AménLlámame y no dejes de hacerlo, no es orgullo si no respondo, estoy en el mundo y su tumulto, mas escucharé el sonido de tu voz, si tú insistes, mi amado Señor.No te canses de esperarme, si tardo en llegar, no hay maldad de mi parte, me distraigo en lo creado y me olvido del Creador, libérame Señor de lo que me atrapa y me contiene y pronto iré a tu encuentro.Búscame y no te detengas en el intento, quizá si tú te pierdes entre la muchedumbre y la algarabía, terminemos coincidiendo en las esquinas de la indolencia o encontrándonos en las aceras de la indiferencia.Pronuncia mi nombre con suavidad, hazlo una vez más, no es vanagloria ni tampoco vanidad, es el encanto que a mi corazón honra, el sonar de mi nombre acariciado por tu boca.Di que me amas, no habrá pena ya en pecho, ni nada que detenga mi caminar decido a hacerme uno contigo, abrazado a tu Corazón en amor vertido.
Yerko Reyes Benavides
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