Mi Señor y mi Dios, lleno de amor y bondad, yo acepto
perdonar a todas las personas en mi vida, comenzando por mi mismo, porque sé
que Tú Señor, me has perdonado primero. Y si tu, Señor, ya me has perdonado,
también yo me perdono por todos mis pecados, faltas y fallas, especialmen
te por
esta situación…
(presenta a Dios lo que te incomoda)
Yo me perdono por no ser perfecto, por no acertar siempre, y
me acepto como soy y decido dejar de criticarme y ser yo mismo mi peor enemigo.
Porque tú, Señor, estás en mi, sé que puedo vivir reconciliado conmigo mismo.
Me libero de todo lo que guardé contra mi mismo. Me libero de esa prisión para
permanecer en paz conmigo mismo. Hoy, por el poder del Espíritu Santo, me
perdono y me reconcilio conmigo mismo.
Señor, no quiero desperdiciar mi vida amarrado por falta de
perdón. Pero, algunas veces, me siento débil para perdonar. No consigo perdonar
con mis propias capacidades.
¡Socórreme con tu fuerza!
Sé que Tu, Señor, no permitirás que las relaciones difíciles
de mi vida se vuelvan todavía peores. Te pido, Señor, que cures mis rabias
reprimidas, mis amarguras y resentimientos.
Tomo la firme decisión de vivir reconciliado con las
personas en mi vida.
Perdono a todas las personas ligadas a mi.
Las perdono por todo lo negativo, por todo el desamor que,
queriendo o aún sin quererlo, me transmitieron a lo largo de mi vida.
Perdono especialmente a ésta persona (pronuncia el nombre
de ella) por esta situación (presenta al Señor el motivo). Yo
perdono de todo corazón cualquier tipo de abuso y decepción. Yo la perdono,
ahora, por no haberme dado el amor y el respeto profundo, entero y suficiente
que yo tanto necesitaba. Yo las libero y me reconcilio hoy con ellas.
Sé que Tu, Señor, no permitirás que las relaciones difíciles
de mi vida se vuelvan todavía peores. Te pido, Señor, que cures mis rabias
reprimidas, mis amarguras y resentimientos.
Tomo la firme decisión de vivir reconciliado con las
personas en mi vida.
Perdono a todas las personas ligadas a mi.
Las perdono por todo lo negativo, por todo el desamor que,
queriendo o aún sin quererlo, me transmitieron a lo largo de mi vida.
Perdono especialmente a ésta persona (pronuncia el nombre
de ella) por esta situación (presenta al Señor el motivo). Yo
perdono de todo corazón cualquier tipo de abuso y decepción. Yo la perdono,
ahora, por no haberme dado el amor y el respeto profundo, entero y suficiente
que yo tanto necesitaba. Yo las libero y me reconcilio hoy con ellas.
Por sobre todas las cosas, mi Dios, te pido ahora la gracia
de perdonar a la persona que más me ha herido en la vida. Aquella que es más
difícil de perdonar. Quiero perdonarla ahora, aún cuando todavía me sienta
herido y con rabia.
Muéstrame, Señor, entre todos mis amigos, en mi familia, y
en aquellos que ejercieron alguna autoridad sobre mi, a quien en mi corazón yo
todavía necesito dar mi perdón. Dame esa gracia!
Bendice a cada una de esas personas en este día de hoy,
Señor! Que ellas puedan sentirse especialmente libres y amadas por ti, en este
momento.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
¡Amén!
Márcio Mendes
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