AménSeñor Jesús, inicia el día; despertar y no agradecerte es dejar de lado que la vida es un don, bondad que Tú nos das, ofrenda de tu divinidad.Permíteme Señor, ser ante todo donación, entregar pródigamente tu ternura y compasión, hacerla latir en el corazón de los que caminan conmigo y miran al cielo buscando un signo de tus manos.Hoy quiero en todo ser armonía y paz; sosiego y calma en la vida de aquellos que buscan entre el agobio de lo cotidiano el rostro del amado.Algunas veces, también yo me disipo entre los quehaceres; las dificultades me hacen perder la calma. Afano y me agoto en lo pasajero; hoy, en tu amor será diferente; Tú serás, Señor, la divergencia, que convierta este bregar en diferencia.Acompáñame desde el amanecer y quédate conmigo el día entero, y del santo Espíritu colma mi alma hasta que rebose y así mi vida toda será refulgencia de tu amor en mí.
Yerko Reyes Benavides
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