domingo, 16 de septiembre de 2018

Buscando la Libertad

San Juan XXIII, nuestro Patrono espiritual nos dejó una encomienda importante:
Buscar la Libertad en todo y ante todo. 
Hablar de este tema es dirimir muchos e intensos debates puesto que nadie se pone de acuerdo en el significado intrínseco de la noción de Libertad. Término que resulta confuso incluso si se aborda estrictamente desde el ámbito de la filosofía.

Se complica más si accedemos a él desde la Ética o nos paseamos por él con los principios de la Moral. Otro tanto nos dirá la Antropología, e incluso la Biología aportara un elemento a su consideración. Otras ciencias también vendrán a abultar la noción de este concepto. 

Etimológicamente hablando:
El origen de la palabra libertad lo encontramos en el latín “libertas”, “libertātis”. Al término “libre” se le ha añadido el sufijo “tad”, que significa “cualidad de”, y por disgrafía ha conformado la palabra “libertad”, que significa “cualidad de libre“.
Lo que nos ubica en una definición más o menos aceptada y aceptable:
Facultad o arbitrio que una persona tiene de obrar de tal o cual forma, sin ningún tipo de impedimento.
La noción de libertad, en principio es de orden físico, es decir, se concentra en la libertad de acción, de movimiento (incluye todo lo que concierne a la naturaleza humana).

Sin embargo, "El Papa bueno" al plantear el tema de la liberad no se confine a esta definición, sino que busca trascenderla, puesto que no se trata sólo del hacer. Es decir, libertad no es sólo "la facultad para hacer o no" sino la condición de "Ser" y "Manifestarse". 

Esto nos lleva a un planteamiento trascendente de la noción -básica- de Libertad, ya que no sólo se trata de alcanzar una emancipación, sino de proyectarse más allá de simplemente inmediato (material o inmanente).

La libertad por tanto implicará y conllevará en todo al espíritu, donde está y radica en última instancia, la identidad de la persona. 

La libertad dejará por ende, de ser sólo un fin;  pasará a ser, a partir de esta noción trascendente, pasará a ser para la persona, motivo alegría permanente, impulso de autenticidad, ya que abarcara un camino de vida, un proceso vital,  una forma de comprenderse y realizarse como persona; de vivir completamente acorde a su propia esencia: lo humano y de abrirse a lo divino que va descubriendo en su propia naturaleza (hecha a imagen y semejanza de Dios).

La frase que resaltamos en este escrito nos permite acercarnos a esta noción de Libertad, entenderla para vivirla en cada acto, no solo suspirar por un acto libertario, sino ser en todo momento libres: 


Yerko Reyes Benavides