Soy caminante de mis convicciones,
peregrino de mis ideas,
nómada de mis pensamientos.
Siento y existo, luego existo y siento,
no puedo detenerme,
puesto que cuando me detengo: muero.
puesto que cuando me detengo: muero.
Un solo absoluto,
no me interesan los relativos,
no me interesan los relativos,
éstos son acompañantes de mis desvelos,
de un único sueño:
la trascendencia.
Si me detengo: muero.
Si me detengo: muero.
Ser lo que ya soy;
llegar a ser todo lo que puedo ser,
llegar a ser todo lo que puedo ser,
y seguir descubriendo:
lo que día
a día voy siendo.
Cuando me detengo: muero.
Peregrino del alma soy,
caminante de mis inclinaciones;
nómada de mis opiniones;
cuando me detengo: muero.
No puedo ser y no ser a la vez,
y en la
contradicción me voy definiendo,
pero si me detengo: muero.
Mi espíritu será un peregrino del tiempo,
errante del espacio.
errante del espacio.
Y en el tiempo me defino;
pero si me detengo: muero.
pero si me detengo: muero.
Soy caminante de mis anhelos,
peregrino de mis sueños;
nómada de mis infalibilidades;
si me detengo: muero.
En mi espalda llevo el peso de mi libertad,
en mi corazón el suspiro de una identidad que va
siendo,
camino, y el camino se convierte en mi amigo,
cielo abierto se abre en el horizonte de mis
certezas que,
abandono, porque si me detengo: muero.
Soy caminante de mis desvelos,
peregrino de mis sueños,
nómada de mis ilusiones.
Si me detengo: muero.
Yerko Reyes Benavides
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