Hoy se cumplen 120 años desde que Venezuela fuera Consagrada al Santísimo Sacramento del Altar.
Tiempos convulsionados vivía la Venezuela de finales del siglo XIX, no tan diferentes a lo que en la actualidad vive esta nación de contrastes.
Que en esta fecha aniversaria, Venezuela sea verdaderamente la REPÚBLICA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO.
Doblemos hoy nuestra rodilla delante del Señor presente en el Altar de los Amores, oremos con insistencia y piedad por esta Venezuela de necesidades y sueños; de tragedias y esperanzas, una que sigue siendo sostenida por su Fe inquebrantable. Que sus dudas y miedos no le impidan reencontrar el camino de la libertad, la justicia y la Paz.
Renovemos hoy el Acto de Consagración Solemne y digamos confiados y con fervor la misma Oración que Mons. Juan Bautista Castro, arzobispo de Caracas hiciera el 2 de Julio de 1899.
Yerko Reyes Benavides
ACTO DE CONSAGRACIÓN SOLEMNE
DE LA REPÚBLICA DE VENEZUELA
AL SANTÍSIMO SACRAMENTO DE LA ALTAR.
ORACIÓN
Soberano Señor del Universo y Redentor del mundo, clementísimo Jesús que por un prodigio inenarrable de tu caridad te has quedado con nosotros en este sacramento hasta el fin de los siglos; aquí venimos a tus pies a proclamarte solemnemente y a la faz del cielo y de la tierra, nuestro único rey y dominador santísimo.
A quien consagramos todos nuestros afectos y servicios y a quien ponemos todas nuestras esperanzas.
Tú eres nuestro Dios, y no tendremos otro alguno delante de Ti, en tus manos ponemos nuestra suerte y con ella los destinos de nuestra Patria.
Muchos te hemos ofendido, y como el hijo pródigo hemos disipado en los desórdenes tu herencia, perdónanos que ya volvemos con espíritu contrito a tu casa y a tus brazos.
Recíbenos, salvador nuestro, y concédenos que venga a nosotros tu reino eucarístico.
Levanta bien alto tu trono en nuestra República, a fin de que en ella te veas glorificado por singular manera y sea honra nuestra, de distinción inapreciable, el llamarnos la República Venezuela del Santísimo Sacramento del Altar.
Te entregamos cuanto somos y cuanto tenemos cubre nuestra ofrenda con tú mirada paternal y hazla aceptable y valiosa en tú divina presencia.
Otra vez te pedimos nos recibas, que nonos deseches, y que este acto de nuestro amor y de nuestra gratitud sea repetido, cada vez y con mayor fervor, de generación en generación, mientras Venezuela exista, para que jamás la apartes de tú Sagrado Corazón.
Que así sea para nuestra vida del tiempo y después. Por los Siglos de los Siglos.
Amén.
Monseñor Juan Bautista Castro
Arzobispo de Caracas
02 de Julio de 1899
No hay comentarios.:
Publicar un comentario