La vida pasa sutil y sin algarabía, cae la noche y súbito llega el día, no hay forma de frenar, todo trajina, mas no le damos cabida en esta rutina a parar, al cielo contemplar y en él descubrir, tu mirarnos en bondad.Fiel amigo eres, te haces presente, agotas en ternura cada instante, afrontas nuestra afrenta, nos das bienestar, en paciencia sobrellevas nuestra debilidad.Sosiego eres para el alma, Amado; descanso espiritual, Palabra de aliento, susurro de paz; tregua a mi abatido caminar.Aun me cuesta advertir que son estos momentos de serenidad que contigo paso, los que me brindan sustento; mis fuerzas refresco en este aliento, sea en vigilia o en el nocturno desierto.Llámame Señor, y quédate conmigo un rato más, inspira el deseo, infunde el anhelo, y así los afanes del día y los sopores de la noche no interrumpan este querer estar a tu lado cada vez más.
Amén
Yerko Reyes Benavides
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