lunes, 3 de septiembre de 2018

Mi encuentro con un Indigente



“Dame de lo que traes”
Me dijo un día
alguien, alguno, nadie importante
pues de la calle era.

“Ya se me terminó”:
contesté.
“No tengo, ni tendré,  
ya todo se acabó”.

“No me dejes sin nada, 
algo dame”,
replicó;
insistió: 
no entendió,
que mis manos vacías
habían quedado.

Algo habrá, pues no todo se entrega
siempre hay reserva;
queda en la despensa
avío para la soledad.

Y así, una vez más dijo:
“No me dejes sin nada…
si lo que en la bolsa traías
se ha agotado y
ya está vacía, no hay de otra:
Dame amor

Y sobre mí se abalanzó
en un abrazo se echó 
y esta vez a mi oído susurró:
“Dame Amor en este abrazo”.

Así fue...
Y resultó que el indigente..
... era yo.
                                                                                                                                                                         
Yerko Reyes Benavides

(Basado en una experiencia verídica)

1 comentario:

José Gavidia dijo...

Un poema con una profundidad clave para entender que Dios siempre nos está dando en los seres sencillos como Èl, gracias por regalarnos tan bello poema,