viernes, 24 de septiembre de 2021

Acércate

Madre, de mi corazón,
hermosa flor,
que en voto presento a Dios;
en tus gracias encuentro el don
para ofrecerme, como tú, en oblación
y hacer del Amado mi mayor razón.

El dulce aroma de tu encanto
perfuma la ofrenda de mi canto,
oración que elevo al cielo
confiado sea por ti recogida
y de tu favor al Dios eterno concedida.

Te llevo en mi pecho,
intenso late el deseo,
mi alma suspira el anhelo
de tus tiernas caricias,
impregnarme en las delicias
de tus maternales amores.

Son consuelo en la penuria
abundancia en la miseria,
certeza en la camino
confianza en el peligro,
seguridad en la dificultad
fortaleza en la debilidad.

Acércate, Virgen María,
suave y sutil, Madre mía,
cobíjame en tu regazo,
recíbeme entre tus brazos
y no me sueltes
hasta que contigo me presente,
siendo ofrenda que a Dios cautive.
Amén

Yerko Reyes Benavides

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