendecidos por Jesús fue cuantioso. Sin embargo, este no es el detalle que nos ocupa, sino el que a veces olvidamos que a Jesús lo buscaban impetuosa e imperiosamente tanto mujeres como hombres.

Volvamos a Lucas y a la lista que éste nos ofrece de mujeres que iban con Jesús. Así pues, ellas no son sólo visitantes ocasionales en el quehacer de Jesús, o personas de paso en su vida, sino que formaban parte del grupo que estaban permanentemente junto a él, aunque con una funciones y servicios diferentes a la de los apóstoles (según los autores sagrados): 
Jesús recorría las ciudades y los pueblos, predicando y anunciando la Buena Noticia del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce y también algunas mujeres que habían sido sanadas de malos espíritus y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, esposa de Cusa, intendente de Herodes, Susana y muchas otras, que los ayudaban con sus bienes. (Lucas 8,1-3)
Lucas ya no mencionas la presencia femenina en “abstracto” diciendo “mujeres” sino que les da personalidad y cualidad, las vuelve personas reales y concretas: Susana, Juana y, al fin se nos nombra con nombre propio: María Magdalena. 

Yo no me imagino que a la hora, por ejemplo de explicar la parábola de la semilla esparcida en diferentes terrenos, Jesús haya corrido del lugar a las mujeres diciéndoles: "esto es para hombres ustedes a sus oficios";  y , aunque culturalmente en ciertas actividades hombre y mujeres no ocupaban el mismo espacio ni área, sin embargo, se les permitía asistir -casi siempre silentes-. Ahora bien,  especulemos, esta presencia sería mayor y con participación no solo de oyente, teniendo en cuenta a Jesús y su manera particular de valorar su presencia y dignidad. 

De todas las mujeres que pudieron orbitar en la vida de Jesús, hay dos que sobresalen del resto. Evidentemente una, y no te equivocas al darle la primacía es María, su madre. Y aunque ella no participa del grupo de discípulos, ni camina hace con Jesús el recorrido de pueblo en pueblo, no está ausente, ni su papel culminó una vez inició Jesús su vida pública. Ella fue un referente espiritual y afectivo fundamental en toda la vida de Cristo. 

La otra mujer destacada y de gran relevancia es, y tampoco te equivocas, María Magdalena. 

Y ya con eso dijimos mucho. 

Yerko Reyes Benavides

No hay comentarios.: